Colau, muy susceptible por la inseguridad de Barcelona

El verano se acaba y los barceloneses regresan a las rutinas diarias con los mejores deseos, pero comprobando que algunas cosas no cambian en Barcelona. Desgraciadamente. A principios de septiembre ya son 15 las muertes violentas en la ciudad y su alcaldesa, Ada Colau, se pone de los nervios cuando escucha que Barcelona tiene un problema con la seguridad.

Colau está muy alterada. Susceptible con las críticas. Parece que las vacaciones que no le han sentado muy bien. Más impulsiva de lo normal, la alcaldesa no acepta la crítica y está en el punto de mira de muchas entidades por sus subvenciones a dedo a organizaciones afines.

Colau, además, sufre un ataque de cuernos cada vez que la prensa y muchas entidades aplauden las medidas de Albert Batlle para frenar la delincuencia y la inseguridad. Su lucha contra el top manta ha suscitado ya algunas tensiones en el gobierno municipal. Los comercios, en cambio, aplauden los primeros gestos de Batlle.

Los comunes, mientras, se quejan de la falta de Mossos en Barcelona y de las deficiencias del sistema judicial. Callan, sin embargo, el malestar de los últimos años de la Guardia Urbana y su mala gestión con los narcopisos del Raval y el aumento de la delincuencia. Colau no tenía un plan para combatir la inseguridad. Batlle sí lo tiene. Déjenle trabajar y apoyen sus medidas de choque. En juego están la reputación de Barcelona y la tranquilidad de sus vecinos. Que no es poc.