Miquel Iceta ha dado calabazas a Manuel Valls. El PSC no se unirá con el exprimer ministro francés en sus intentos para crear una candidatura unionista para las elecciones municipales de Barcelona. Así se lo transmitió el pasado martes el secretario general de los socialistas catalanes a Valls en una reunión que tuvo lugar en la capital catalana.  

Fuentes del PSC han explicado que Iceta explicó a Valls que el partido ya tiene su candidato a la alcaldía, el regidor Jaume Collboni, "salido de un proceso participativo hace unas pocas semanas" (unas primarias, en realidad, en las que no tuvo rival), y que no se planteaban unirse a ninguna candidatura alternativa. Otra cosa es que, si finalmente Valls se presenta, una vez se hayan celebrado los comicios, ambas formaciones tengan opciones de hacer gobierno y acaben pactando. 

El exministro del Interior galo viajó a Barcelona para entrevistarse con personalidades del mundo empresarial y político con el objetivo de sondear apoyos a su posible candidatura. Valls se vio también con el presidente del Foment del Treball, Joaquín Gay de Montellá, y el presidente del Círculo de Economía, Juan José Brugera. Recientemente, Gay de Montellá ya expresó sus dudas a que Valls pueda organizar la candidatura que pretende y que, pese a su valía política, no le ve como alcalde de Barcelona.

SALIDA DE GUIÓN

A finales de abril, Valls hizó público que había recibido una oferta del presidente de Ciutadans, Albert Rivera, para encabezar la lista del partido naranja al Ayuntamiento de Barcelona. Sin embargo, a los pocos días, el político francés se salió del guión y dijo sentirse más cómodo si lideraba una plataforma abierta de partidos --constitucionalistas, evidentemente-- y gente de la sociedad civil.

Fuentes socialistas consideran que el debate para las próximas elecciones municipales se debe centrar en Barcelona y creen que sería un error que el asalto a la alcaldía se convierta en un nuevo foco de tensión entre independentistas y unionistas. En términos parecidos se ha expresado este jueves la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que en una conferencia en el Fòrum Europa ha reclamado superar la política de bloques y que el discurso de las fuerzas políticas pivote en torno a la ciudad.

Valls se ha dado de tiempo hasta principios de verano para tomar una decisión que, en principio, debe pasar por crear la citada lista unitaria. La incognita está en saber si, finalmente Valls no puede organizar la candidatura que pretende, aceptará encabezar la candidatura de Ciutadans. Valls está valorando pros y contras sobre las consecuencias de su llegada a la política barcelonesa y las posibilidades reales que tiene de ganar. Cuesta imaginarse a Valls cuatro años en la oposición.

En caso de presentarse, Valls podría tener en frente una lista unitaria independentista. Distintas voces abogan por ella. El periodista Jordi Graupera lleva tiempo reclamando la celebración de unas primarias entre todos los partidos independentistas. Y recientemente a esta petición se ha unido el exconseller Ferran Mascarell, que medita presentarse si se celebran las primarias.

El PDeCAT acaba de eligir a Neus Munté como alcaldable, pero sus intenciones pasan por una lista conjunta del independentismo --todos los sondeos dan al partido de Xavier Trias, que se retira, una caída en los votos--. Quien, de momento, se ha autodescartado es ERC. Las encuestas son favorables a los republicanos, aunque vayan en solitario. Y Alfred Bosch ya se ve como alcalde.

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