ERC y el PP intentarán sacar tajada del monotema 'maragallista'
Cinco candidatos reivindican el legado de Pasqual Maragall, pero la CUP reniega de la Barcelona del 92
3 noviembre, 2018 21:26Noticias relacionadas
La campaña municipal del 2019 en Barcelona se presenta interesante. Hasta 4 formaciones de las que concurren tienen como discurso político la continuidad del maragallismo como su prioridad. “No habrá polarización de la campaña, porque casi todas las fuerzas están en el mismo polo. Todas reivindican la Barcelona de Pasqual Maragall. Y todo gira en torno a él. Todos reivindican su figura, menos el PP y nosotros”, explica a Metrópoli Abierta una fuente de la CUP.
No va desencaminada la fuente: el hermano del ex alcalde, Ernest Maragall, durante más de una década el cerebro económico del consistorio en la sombra, encabeza la candidatura de ERC. El PSC, con Jaume Collboni a la cabeza, es el partido más legitimado para reivindicar la figura de Maragall, ya que éste siempre concurrió bajo las siglas de este partido. Los independentistas del PDeCAT pueden decantarse, finalmente, por Ferran Mascarell, concejal del PSC durante años y ahora militando en las filas radicales.
El ciudadano Manuel Valls, por su parte, reivindica su relación con el ex alcalde (así como de otros altos dirigentes socialistas) y asegura beber de sus fuentes ideológicas, mientras que los comunes de Ada Colau reivindican, asimismo, el legado más popular del socialista. Y no hay que olvidar que los socios de Colau, ICV, gobernaron durante años con el PSC el Ayuntamiento de Barcelona.
La jugada de ERC y de Puigdemont, según algunas fuentes, son causa-efecto: si los republicanos optan por un histórico para encabezar su lista y atraer a los barceloneses añorantes de la gran Barcelona de Maragall, los postconvergentes no van a ser menos. Según una fuente, “Puigdemont quiere contrarrestar los mensajes y la imagen del candidato de Esquerra con la de otro hombre que estuvo cercano a Pasqual Maragall y que puede, por ese motivo, reivindicar también su legado”.
Además, según esta fuente, Mascarell volvería así a Barcelona y, aunque no gane la alcaldía, “se posicionaria en los lugares de salida de las próximas elecciones autonómicas, en las listas de JxCat”. Claro que esas elecciones no tienen todavía fecha, pero los movimientos políticos en torno a ellas ya se están produciendo. De todos modos, falta aún por cerrar el tema del candidato de Puigdemont, que ha de hacer encaje de bolillos para apisonar las primarias de su partido y satisfacer a los dirigentes del PDeCAT de que es necesario olvidar esas primarias y partir de cero.
UNA SITUACIÓN INÉDITA
De lo que no cabe duda, sin embargo, es de que en Barcelona se produce un fenómeno inédito en la historia de la ciudad (cinco candidatos con raíces políticas comunes), que deja las manos libres a la CUP y al PP para realizar discursos diferenciados y marcar perfil propio. Los cupaires, por ejemplo, ya saben que harán del maragallismo su caballo de batalla. “Estamos en contra del modelo de ciudad de Maragall, de su desarrollismo. Jugaremos esa baza. No queremos el modelo de Barcelona 92”, explican las citadas fuentes a este diario.
Los anticapitalistas sostienen que, por esa peculiaridad de la próxima campaña, no habrá polarización entre Ada Colau y Manuel Valls. “Prevemos que sea una campaña de mínimos y que todos intenten pasar de puntillas por el tema nacional. Puede que Valls saque ese tema en un momento determinado, ya que es un terreno sobre el que le gusta polemizar. Pero a nadie le interesa llevar el tema de la independencia al terreno municipal, porque unas elecciones de esta naturaleza no son las adecuadas para explotarlo”, aseguran las fuentes.
LOS TEMAS ESTRELLA
Por el contrario, es el momento para presentar propuestas sociales. “No descartamos lanzar alguna idea en clave nacional, pero fundamentalmente nos hemos de concentrar en propuestas sociales, que son las que le interesan a la gente y en las que un Ayuntamiento puede incidir”.
De momento, es aún temprano como para hablar de estrategias, pero sí es cierto que hay varios temas estrella, como el de la vivienda o el tranvía, que tendrán protagonismo. El de la conexión de este transporte será, sin duda, una de las claves de la campaña, aunque los cupaires se quejan de que en los últimos meses se ha enterrado este tema. “Esto es como un duelo del lejano Oeste. Todos están a la expectativa de ver qué hacen sus rivales y preparándose para desenfundar primero”.
Luego, habrá el tema del turismo, el del comercio y el del medio ambiente que serán motivo de intensos debates, pero con menos importancia que los otros dos. Sólo en último extremo, los cupaires pondrán sobre la mesa el tema nacional. Pero lo que tienen ya claro es que su discurso será diferenciado del de la inmensa mayoría de sus rivales. Y contrario a ellos, por supuesto.