La Zona de Bajas Emisiones (ZBE) es una de las medidas estrella de este inicio de legislatura de la coalición entre comunes y socialistas que gobierna el Ayuntamianto de Barcelona. Con ella, se pretende reducir 200.000 toneladas de CO2.

El objetivo es sacar de las calles 50.000 vehículos contaminantes que no tienen la etiqueta ambiental de la Dirección General de Tráfico (DGT).

GANAS DE MULTAR

En caso de incumplimiento, las sanciones oscilarán entre los 100 y los 500 euros. Estas multas se tenían que aplicar a partir del 1 de abril de este año a pesar de que esta iniciativa empezó oficialmente el pasado 1 de enero.

A causa de la crisis del coronavirus, el gobierno municipal atrasó esta fecha para más adelante, una vez haya pasado el estado de alarma. Esta semana, el equipo de la alcaldesa ha hecho público en la Gaceta Municipal (el boletín oficial del Ayuntamiento) que la intención del Ejecutivo local es empezar a sancionar a los coches contaminantes tan pronto como sea posible, una vez las restricciones por el Covid-19 ya sean historia.

LAS CÁMARAS, PREPARADAS

Además, el consistorio ya tiene preparadas las 36 primeras cámaras que controlarán la ZBE del total de 66 que tendrá la ciudad. Los dispositivos estarán distribuidos en el AMB, llegando en total a unos 200 en toda la zona. El uso de estos aparatos será multar automáticamente a los vehículos infractores.

A principios de marzo, unos 36.000 vehículos habían dejado de circular por la ZBE entre noviembre y febrero, según las cifras del balance metropolitano que presentó el Área Metropolitana de Barcelona (AMB).

Colau, con ganas de multar a los coches contaminantes lo antes posible / AJ. DE BARCELONA



La institución, además, dijo en su día que se ha pasado de un 11-12% de vehículos sin etiqueta medioambiental que circulaban por la ZBE en noviembre, a un 7-8,5 % en febrero, una reducción de entre 2 y 4 puntos.

NO SERÁN OCULTAS

Por si fuera poco, también estas primeras semanas del año ha empezado a circular un turismo equipado con múltiples cámaras que se encargará de multar a los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT que circulen por la ZBE. Este coche se suma al resto de cámaras y ya está circulando por las zonas señaladas.

El objetivo de este nuevo vehículo es “reforzar la vigilancia” para que ningún coche sin la etiqueta homologada entre a la ciudad.

El consistorio barcelonés ha asegurado que todas las cámaras estarán señalizadas, es decir, que no habrá ninguna de oculta. Estos aparatos se encuentran en 20 puntos de control distribuidos por algunas de las calles más céntricas de Barcelona, las principales entradas y salidas de la ciudad y algunas vías rápidas.

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