La gestión de Cementiris de Barcelona está bajo sospecha. Contra las cuerdas. Tras la querella presentada por los bufetes de Miguel Duran y Josep Maria Palacio por delitos de daños, profanación, falsedad documental, prevaricación y malversación contra Eloi Badia, concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona y presidente de Cementiris; Jordi Valmaña, director general; y Dominika Nociorova, directora antropóloga, la empresa municipal contempla una subida de sus tasas para mejorar la conservación de sus instalaciones, cada día más deterioradas.

El pasado 26 de enero, Badia ya se posicionó a favor de un aumento de las tasas tras ser requerido por la portavoz adjunta del Grup Demòcrata, Sònia Recasens, sobre la precaria situación de los camposantos barceloneses. “Ya dije en su día que la actual tasa no cubre todas las inversiones y el mantenimiento que se hace en los cementerios. Tenemos que ver cómo cubrimos esos costes y si nos parece bien que el coste de un entierro tenga que pagar los gastos de conservación o si creemos que esos gastos los tiene que pagar la tasa”, expresó Badia.

85 MILLONES EN TASAS

La respuesta del presidente de Cementiris indignó a la oposición y al sector. En los últimos 10 años, la empresa municipal ha tenido un beneficio superior a los 20 millones de euros y apenas se han destinado nueve millones a mantenimiento de los cementerios. La inversión en instalaciones ha sido de 10,2 millones de euros, de los que 1.545.507 euros han sido para los edificios A y B de Montjuïc. Con las tasas, por ejemplo, se han ingresado 85 millones de euros.

En un documento interno al que ha tenido acceso Metrópoli Abierta, Cementiris de Barcelona ingresó 16.710.264 euros en 2015, con un beneficio de 2.603.974 euros. Un año después, los ingresos ascendieron a 16.276.902 euros y el beneficio fue de 2.241.603 euros. En los dos años, los dividendos distribuidos fueron idénticos: 1.600.000 euros.

LAS NUEVAS OFICINAS

“Cementiris de Barcelona debería priorizar el mantenimiento y la conservación de sus instalaciones en lugar de repartir dividendos. Una gran parte de la inversión de los últimos años ha ido destinada a las nuevas oficinas”, explica una fuente del sector. “Eloi Badia se dedica a criminalizar a las funerarias (privadas) por el coste de los entierros y sin el mínimo rubor obtiene este nivel de resultados en Cementiris de Barcelona”, añade una fuente de la oposición.

Eloi Badia está creando muchos problemas a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau



Ada Colau y su regidor de Presidencia, Eloi Badia

La Síndica de Barcelona, Maria Assumpció Vilà, también denunció en enero la falta total de mantenimiento de las instalaciones. Vilà reclamó “revisión rigurosa de todas las edificaciones que puedan sufrir patologías”. En 2005, lamentablemente, el cementerio de Montjuïc ya padeció otro derrumbe que afecto a 50 sepulturas.

EL SILENCIO DE COLAU

Cementiris de Barcelona vive la mayor crisis de su historia tras el hundimiento de 144 nichos, el pasado 15 de septiembre, y la nefasta gestión de sus responsables. No se avisó a los bomberos cuando, dos días antes, se detectaron las primeras grietas ni tampoco tras el derrumbe. El abogado De Palacio, asimismo, denunció que hasta el 20 de septiembre no entó el equipo de antropólogas a la zona del accidente: “En los primeros días no había nadie capaz de diferenciar entre un cascote y un hueso”.

Las familias afectadas por el derrumbe también se muestran muy críticas con el gobierno que lidera Ada Colau, a quien acusan de no haberse pronunciado al respecto ni de haberles pedido disculpas. Tras varios meses de sin ofrecer nuevos datos pese a las peticiones de este medio, el Ayuntamiento ha informado de que solo 27 titulares de los nichos han aceptado el acuerdo “por daños morales” ofrecido por el gobierno municipal.

Jordi Valmaña, Director General de Cementiris de Barcelona



Jordi Valmaña, director general de Cementiris de Barcelona

LAS COMIDAS DE VALMAÑA

Colau, de momento, sigue sin mover ficha, sin tomar medidas contra los responsables de Cementiris, aunque en alguna ocasión llamó al orden a Jordi Valmaña, el eterno director general de la empresa. Valmaña, muy comedido en el mantenimiento de las instalaciones, no escatima gastos cuando come, devoto como es del pescado fresco y los arroces regados con buenos vinos. Con un sueldo oficial de 108.864 euros, según figura en la web municipal de transparencia, Metrópoli Abierta ha tenido acceso a siete tickets de comida por valor de 913,70 euros.

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