Las próximas 48 horas serán decisivas para la gobernabilidad de Barcelona y el futuro de Manuel Valls. El candidato de la plataforma Barcelona pel Canvi-Ciutadans valora apoyar la investidura de Joan Subirats, número 2 de Ada Colau, como futuro alcalde de Barcelona en un pacto de gobierno entre los comuns y PSC. La jugada comportaría la salida de Colau y desactivaría un hipotético gobierno independentista liderado por Ernest Maragall, ganador de las elecciones municipales del 26 de mayo. Este es uno de los posibles acuerdos para la gobernabilidad de Barcelona, pero no el único. El exprimer ministro francés, asimismo, podría romper con Ciudadanos si la formación naranja pacta con PP y Vox en Madrid. 

Valls no descarta ningún escenario en las próximas horas. Desde que anunció que aspiraba a la alcaldía de Barcelona, el pasado 25 de septiembre, su relación con Ciudadanos ha tenido muchos altibajos. El encaje no ha sido fácil y las discrepancias con Albert Rivera subieron de tono desde el pacto de gobierno de Andalucía. Con Inés Arrimadas, en cambio, tiene muy buena sintonía. “Valls es una persona de firmes convicciones y le dolió mucho que Ciudadanos pactara con la extrema derecha. El acuerdo marcó un punto de inflexión en la relación entre los dos políticos”, explica una persona próxima al político de Horta. “Ciudadanos no se ha portado bien con Manuel”, insiste un amigo personal suyo.

La portavoz de la plataforma de Valls, Eva Parera, ha subrayado en declaraciones a Metrópoli Abierta que el exprimer ministro francés romperá con “total seguridad” con Ciudadanos si se produce un acuerdo de gobierno entre el partido naranja y Vox en el Ayuntamiento o en la comunidad de Madrid, pero no se moja si el acuerdo se limita a otro tipo de acuerdo. 

Parera ha recordado que Valls siempre se ha opuesto al flirteo de Ciudadanos con Vox y que el anuncio de una posible ruptura que hizo la noche electoral ha sido la última de las advertencias lanzadas por Valls a Rivera. El mensaje cogió a más de uno de los candidatos de la lista de Valls por sorpresa, por ejemplo a la número 2, Mariluz Guilarte, diputada de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña. En cualquier caso, la portavoz reitera que “la ruptura no se ha formalizado” y que espera que se pueda reconducir la situación.

POSIBLE RUPTURA DEL GRUPO MUNICIPAL

La posible ruptura de Valls con Ciudadanos tendría consecuencias en el grupo municipal de Barcelona pel Canvi-Ciutadans, que en principio debería estar formado por seis regidores. Éste podría quedar dividido en dos partidos políticos distintos en el Ayuntamiento, Barcelona pel Canvi, formado por Valls, Parera y Celestino Corbacho, y otro Ciutadans, integrado por Guilarte, Paco Sierra y Marilén Barceló, los tres miembros del partido de Rivera. 

Valls ya ha registrado un partido con el nombre de Barcelona pel Canvi que él presidiría. Como ya ha anunciado en las últimas semanas, no se desvinculará de la política local. Su prioridad pasa por evitar un gobierno independentista formado por ERC y Junts per Catalunya. “Considera que el independentismo de Maragall es más peligroso que el populismo de Colau”, insisten desde el entorno del político.

Sobre un posible pacto alternativo de gobierno, que dejara a Maragall fuera del alcaldía, Parera ha dicho que “lo peor para Barcelona sería un alcalde independentista. Si, además, no está Colau ganamos mucho”, destaca Parera. En cualquier caso, los posibles pactos alternativos también dependerán del recuento de una cuarentena de votos que podría cambiar la correlación de fuerzas en el Ayuntamiento si el PP pierde algunos de los concejales que tiene asignado. “Si ERC gana un regidor más tendría 11 y podría sumar mayoría absoluta con Colau”.

EL FUTURO DE CATALUÑA

La gobernabilidad de Barcelona es todo un misterio. Valls, sin embargo, está tanto o más preocupado por el futuro de Cataluña. Recientemente ya expresó su decepción por la victoria de la ANC en la Cambra de Comerç de Barcelona. Por eso le preocupa tanto el triunfo de Maragall y sus primeros contactos con Elsa Artadi para formar un gobierno independentista en la Ciudad Condal. En el futuro no descarta liderar una plataforma constitucionalista, y catalanista, para pacificar Cataluña desde la moderación.

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