La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se reunirá este jueves, por primera vez, con los sindicatos que representan a los 13.000 trabajadores municipales este jueves. Tras años esquivándolos y después de negar hasta en cinco ocasiones la reunión, Colau se presentó por sorpresa en la mesa de negociación del convenio colectivo la pasada semana, cuando ya estaban en la recta final y ya había un acuerdo más o menos claro del consistorio con las centrales sindicales más representativas: CCOO, UGT y Sapol.

Como si nada hubiese pasado tras sus negativas, la alcaldesa prometió a los sindicatos más mano izquierda y acto seguido afirmó que “nos veremos pronto” ante la estupefacción de los presentes. “Señora alcaldesa, llega usted tarde. Pero de todos modos, agradecemos su visita y esperamos que esto no se quede sólo en una declaración de intenciones”, le replicó la líder de CCOO, Rosa Tomàs, en la misma mesa de negociación.

CAMBIO DE ESTRATEGIA

Colau tomó buena nota y esta misma semana modificó su agenda para introducir una reunión con los representantes de los trabajadores. “Sólo ha aparecido cuando el convenio estaba firmado y ya no había problema. Además, estamos como quien dice en la recta final antes de la campaña electoral de las próximas elecciones municipales. Su cambio de estrategia respecto a sindicatos y al personal del Ayuntamiento no es gratis. A eso se le llama oportunismo”, critica a Metrópoli Abierta una fuente sindical.

No es de extrañar el recelo. “Nos ha negado el pan y la sal, nos ha menospreciado, nos ha ninguneado… ¿y ahora aparece como la gran negociadora? Nada de eso. Valoramos que por fin se haya acercado a nosotros, pero debería haberlo hecho mucho antes. ¿Porqué accede ahora a reunirse con nosotros? ¿Es que busca la foto de cara a la opinión pública? De todos modos, nosotros, como representantes de los trabajadores no le vamos a negar el saludo. Eso sí, manteniendo las distancias”, relata un dirigente sindical. Y otro es más ácido: “A Colau se le han caído todas las fotos y todos los acuerdos. Parece que uno de los pocos éxitos de su gestión es haber logrado firmar el acuerdo del convenio colectivo con los sindicatos y ahora le intentará sacar rédito”.

MUCHOS TEMAS PENDIENTES

El cambio de actitud de la alcaldesa podrá limar asperezas de futuro, ya que, aunque se ha firmado por fin el convenio colectivo, hay muchos temas pendientes que se deberán negociar durante los próximos meses y se necesita una óptima predisposición por parte de todas las partes para llevar a buen término las negociaciones que faltan.

Esa tarea se levará a cabo por una miríada de comisiones de trabajo que están previstas para abordar los diferentes problemas que atañen a todas las plantillas municipales y que necesitan soluciones específicas para cada caso. En septiembre, por ejemplo, comenzará una negociación para determinar y negociar las bases y la ampliación de las plantillas tanto de la Guàrdia Urbana como de los Bomberos, cuyos efectivos se encuentran bajo mínimos. “Además, se deberá estudiar cómo afecta a estas plantillas la ley por la que los urbanos se pueden jubilar antes de tiempo. En función de cómo sea, se tendrán que tomar unas decisiones u otras. Son temas muy concretos pero insoslayables”, explican a este diario fuentes de los sindicatos.

LOS PLUSES DE NOCTURNIDAD DE LA URBANA

En esa misma tesitura se sitúa la negociación para modificar los pluses de nocturnidad de la Guàrdia Urbana. La normativa europea establece que los turnos nocturnos han de hacer menos horas que los diurnos, pero los agentes locales de Barcelona están haciendo las mismas horas, lo que puede crear tensiones dentro de la plantilla de la policía municipal, que no está precisamente sobrada de efectivos.

También habrá que negociar el compromiso del Ayuntamiento para revisar los complementos salariales del personal que se ocupa de la atención al público, entre otras muchas reivindicaciones sectoriales que afectan a determinados colectivos de la plantilla. “Esperemos que, tras esta nueva etapa que se inaugura podamos acometer todos esos flecos, que son muchos y muy importantes para los colectivos a los que afectan”, apunta un sindicalista. El acercamiento de la propia alcaldesa puede propiciar que las negociaciones de esas temas sean mucho más productivas y efectivas. En resumen: fáciles.

RECUPERACIÓN DEL PODER ADQUISITIVO

De todos modos, los sindicatos están satisfechos con el convenio colectivo que se ha firmado. Este convenio acaba con situaciones de discriminación que padecía la plantilla municipal de Barcelona durante los últimos años. Hasta 2020, el personal recuperará alrededor de un 12% del poder adquisitivo que se había dejado por el camino. En realidad, la pérdida de poder adquisitivo fue de en torno al 14%, pero con la firma se recupera la mayor parte del mismo: alrededor del 5% de esa recuperación será por subida de salario vía convenio colectivo; el 6,75%, vía acuerdo de función pública, una norma estatal que el Ayuntamiento de Barcelona está obligado a aplicar. Pero, aparte, se han recuperado algunos de los derechos perdidos y se implantan otros beneficios sociales. Por ejemplo, el permiso de paternidad para los empleados municipales se Barcelona se sitúa en seis semanas, cuando hasta ahora era de cuatro y la normativa estatal prevé cinco semanas. También se aplicará la reducción horaria del trabajo para conciliar : del 1 de mayo al 30 de septiembre, dentro de unas horas fijas, habrá mayor flexibilidad de horario.

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