Un total de 40.000 euros al año. Eso es lo que la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quiere recaudar en algunas de las terrazas que jalonan la capital de Cataluña. Hasta ahora, esas terrazas pagaban una media de 10.000 euros anuales, por lo que la subida que prepara el equipo de gobierno municipal (comunes y PSC) cuadruplica los impuestos que se pagaban hasta ahora. Esto ha puesto de los nervios al Gremio de Restauración y a los partidos de la oposición en pleno, que negocian con la cúpula municipal poner un poco de seny en las ordenanzas del año que viene.

El principal partido de la oposición, ERC, estudia este jueves cuál será su estrategia de las próximas semanas. “La propuesta del equipo municipal que está encima de la mesa es muy controvertida. Propone subidas de hasta el 400%. Nosotros somos partidarios de que la ocupación del espacio púbico conlleve una recaudación para el Ayuntamiento, pero que no sea tan exagerada. Además, no es lo mismo poner una terraza en las Ramblas que en el barrio de Horta”, explican a Metrópoli Abierta fuentes de Esquerra.

De manera muy similar se explican desde Junts per Catalunya (JxCat). “Admitimos que estamos negociando con el equipo de gobierno el tema. Nos abstuvimos en la tramitación de las ordenanzas para que podamos tener la oportunidad de discutir los temas e introducir enmiendas. Y ahora se verá lo que están dispuestos a hacer. De momento, creemos que subir las tasas de las terrazas un 200 o un 400% es una barbaridad. Si eso lo traducimos en números, quizá no esté alejado del sentido común, pero si lo miramos fríamente, en cualquier plan de empresa, si tienes que asumir un aumento del 400% en gastos, es inviable. Eso provoca que tengas que reducir gastos y es contraproducente para los negocios”, explican a este diario fuentes de JxCat.

SUBIDA PROGRESIVA

Desde las filas posconvergentes se admite que hay que subir las tasas, pero hay que minimizar el impacto negativo: “Ha de ser una subida progresiva. Es cierto que los precios no se actualizan hace tiempo, pero han de adaptarse estrategias que hagan viables a los negocios. Lo que queremos es introducir elementos de sentido común en las nuevas ordenanzas”, subrayan las fuentes.

Desde Ciudadanos, el varapalo al equipo de gobierno es también de órdago. “Algunos negocios tendrán problemas. Si una terraza pasa de pagar 10.000 a 40.000 euros anuales, eso significa que es como si pagase un salario más. Y entonces o pagas por un café 12 euros o despides a un empleado. Nosotros apostamos por la congelación de tarifas, pero aún así, llevaremos a la comisión de Economía próxima la propuesta de crear una mesa técnica con el sector para discutir el tema”, explica Luz Guilarte, presidenta del grupo municipal de Ciudadanos.

El Gremi de Restauració reunió este martes a todos los grupos municipales de la oposición para mostrarles su desacuerdo con las ordenanzas de los comunes y socialistas. “Ellos están dispuestos a actualizar las tasas, pero gradualmente, con consenso. Tienen predisposición a hablarlo. Y si el equipo municipal predica y prioriza el diálogo, lo que debe hacer es hablar con los representantes del sector”, subraya Guilarte.

CRUZADA CONTRA EL OCIO

La líder naranja critica especialmente la política municipal de Colau afirmando que desde el 2015 comenzó una cruzada contra el ocio. “Primero, recortó metros cuadrados de terraza, luego, redujo los horarios y más tarde aumentó los impuestos. La persecución a la restauración por parte de la alcaldesa se ha ido acentuando. Y la llegada del PSC, lejos de poner sentido común, lo que hizo fue intensificar esa persecución”.

La representante de Ciudadanos critica que desde la cúpula municipal se compare a la capital catalana con otras ciudades europeas. “Ni la fiscalidad, ni la burocracia, ni los usos de Barcelona son comparables a otras ciudades europeas. Que la comparen, si quieren, con Madrid o con Sevilla. No hay rigor en las excusas del equipo municipal”, añade Guilarte. Por tanto, Ciudadanos reclama que, en caso de que no haya congelación de tarifas, se produzca un aumento “razonable, gradual y con consenso, porque también hay que proteger el empleo y aquí se está castigando tanto la creación de empleo como el rol de socialización, muy mediterráneo, que cumplen y han cumplido siempre los bares y terrazas. Eso al margen de que los bares son comercio de proximidad”.

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