A la tesorería del Ayuntamiento de Barcelona no le salen las cuentas y está necesitada de ingresos para salvar esa situación. Es por eso que Gerardo Pisarello ha solicitado este jueves a todos los partidos políticos, a excepción de Ciudadanos y el PP, que se pongan de acuerod para aprobar los presupuestos... del Estado español. La razón es que mientras no se aprueben, al Ayuntamiento de Barcelona no le llegarán 140 millones de euros.

“Si se aprueban los presupuestos estatales, el Ayuntamiento de BCN percibiría 100 millones de euros extras, por un lado”, ha explicado Pisarello, primer teniente de alcalde de Barcelona. “Otros 40 millones provendrían de la Generalitat, ya que, por su parte, tiene comprometidos 2.220 millones con los presupuestos del Estado”.

Según Pisarello, “los ingresos que necesita Barcelona no pueden venir exclusivamente de la ciudad. Tienen que provenir necesariamente de transferencias de otras administraciones, y fundamentalmente del Estado".

EL DIÁLOGO DE COLAU

Como el Ayuntamiento está atado hasta que no se aprueben los presupuestos, Ada Colau lanzó recientemente la idea de llegar a un pacto entre partidos para que se pactase la aprobación de los tres presupuestos: municipal, autonómico y estatal.

A la espera de que “los tres partidos que contribuyeron a echar a Rajoy se muestren abiertos a facilitar que se aprueben los presupuestos en Barcelona, la Generalitat y el Estado", Pisarello -que ha descartado a PP y a Ciudadanos por razones obvias- ha pedido al resto de fuerzas políticas “ponerse de acuerdo para llevar adelante la propuesta”.

“Hablaremos con quien sea necesario”, ha llegado a decir Pisarello. “Nosotros no arrojamos la toalla y, que yo sepa, nadie nos ha cerrado la puerta...”.

EL PSC CIERRA LA PUERTA

Mientras Pisarello decía esas palabras, la primera respuesta no se hacía esperar, proveniente del PSC. La concejal socialista Montserrat Ballarín rechazaba la "carambola a tres bandas que el Gobierno de Ada Colau nos ha propuesto para vincular la aprobación de los Presupuestos del Estado, de la Generalitat y del Ayuntamiento".

"Barcelona no debe ser moneda de cambio de nada"; ha dicho Ballarín. "Los Presupuestos de Barcelona no se negocian ni en el Pati dels Tarongers ni en la Carrera de San Jerónimo, sino en el Ayuntamiento", ha declarado Ballarín, tras reunirse con el Gobierno municipal.

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