Graupera quiere ‘barcelonizar’ una Barcelona indepe y alejada del ‘maragallismo’
El filósofo propone una ciudad con el espíritu del 1-O y cambiar su cultura política
4 octubre, 2018 21:41Noticias relacionadas
Una Barcelona ‘nueva’, diferente, moderna, tecnológicamente avanzada, a la par que abierta, mediterránea y habitable para sus ciudadanos; una Barcelona que olvide el legado maragalliano postolímpico, plagado de muros, construcciones sin sentido y plazas duras.
Esto, más o menos, es lo que haría Jordi Graupera si fuese elegido alcalde en las elecciones municipales del próximo mes de mayo: “’Barcelonizar’ Barcelona, una ciudad de pequeños centros y que, al caminar de un barrio a otro, tenga siempre una tienda, vivienda, puestos de trabajo y un árbol".
Graupera, un joven intelectual, enseñado en universidad norteamericana, hijo de su tiempo, que se ha atrevido a lo que no ha hecho ninguno de sus posibles rivales electorales: criticar a Pasqual Maragall y buena parte de su legado.
“Me parece increíble que todos los candidatos quieran reivindicar la Barcelona de Maragall. Una Barcelona de hace 30 años, cuando estamos en 2018”, ha dicho Graupera. “Los JJOO nos pusieron en el mapa internacional, pero no todo fue bueno: unas rondas que son muros de separación, una villa olímpica atestada, un frente marítimo que es un campo de juego turístico, plazas duras… Lo que tenemos que hacer es la Barcelona de los próximos 20 años”.
DESDE PRINCETON
Jordi Graupera i Garcia-Milà (Barcelona, 4 de mayo de 1981, es decir, 37 años) es un periodista, doctor en filosofía y profesor universitario establecido en Estados Unidos. En los últimos tiempos ha trabajado como articulista, guionista, corresponsal, tertuliano y comentarista en varios medios de comunicación generalistas desde su domicilio en Princeton (Nueva Jersey). Desde allí ha seguido los últimos acontecimientos políticos catalanes y barceloneses, que propone "cambiar culturalmente".
Ahora, con las elecciones a ocho meses vista, Graupera ha dado su gran salto adelante y ha presentado una candidatura para regir su ciudad de nacimiento. Lo ha hecho este jueves en el paraninfo de la Facultad de Medicina de la Universitat de Barcelona (todo un guiño intelectual), ubicada en el Hospital Clínico. Allí, unas 400 personas han escuchado su clase magistral (ha sido como la de un catedrático a sus alumnos) en el que ha desglosado y detallado su programa sobre la Barcelona que debería ser.
CAPITAL INDEPENDENTISTA
De entrada, hay que señalar que Graupera es nacionalista y cree en la independencia de Catalunya de un Estado español opresor, al que no ha ahorrado críticas durante su hora larga de presentación. De hecho, una de sus voluntades es difundir la plataforma ‘Primàries Catalunya’, con la que pretende unificar un proceso de participación popular entre los partidos independentistas que concurran a las elecciones. Toda una propuesta de intenciones...
En cuanto a su lema electoral, Graupera ha elegido ‘Barcelona és Capital’, un juego de palabras que denota lo que cree (él y muchos): que Barcelona es una ciudad especial: por ella misma, por lo que representa para Catalunya, su importancia en España y su historia europea. De ahí la trascendencia de las próximas elecciones.
EXHIBIR EL 1-O
El ‘profesor’ Graupera ha apostado por "poner el 1-O en las instituciones" y por “cambiar la cultura política”, evitando la de despacho, de acuerdos bajo la mesa y de ignorar al votante, algo en lo que, como decíamos al principio, defiende con una plataforma de primarias para escoger candidato a la alcaldía de Barcelona y para saber quién formará parte de la lista.
Reivindica el 1-O porque "las administraciones pusieron a los ciudadanos los medios para defender su libertad: esto es lo que debe ser el Ayuntamiento de Barcelona".
"Barcelona debe ser el lugar en el que todo el mundo pueda tener el trabajo que más le guste. Y el trabajo que más me gusta es ser alcalde de Barcelona", ha dicho Graupera, recalcando que en las próximas elecciones municipales Barcelona se está jugando las próximas dos décadas de cómo debe ser su existencia.
Graupera, finalmente, ha sostenido que las dos principales voces pre-electorales no solucionan los tres problemas básicos de la ciudad (seguridad, vivienda y turismo), sino que los empeoran. “La alcaldesa Ada Colau exhibe un modelo moralista y Manuel Valls, un modelo autoritario”, ha dicho Graupera, que de esta manera ha dejado claro por dónde irán los tiros en las elecciones.