Ada Colau se ha quedado una vez más sola y se ha visto obligada a suspender el pleno extraordinario en el que el Ayuntamiento de Barcelona tenía que aprobar una serie de peticiones a los nuevos gobiernos catalán y español, encabezados por Quim Torra y Pedro Sánchez, respectivamente. La decisión se ha tomado por sorpresa y sin el aviso previo a los grupos de la oposición. La alcaldesa dice que el pleno se ha aplazado con el objetivo de alcanzar el máximo consenso y poder votar las propuestas en julio en un pleno antes de las vacaciones que se celebrará el 20 de julio.
La noticia no ha gustado a los grupos. El exalcalde Xavier Trias ha espetado a Colau: "Usted es teatro, pero ya no le compramos el guión". En términos parecidos se ha expresado la líder de Ciutadans, Carina Mejías: "La alcaldesa de los golpes de efecto suspende el pleno extraordinario por sorpresa. Una vez más sin avisar ni consensuar con los grupos municipales a sabiendas de que sus proposiciones no iban a salir adelante".
El líder socialista, Jaume Collboni, ha recordado a Colau que ningún grupo le había pedido retirar los puntos del orden del día y la ha acusado de suspender el pleno porque sabía que perdería. El líder del PP, Alberto Fernández, se ha posicionado en una línea similar a Collboni. "Suspende los puntos para que no se evidencie una vez más que está en minoria absoluta". Fernández ha preguntado también a Colau porque en las propuestas al Estado no figuraba el cierre de CIE de la Zona Franca, que sí planteaba en tiempos de Mariano Rajoy. Y el republicano Alfred Bosch ha criticado que Colau "llevaba dos listas de la compra", para la Generalitat y el Gobierno central, cuando lo que debería haber llevado es una lista con lo que ella prometió y no ha hecho.
REFORMA DE LA LAU
Entre las propuestas que Colau había puesto sobre la mesa para tratar con el nuevo presidente español figuraba una modificación de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), que el gobierno estatal incrementara su aportación económica al transporte público de Barcelona hasta los 150 millones y la creación de una Oficina Técnica Social en Barcelona para reducir los plazos de atención a los refugiados en España.
En relación con las demandas a la Generalitat, Colau planteaba recuperar las inversión en vivienda social por parte del gobierno autonómico, poner en marcha de manera inmediata la renda de ciudadanía, aumentar las aportaciones del Govern a la construcción de guarderías, desplegar la ley de financiación del transporte público y traspasar la gestión del 100% de la tasa turística a la ciudad de Barcelona.