En 2020, los barceloneses se tendrán que rascar más el bolsillo para pagar los impuestos y tasas municipales. El gobierno de Ada Colau y Jaume Collboni ha aprobado una subida masiva de las cargas fiscales. El incremento afectará al Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), al de vehículos y al de alcantarillado. También subirá la cantidad a pagar por tener una terraza en la vía pública, al igual que la grúa municipal. Además, se creará una nueva tasa de residuos y queda pendiente saber cuánto se pagará por las áreas azul y verde de aparcamiento.
El incremento de impuestos llega después de que el PSC denunciara, desde julio de 2018 y hasta las elecciones del pasado mayo, recortes en el gobierno de Colau por la caída de los ingresos del Ayuntamiento, aunque para el concejal de Barcelona en Comú, Jordi Martí, se trata de una "fiscalidad de izquierdas", que permitirá un presupuesto expansivo para luchar contra la falta de vivienda y la emergencia climática. Para la regidora Comercio, Mercados, Consumo, Régimen Interior y Hacienda, Montserrat Ballarín, "son las mejores ordenanzas fiscales ue Barcelona podía tener. Solo ocho de los 41 regidores votaron en contra", dijo en relación al pleno del día 20 de diciembre.
Uno de los impuestos que más notarán los barceloneses será el IBI. El aumento será un 5,46% por recibo, según ha explicado el Ayuntamiento. Los tipos impositivos bajarán del 0,75 al 0,66%, pero la supresión de los topes provocará este importante incremento. La subida no es exclusiva de Barcelona y afectará a otras 1.092 poblaciones españolas tras la revisión catastral aprobada por el Ministerio de Hacienda a petición de cada municipio. El Ayuntamiento también cobrará un recargo del 50% a las viviendas residenciales que están permanentemente vacías y quitará la bonificación por domiciliación. La previsión municipal es recaudar 687,5 millones de euros.
NUEVA TASA DE RESIDUOS
La tasa de alcantarillado también subirá "para aumentar el grado de cobertura de los costes del servicio", según palabras del gobierno municipal, y pasará de 15 a 24 euros anuales. También se introducirá una nueva tasa de recogida de residuos, que se empezará a pagar a partir del mes de mayo en la factura del agua. Según el regidor de Emergencia Climática, Eloi Badia, 557.000 hogares, un 73,3% del total, pagarán entre 27 euros y 51 euros anuales, lo que supone entre 2,25 euros y 4,25 euros al mes. Todas las tasas e impuestos fueron aprobadas por el pleno municipal el pasado 20 de diciembre. La tasa de residuos está pendiente de recibir el visto bueno definitivo, aunque saldrá adelante con total seguridad.
Otra tasa que va al alza es la retirada del coche por parte de la grúa municipal. En este caso la subida es del 17% y el coste pasará, para un turismo, de los 147,69 a los 173 euros anuales. La subida supondrá que las personas a las que la grúa se les lleve el vehículo, generalmente por una infracción viaria, tendrán que abonar 25,31 euros más que ahora. B:SM, la empresa pública que gestiona la grúa, justifica la subida alegando que de esta manera se cubrirá el 95% del coste de servicio de la grúa. "Sin esta revisión, la tasa solo cubriría un 76,96% del coste de la retirada del vehículo, repercutiendo en el resto de ciudadanos una parte del coste de la indisciplina de un conductor".
SUBE EL IMPUESTO DE VEHÍCULOS
El Ayuntamiento también incrementará "el coeficiente a partir del cual se calcula la tarifa del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM) para turismos y motocicletas". El nuevo impuesto prevé un cambio de las bonificaciones para los vehículos menos contaminantes. Los cero emisiones mantendrán la bonificación del 75%, pero los ECO pasarán de una bonificación del 75 al 50%. Los vehículos de gasolina, de hasta 120 g/km de CO2, y los que tengan una antigüedad superior a los 25 años perderán la bonificación.
Muy probablemente, 2020 traerá también un aumento de lo que se tendrá que pagar por aparcar en las áreas verde y azul de estacionamiento, aunque esta carga todavía no ha sido aprobada por el pleno municipal y está pendiente de las negociaciones que el gobierno municipal está llevando con ERC, el partido que lidera Ernest Maragall, y que se cerrará, si no se produce algún cambio sustancial, también con un acuerdo para los presupuestos de 2020. El ejecutivo de la ciudad ha hecho una propuesta inicial de unas cuentas municipales para el 2020 que se acercan a los 2.900 millones de euros.
EL GREMIO DE RESTAURACIÓN, EN PIE DE GUERRA
Pero si una tasa ha levantado ampollas ha sido la de las terrazas. El sector de los restauradores se ha puesto en pie de guerra contra el gobierno municipal. A nivel global, el pago se incrementará finalmente un 66%, un tercio menos de lo previsto inicialmente, tras el acuerdo de Colau y Collboni con Maragall. Según el director general del Gremi de Restauració, Roger Pallarols, el pacto es insuficiente y habrá establecimientos que tendrán que cerrar. “Es una barbaridad. No se puede hablar de una reducción de las tasas respecto a la propuesta inicial, sino de una subida desmesurada”, ha recalcado Pallarols, que asegura que se producirán aumentos de hasta un 800% en espacios como el mercado de la Boqueria o la plaza Reial.
La regidora Ballarín ha querido sacar hierro al impacto que la tasa de terrazas tendrá en el gremio y ha asegurado que una mesa con cuatro sillas en el paseo de Gràcia costará 3,43 euros al día. La nueva tasa prevé una nueva clasificación según las zonas y las calles ajustada a la realidad urbanística y económica, que pone fin a las categorías fiscales actuales, que se definen por tramos de calles. El consistorio dice que con la nueva tasa de terrazas Barcelona se equipara a ciudades como Venecia, Roma, Milán y Nápoles. Muy probablemente, la subida de la tasa de terrazas repercutirá en el cliente con una aumento de los precios de las consumiciones.