El PDeCAT ha roto definitivamente amarras con Carles Puigdemont, dinamitando definitivamente la posibilidad de que éste interfiera en la campaña de las elecciones municipales del año próximo. La puntilla al expresidente de la Generalitat se la dará en el congreso (llamado asamblea nacional en el argot del partido) que el partido celebrará del 20 al 22 de julio, en el que se rechazará explícitamente la hoja de ruta rupturista del mandatario huido en Alemania.
Este miércoles, la candidata presentó su programa para la ciudad en el recinto del hospital Sant Pau. Allí se encontraba una nutrida representación del PDeCAT, con su coordinadora general, Marta Pascal, a la cabeza, pero también tres consejeros del Govern de la Generalitat (Miquel Buch, Damià Calvet y Jordi Puigneró), las alcaldesas de Sant Cugat y de Girona, Mercè Conesa y Marta Madrenas respectivamente, y altos cargos convergentes, como Artur Mas, Francesc Homs o Xavier Trias. Pero también había representantes de entidades cívicas y de varios partidos de la oposición como el común Jaume Asens, la socialista Carmen Andrés o el republicano Jordi Coronas.
Fue una puesta de largo en sociedad, ajena a las conspiraciones de palacio alentadas durante los últimos meses por el mismísimo Puigdemont. Y fue el modo de dar carpetazo a la lista única independentista para la ciudad de Barcelona que propugna el expresident. “Que nadie se equivoque. Claro que sería óptimo que hubiera una sola lista independentista. Pero el PDeCAT, como fuerza mayoritaria de este espectro, es el que pondrá la columna vertebral de esa lista. El que quiera unirse, ya sabe dónde estamos. Sería un honor poder acoger en nuestra candidatura a otros partidos o sensibilidades que tienen los mismos objetivos que nosotros. Lo que queremos, precisamente, es una lista lo más transversal posible”, ironiza un alto cargo del partido.
UNA LISTA TRANSVERSAL, NO ÚNICA
En la formación postconvergente son conscientes de que la lista única de Puigdemont es ya sólo un mal sueño. Y Neus Munté lo reafirmó sutilmente: “Trabajaré para liderar una lista transversal porque el objetivo que perseguimos pide la máxima unidad. Soy de sumar, de coser y recoser, vengo y pertenezco a una formación política que ha hecho listas unitarias y que lo volverá a intentar”. Pero no transigió ni un ápice en la petición de Puigdemont. De hecho, es la negación de su petición, sólo que Munté cambió la lista única por “lista transversal”.
“Sabemos que no será fácil volver a levantar cabeza, pero el mes que viene comienza una nueva era en la política catalana”, explican en el PDeCAT. ¿El motivo? Según explican a Metrópoli Abierta fuentes de la formación postconvergente, comenzará la larga campaña hacia las municipales, “con el objetivo de convertirnos en la fuerza política más representativa de Catalunya”. Desde el partido aseguran que “somos serios y no romperemos nunca el grupo parlamentario de Junts per Catalunya, pero otra cosa es marcar perfil propio como formación y eso es lo que vamos a hacer”.
En el congreso de julio, la prioridad es potenciar ese perfil propio “integrando todas las sensibilidades presentes en el PDeCAT sin exclusión alguna”. A partir de ahí, se trata de comenzar a funcionar para “ganar las municipales del año que viene”. En ese cometido es donde entra la proyección de un perfil propio “que se concretará en la oferta municipal” y que, en algunos aspectos significa un retorno a los orígenes de Convergència y lo que significó este partido durante décadas.
OBJETIVO: LIDERAR SIEMPRE LAS LISTAS
Ese alejamiento de las tesis de Puigdemont da alas al PDeCAT para apostar sin ambages ni interferencias por sus candidatos en cada pueblo. “Lo de menos es bajo qué siglas nos presentemos, ya que en ocasiones utilizaremos otra marca que no sea PDeCAT. Lo que importa es convencer a los ciudadanos de que queremos volver a ser el pal de paller de Catalunya”, añaden las fuentes. Y otro alto dirigente enfatiza a este respecto que “si en algunas ciudades vamos en coalición, nuestra intención es liderar esa coalición, marcando el perfil propio del PDeCAT”.
En esta operación, los postconvergentes reclaman también la implicación activa de todos los simpatizantes de JxCat ante las municipales, especialmente en Barcelona. “Como capital del país, es un escaparate y el Ayuntamiento, una institución de referencia”, dicen en la formación. Por ello, aseguran, “le exigiremos a Junts per Catalunya que sus miembros nos apoyen en las municipales con tanta contundencia como nosotros apoyamos a JxCat en las últimas autonómicas. Es lo menos que pueden hacer, después de la campaña de diciembre, en la que, arañando votos casa por casa, logramos que fuesen la segunda candidatura más votada”.
Ajena, pues, a los cantos de sirena de Puigdemont, Munté pone en marcha, a partir de la próxima semana, su propia hoja de ruta, que pasa por iniciar contactos con los barrios explicando su programa de gobierno. En tres semanas, según explica en un comunicado la candidata, realizará actos en los 10 distritos barceloneses. Las presiones desde el exterior ya no le afectan ni pedirá más permiso o visto bueno a Berlín o Waterloo para tomar sus decisiones en y sobre Barcelona.