El PSC quiere desmarcarse de la guerra por los lazos amarillos. Jaume Collboni, líder socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, se ha mostrado muy crítico con el posicionamiento de los partidos españolistas de derecha (PP y Cs) y con las formaciones independentistas, a las que acusa de romper la convivencia y de apartarse de los problemas reales de los ciudadanos.
Collboni ha denunciado, en plena Plaça Sant Jaume, que la mayoría de fuerzas políticas utilizan la problemática de los lazos amarillos como “arma de distracción masiva de los problemas reales de los ciudadanos”. El edil socialista ha hecho un llamamiento a la calma al resto de las formaciones para que “no aticen el fuego” en unos momentos de gran tensión política en Catalunya.
LOS PROBLEMAS DE BARCELONA
“La derecha, PP y Ciudadanos, junto con los partidos independentistas, utiliza la guerra de los lazos como arma de distracción masiva de los problemas reales que preocupan a los catalanes. En el caso de Barcelona, el precio del alquiler y el acceso a la vivienda, la seguridad, el civismo y el inicio del curso escolar, entre otros”, ha recalcado Collboni.
El antiguo socio de gobierno de Colau también ha criticado a la alcaldesa “por su falta de compromiso con el diálogo y la resolución del problema”.
CIUDAD DE CONVIVENCIA
Según Collboni, “las instituciones deben ser neutrales y no exhibir símbolos que solo representan a una parte de la población”. En su intervención ante los medios de comunicación, ha añadido que “la calle es un espacio para todos” y ha recalcado que Barcelona necesita “políticos que resuelvan problemas, no hooligans que los creen”.
“Barcelona es abierta y respetuosa. No queremos que los independentistas, Cs y el PP conviertan la ciudad en su campo de batalla. Desde el PSC haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar que conviertan Barcelona en la capital del conflicto cuando siempre había sido la capital de la convivencia”, ha sentenciado Collboni, en plena escalada de las tensiones entre independentistas y unionistas en toda Catalunya por la colocación y retirada de lazos amarillos en las calles y espacios públicos.