El pasado mes de junio, el Ayuntamiento de Barcelona emitía una nota oficial dando cuenta de la visita institucional que la alcaldesa, Ada Colau, hacía a la ciudad italiana de Bolonia los días 20 y 21 de ese mes. “Barcelona y Bolonia comparten durante dos días las nuevas políticas de innovación urbana”, rezaba la noticia del consistorio barcelonés, que destacaba que Colau se había reunido con el alcalde de la ciudad italiana, Virginio Merola, “que le otorgó la Turrita d’Oro, el principal reconocimiento institucional de Bolonia”.

La prensa de aquellos días destacaba el galardón otorgado a la alcaldesa de Barcelona como si fuese un premio de reconocimiento internacional. “La alcaldesa de Barcelona permanecerá hoy y mañana en Bolonia, donde ha viajado para recoger el galardón Turrita de Oro que le ha otorgado esa localidad italiana”, reflejaban los medios, sin que el consistorio barcelonés negase ese extremo. Pero nada de eso había.

Un informe oficial del Ayuntamiento de Barcelona pone los puntos sobre las íes y rebaja las pretensiones de la propaganda municipal, destapando las exageraciones del aparato de marketing de Colau.

EL MOTIVO DEL VIAJE

El motivo del viaje, según el informe oficial, fue “participar en una manifestación a favor del “Derecho para todos” y en el encuentro “Bolonia y Barcelona””. Y añade el informe sobre este viaje: “El viaje tenía por objetivo la participación en diferentes áreas en defensa de los derechos humanos, en la reflexión y actuación en políticas de refugio y en debates sobre innovación urbana en la línea de las políticas y posicionamientos que está desarrollando el Ayuntamiento de Barcelona”.

Si hemos de atenernos a la agenda oficial, los actos a los que acudió la alcaldesa de Barcelona tenían muy poco que ver con los debates sobre innovación urbana y similares. Así, el primer acto al que asistió fue una “manifestación a favor del Derecho para Todos y en contra del Gobierno”.

UN APERITIVO EN PETIT COMITÉ

Al terminar la manifestación, Colau mantuvo un breve encuentro con el alcalde Virginio Merola, con quien tomó un aperitivo junto al jefe de gabinete de éste, Valerio Motalto. Minutos más tarde, se agregó al aperitivo el concejal de Cultura, Matteo Lepore, y algún miembro más del gabinete del alcalde. Para rematar la jornada, Colau participó en una “asamblea pública con la ciudadanía activa, promovida por la Fondazione per l’Innovazione Urbana”. Según el informe oficial del viaje, la alcaldesa y su colega italiano participaron en la asamblea pública con miembros de movimientos sociales.

El segundo día, Colau y Merola mantuvieron una reunión a las 10 de la mañana, en la que el primer edil de Bolonia entregó a su homóloga la Turrita d’Oro, “regalo institucional que reproduce la ciudad con las murallas y torres de la época medieval”. En otras palabras: el galardón internacional pasaba a ser un regalo institucional que se le otorga a las personalidades ilustres invitadas por el Ayuntamiento boloñés. A continuación, Colau tuvo un breve encuentro con medios de comunicación y acto seguido, asistió a un acto de “Bolonia encuentra Barcelona” donde los dos alcaldes realizaron un discurso de un cuarto de hora. El viaje terminó con un yantar “informal” ofrecido por el Ayuntamiento de Bolonia.

LOS TITULARES CONTRA SALVINI

Durante su encuentro con los medios, Colau no perdió comba y supo arrancar titulares. “Me avergüenzo, como ciudadana de España y de Europa, de estas políticas de los países europeos y, al mismo tiempo, estoy orgullosa de la solidaridad de las personas que defienden la acogida de los inmigrantes y refugiados”, clamó ante la crisis migratoria que se estaba viviendo en el Mediterráneo y la intransigencia del ministro del Interior, Mateo Salvini.

Colau arremetió contra éste, subrayando que la ultraderechista Liga Norte, partido de Salvini, “no representa a Italia, un país comprometido con la vida humana”. La alcaldesa de Barcelona apeló a la solidaridad y rechazó las políticas duras antimigratorias defendidas por Salvini, que abogaba por expulsiones masivas de migrantes y que aquellos días había impedido al buque Aquarius llevar a tierra italiana a 630 náufragos rescatados en el Mediterráneo.

A la alcaldesa la acompañaron en este viaje Aitor Hernández, director adjunto de alcaldía, y el jefe de prensa del consistorio, además de dos escoltas. El vuelo y el hotel de Colau y Hernández fueron sufragados por el Ayuntamiento de Bolonia, mientras que los gastos del resto de la comitiva (vuelos, hotel y comidas) fueron de 1.893,25 euros. En verano, Colau también gastó 17.000 euros en un viaje de tres días a Nueva York, como informó este medio.

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