El estreno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, como youtuber no ha podido ser más negativo. Le han llovido palos por todos los lados debido al tono y a los temas que toca en las perlas que lanza a través de las redes en una precampaña electoral 3.0 en la que imita las técnicas estadounidenses. En las perlas audiovisuales, Colau recupera su vena de actriz y lanza proclamas como si la política le fuera algo ajeno. “En los vídeos que difunde, da la sensación de que está dirigiéndose a un público infantil, con expresiones fuera de contexto y mensajes simplistas”, critica a Metrópoli Abierta un dirigente socialista.
Otro dirigente de Ciudadanos es más cáustico y establece comparaciones, aunque éstas suelen ser siempre odiosas: “¿Alguien se acuerda de Leticia Sabater y del tono con el que se dirigía a los niños? Pues ése es el tono que adopta Colau en sus vídeos como youtuber. De vergüenza ajena”.
No es para menos. “Fue un acto brutal. Muchísima gente nos contactamos por Internet y en sólo una semana la que hemos liado”, dice con una expresión de falsa alegría. Calificaba, por ejemplo, a “los chicos esos… los rancios, los de extrema derecha”, refiriéndose a los de Vox que el pasado fin de semana convocaron un acto en la Plaza de España. Y definía a los asistentes como “gente superpower, con unos mensajes brutales”. También se despacha con otro mensaje aderezado de ración de alegría: “Hablar de cosas bonitas, sí, pero tampoco podemos ser unos happyflower que estamos hablando sólo de las cosas bonitas y hacemos ver que no pasa nada cuando los otros están haciendo esto”.
"LENGUAJE ADOLESCENTE”
“Su discurso es el habitual. Lo llamativo es su lenguaje: desenfadado, adolescente, atípico en una alcaldesa”, critica otro vídeo difundido por las redes, que recoge los momentos estelares de Colau. También señala que mezcla anécdotas “con impresiones personales habitualmente inconfesables” y resalta que no duda en echar mano de los trucos de pantalla, como efectos lingüísticos, “coloridas posproducciones, muchos soniditos y vocablos en inglés si es necesario”. En otras palabras, que echa mano de todos los recursos técnicos para encandilar al respetable. Es una monologuista de plasma: a la fuerza del lenguaje y de las expresiones corporales, les añade el complemento de zooms por sorpresa o de latiguillos sonoros propios de comedias de situación.
Tuvo sus más y sus menos con Manuel Valls, hasta el punto de que tras grabar el programa que La Sexta emitirá el próximo domingo ya dejó caer su sensación de que el exprimer ministro francés va de superhéroe y de sabihondo. “El cara a cara fue en Salvados con Jordi Évole, o sea, nivel high. Yo ahora no os puedo explicar el cara a cara, porque eso sería spoiler (…) pero lo más importante es que descubrí que el señor Valls es el campeón del mansplaining”. El contraataque no se hizo esperar: “La alcaldesa ya empieza a poner excusas. ¡Deja los superpowers para los youtubers y céntrate en los problemas de los barcelonesas, que nos has abandonado!”, le replicó por las redes la plataforma Jóvenes con Manuel Valls.
Fuentes del entorno del candidato de Ciudadanos explican a este diario que “la grabación no benefició a la alcaldesa. Eso se verá el domingo. De ahí que haya querido ponerse la venda antes de la herida y haya sacado un vídeo para calentar el ambiente. En resumen, lo que ha querido es cubrir el espacio informativo antes de que se vea el reportaje de La Sexta, en el que no sale bien parada”.
CRÍTICAS SIN PIEDAD
El periodista Juan Soto Ivars disparó a la diana de la alcaldesa definiéndola sin piedad: “Cuando tienes 14 años y tu tía se quiere hacer la guay contigo”. Y otro internauta, aprovechando el filón, se cebaba también: “Por el tono y el nivel del discurso, parece que Ada Colau busca el voto del electorado de 0 a 3 años y de aquellos que han sufrido gravísimos e irreparables daños neurológicos”.
Son interminables los comentarios jocosos sobre las intervenciones audiovisuales de la alcaldesa. Y los mensajes de los internautas son descarnados con Colau. Hay quien habla de “vergüenza ajena”, de “ridículo total” o de fórmulas trasnochadas. “Tú puedes descartar un lenguaje elitista, pero otra cosa es echar mano de las expresiones que ella utiliza y que parece que trate a la gente de idiota. Barcelona se merece que la traten con seriedad”, critica a este diario un miembro de la oposición municipal.
Pero, ¿porqué se mete a youtuber ahora?. La respuesta es sencilla: porque ya está en campaña electoral. Lo dejó entrever en el primer vídeo que emitió. “[Nos quedan] tres meses de campaña electoral. La campaña electoral es lo peor de la política. Es cuando se para toda institución y todos los partidos están todo el rato en modo campaña, que quiere decir hablando en los medios de comunicación, haciendo mítines y generando polémicas etcétera, ¿no?. Es como la peor parte no sólo de la política, sino que incluso diría del género humano. Bueno… no nos gustan las campañas electorales pero sí tenemos muy claro que queremos volver a ganar las elecciones”.
Claro que eso lo dice la alcaldesa que esconde actos de propaganda a la Junta Electoral o que el próximo sábado, por ejemplo, participa en un gran mitin en el que estarán presentes el propio Pablo Iglesias y Jaume Asens, cabeza de lista de los comunes por Barcelona en las próximas elecciones. ¡Y todo ello sin que haya comenzado oficialmente la campaña electoral!. Para demonizar la política y las campañas electorales, la alcaldesa no le hace ascos a participar en todo ese engranaje infernal de la política.
Y afirma que “la verdad es todavía me cuesta hablar de mí misma como política, porque me sigo sintiendo supernormal. Soy la persona de siempre, vivo en la misma casa de siempre, tengo dos niños y además soy alcaldesa. Y quiero seguir siendo una persona normal”. Claro que lo dice con el tono cómplice con el que cuenta también sus otras impresiones happyflower.