El empresario alemán Karl Jacobi quiere presentarse a las elecciones municipales que se celebrarán el año próximo para luchar por la alcaldía de Barcelona. Jacobi se hizo famoso cuando hace unos meses criticó públicamente en un acto en el Círculo Ecuestre al presidente del Parlament, Roger Torrent, y a los líderes independentistas.

El empresario alemán, propietario de un conglomerado de empresas, es un ferviente antiindependentista y, en aquella ocasión, ante el presidente del Parlament llegó a decir "voto porque todos ustedes vayan a la cárcel".

MOMENTO DE ACTUAR

Ahora, en una entrevista concedida a Crónica Global, Karl Jacobi asegura que "hace tiempo que gente influyente me viene diciendo que les gusta lo que digo, pero que por qué no hago nada. Pues bien, ha llegado el momento de actuar. Yo busco ayudar a remediar la situación en Catalnya", que ve muy grave "tras la fuga de más de 3.000 empresas y el daño a la imagen de la ciudad".

Reconoce que las posibilidades de formar un nuevo partido son escasas por lo que prefiere "integrarme en las formaciones que concurrirán a los comicios. Creo que los partidos deben abrirse e integrar a los activos que consideren más valiosos".

TRANSPARENCIA

Consciente de las dificultades que encontrará en el camino y de las batallas que tendrá que librar contra el resto de los candidatos, Jacobi asegura tener claras algunas cosas:  "Mire, mis premisas son muy simples. Yo quiero aportar transparencia. Que los políticos sirvan al pueblo y no al revés. Si ganara mi candidatura, publicaría en internet cada factura con un proveedor. Que la gente vea que no robamos

Jacobi critica sin tapujos a los independentistas y no descarta ir más lejos si sus expectativas se cumplen: "Barcelona es el primer paso. Luego, hay que ganar el gobierno autonómico", avanza. ¿Con qué fin? "Desmontar 30 años de mentiras del nacionalismo. Cerrar los aparatos de propaganda que emponzoñan la mente de muchos y les dicen que saltarse las leyes están bien. Acabar con los fundamentos de una ideología que bebe de las raíces de la intolerancia de los años 30"

Su principal temor es que una lista única de los independentistas logre alzarse con el triunfo, lo que, según él, sería catastrófico para la ciudad y su economía: No quieren nada, solo lo suyo. Hay que hacer una labor de volver a atraer inversiones extranjeras a Barcelona. De lo contrario, ¿de qué viviremos? De la arena de la playa? No nos queda mucho más tras la marcha de 3.000 empresas"

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