El presidente del grupo municipal Popular (PP) en el Ayuntamiento de Barcelona, Alberto Fernández, ha pedido "la retirada" de la propuesta de nueva ordenanza de civismo elaborada por el gobierno de Ada Colau (Barcelona en Comú) porque “no garantiza ni la convivencia ni el respeto a las normas”. Fernández, que ha calificado la normativa de auténtica “ordenanza del gamberrismo”, ha lamentado que el renovado texto avale conductas tan incívicas como el botellón (se podrá hacer mientras no se moleste a los vecinos) o el top manta (se reducen las sanciones).
El PP ha presentado 42 alegaciones a la modificación de la ordenanza, basándose sobre todo en que ha dado un giro de 180 grados a la filosofía y los contenidos de la normativa municipal, porque “recoge derechos pero no concreta obligaciones y confunde la discrecionalidad con la arbitrariedad”, entre otras carencias, ha denunciado Fernández. Además, esta “ambigüedad” permite de hecho al gobierno de Colau actuar como “juez municipal”, pues la ordenanza le otorga la capacidad “para interpretar su aplicación”, ha insistido el edil popular.
Alberto Fernández incluso sostiene que la nueva ordenanza es “ideológica y sectaria” porque es “afín a los planteamientos de la izquierda mas extrema de Ada Colau”. Además, Fernández advierte que con la nueva normativa “no se sancionará por razones ideológicas”. Es decir, que se tolerarán las acampadas reivindicativas (como la que ha estado dos meses en la plaza de Catalunya) y “se consentirá la colocación de carteles y pancartas con contenido político o reivindicativo en lugares prohibidos en aras de libertad de expresión, lo que en la práctica supone la privatización del espacio público a los afines” ideológicamente con la alcaldesa, ha subrayado el líder del PP.
SIN SANCIONES A LOS GRAFITEROS
Los populares barceloneses también han puesto de relieve que la propuesta de ordenanza de Colau acepta el nudismo y el seminudismo en las calles adyacentes a las playas, y las sanciones a los grafiteros o por consumir alcohol en la vía pública se sustituyen por requerimientos previos. De esta forma, solo serán multados los comportamientos vandálicos reincidentes. También dejan de estar prohibidas la mendicidad, prostitución y los limpiaparabrisas y se podrá tocar instrumentos musicales en la calle si no se utilizan altavoces y el concierto dura menos de media hora. “¿Podremos ir debajo del despacho de Colau a tocar los bongos en aplicación de la ordenanza?”, se ha preguntado irónicamente Fernández.
Por último, Alberto Fernández propone “una ordenanza de civismo más dura, clara y sin complejos". El concejale del PP ha sostenido que, con Colau, "la convivencia y el respeto en los barrios se está alterando. Fernandez ha propuesto que se elabore una nueva ordenanza que de verdad "garantice el cumplimiento de las normas de convivencia y mejore la calidad de vida" en Barcelona.