Plaza Artós, distrito de Sarrià-Sant Gervasi. Siete de la tarde. Una repentina pelea en un bar. Dos personas salen a la calle golpeándose. Un policía de incógnito saca un walkie y avisa: “Pelea en Artós”. Unos segundos después, cuatro furgonetas de los Mossos y un coche patrulla aparecen en la plaza. Unos 15 agentes se bajan de los vehículos y se dirigen a las personas que se pelean. Minutos más tarde, asunto zanjado sin ningún detenido y la plaza recupera la tranquilidad.
¿Por qué tanta rapidez y eficacia? Porque a esa hora debía comenzar un acto de la CUP en la plaza que los antiindependentistas consideran casi su santuario. Y había que prevenir posibles incidentes. Por eso, los mossos han permanecido apostados muy cerca de la plaza desde mucho antes de que empezará el miting cupero y hasta un tiempo después de que acabara.
SIN INCIDENTES
Poco a poco, los candidatos y simpatizantes del partido antisistema se han ido congregando en la plaza. Al final, alrededor de una cincuentena, entre los que han estado la concejal Maria Rovira, Roger Español y la cabeza de lista a las municipales, Anna Saliente, se han dado cita en un lugar que hasta ahora era centro de reunión habitual de los contrarios a la independencia.
Los pocos y cortos discursos han corrido a cargo, entre otros, de Jordi Magrinyà y Leo Bejarano, segundo y sexto de la lista cupaire a las municipales. Ambos han defendido la lucha antifascista, los derechos LGTBI, además de los clásicos ataques al sistema, a los partidos políticos, del primero al último con representación municipal. Y todo ello entre los eslóganes habituales (“no pasarán”, “el carrers seran sempre nostres”) coreados por los asistentes.
FALLO TÉCNICO
Una vez concluidos los discursos, un poco antes de tiempo por un fallo técnico en el sistema de sonido, los asistentes se han afanado en ‘empapelar’ la plaza más representativa de los antiindependentista con sus carteles electorales plagados de color amarillo.
Y todo ello, sin ningún incidente, aunque el dispositivo de los mossos estaba preparado para actuar en segundos. El ‘ensayo’ antes del comienzo del acto lo ha dejado muy claro.