A lo largo de cerca de 30 años en el Ayuntamiento, Alberto Fernández ha protagonizado un sinfín de frases que se convertido en bombones para la prensa, ocurrencias referidas a los que, en su opinión, eran  algunos de los problemas de la ciudad y a la gestión de los alcaldes a los que ha tenido en frente. No se libraron ni Joan Clos ni Jordi Hereu -ni sus socios, Jordi Portabella (ERC) e Imma Mayol (ICV)-. Tampoco Xavier Trias ni Ada Colau, su última víctima política.

Los okupas han sido -y son- una obsesión para Fernández. Célebre es su frase de "desokupar Barcelona de okupas", que ha utilizado en distintos momentos a lo largo de estas décadas, sin importarle demasiado quien estuviera gobernando, aunque entre los años 2001 y 2010, con el auge de la okupación en la ciudad, se convirtió en todo un clásico. En plena campaña de 2007, la okupación fue uno de los temas estrella. Fernández se cansó de utilizar la frase, aunque ninguno de los cinco candidatos a la alcaldía mencionaba la palabra en su programa.

La casa okupa de Can Vies, que Fernández llamaba Can Trias / DAVID BIGORRA



DE CAN VIES A CAN TRIAS 

Ya con Trias como alcalde, Fernández rebautizó Can Vies -la popular casa okupa de Sants- como "Can Trias". Según el regidor popular, Trias fue muy tolerante con los okupas y ordenó paralizar el derribo de Can Vies tras noches de disturbios en las calles. Posteriormente, el alcalde incluso permitió la recontrucción de la casa si se garantizaba que no habría más altercados. Fernández tildó aquella situación de surrealista y la plasmo en un artículo de opinión en ABC que tituló de Can Vies a Can Trias.

La hemeroteca no miente jamás y las menciones encontradas demuestran que el "firmeza 10, tolerancia 0" es un clásico de las ocurrencias de Fernández. Con esta frase, el edil critica la permisividad de los distintos gobiernos municipales con el incivismo y la tolerancia y suele ir acompañada de que Barcelona sea "una ciudad de ley".

Viñedosde Can Calopa, que Fernández bautizó como 'Falcon Clos' / AYUNTAMIENTO DE BCN



LAS "TRAGAPERRAS" SOCIALISTAS

En tiempos de Clos y Hereu, los aparcamientos de pago se desplegaron por buena parte de la ciudad. En 2005, concretamente, el gobierno socialista puso en marcha el área verde de estacionamiento para vecinos. Fernández se refería a los parquímetros como "tragaperras" o "ZP", las iniciales de Zona de Pago que jugaban también con las letras con las que se conocía al presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero

En esos años, el PSC gobernaba en Barcelona con un tripartito, con el apoyo de ERC e ICV, liderados por Portabella y Mayol. De forma sarcástica, era habitual oír en los plenos como Fernández llamaba "Calvete" al regidor republicano. No era ningún insulto, simplemente el popular se dirigía a Portabella con su segundo apellido, Calvete, que Fernández asociaba a los orígenes castellanos por parte de madre del concejal independentista. Para Fernández, Clos, Portabella y Mayol eran "el trío calavera".

En 2002, Clos tuvo la excétrica idea de que el Ayuntamiento produjera su propio vino para servir en las recepciones oficiales. La propuesta se materializó en la finca de Can Calopa, en Collserola. El cachondeo entre los regidores de la oposición fue de época y uno de los inductores fue Fernández, que bautizó la parcela municipal como "Falcon Clos", en referencia a la popular serie de televisión de los años 80, Falcon Crest.

DEL "PIÑA COLAU" AL "GRINCH COLAU"

Los últimos cuatro años de gobierno de Colau han dado para un serial de ocurrencias del edil popular. En verano de 2017, Fernández se refirió a los mojitos y otras bebidas que los vendedores del top manta ofrecían a los bañistas sin ningún tipo de control sanitario como "piña Colau". La pasada Navidad, el concejal acuñó el término "Grinch Colau" para criticar pesebre municipal y denunciar que Colau encarnaba al personaje que arruinaba las fiestas a los barceloneses. Y hace aproximadamente un año, Fernández se sacaba de la manga que "Barcelona es la capital del porro" para testimoniar el auge de los clubs cannábicos en la ciudad.

La lista de frases que Fernández ha sacado a relucir en tres décadas es interminable. El pasado diciembre, La Vanguardia publicó una larga selección hecha por el propio Fernández. La información, firmada por Sílvia Angulo, recoge otros clásicos del diccionario del regidor popular y entre los que no pueden faltar "taxalona", para explicar que Barcelona tenía las tasas e impuestos más altos de España, y "Bachelona", que Fernández utilizaba para denunciar los baches que había en muchas calles de la ciudad.

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