Barcelona tiene paralizados casi 11.000 expedientes de obras privadas
Una cuarentena de trabajos públicos urgentes o esenciales ya se han reabierto en la última semana
17 mayo, 2020 00:00Noticias relacionadas
Barcelona tiene 11.000 expedientes de obra paralizados por la crisis del coronavirus. Así se refleja en los números del Ayuntamiento, que apuntan a que sólo se han reanudado el 15% de los 13.000 expedientes abiertos antes del inicio del estado de alarma. En este sentido, el consistorio no permite que se realicen obras, públicas o privadas, que no garanticen el aislamiento total de los trabajadores con el resto de la sociedad. “Ninguna operación que no garantice el contacto nulo entre los trabajadores y los vecinos podrá ser reemprendida. El consistorio hará un seguimiento estricto de la situación y se pone a disposición de las empresas para aclarar cualquier duda que pueda surgir”, alertan desde el consistorio.
Los expedientes citados hacen referencia exclusivamente privadas, según confirmaron a Metrópoli Abierta fuentes municipales. En lo que hace referencia a las públicas, están retomándose los trabajos para volver a normalizar la situación cuanto antes.
“El pasado 4 de mayo comenzamos a llamar a las empresas adjudicatarias de construcciones públicas para ponerlas sobre aviso de que pueden volver a reanudar los trabajos, siempre y cuando lo hagan con los elementos de protección obligatorios. De momento, llamamos a las empresas que tienen obras que consideramos esenciales y les pedimos los planes de contingencias para ver que cumplen con los requisitos sanitarios”, explican fuentes municipales a este diario.
CUARENTA OBRAS REABIERTAS
En esta semana, pues, se han reabierto una cuarentena de trabajos. “Van abriendo a medida que actualizan las medidas de seguridad”, subrayan desde la Administración. Entre las que se han puesto en marcha de nuevo figuran, por ejemplo, las de los túneles de Les Glòries, por la importancia que tiene esta infraestructura, que ya lleva además un retraso considerable en su ejecución.
Otra de las que que se han vuelto a reactivar, por ejemplo, es la de una guardería de la calle Roger, en el barrio de Sants, por citar también una que es un servicio en vez de una infraestructura. Pero también se han puesto en marcha otras de necesidad, como las que hacen referencia a los corredores de bici que se han diseñado para descongestionar el tráfico: los carriles en Sants-Creu Coberta, València, Gran Via, Pau Claris, Roger de Llúria, Via Augusta, Indústria, Castillejos, Meridiana o Passeig Santa Coloma.
“Estas obras son urgentes y necesitamos acabarlas cuanto antes. Por eso, se han comenzado a realizar las modificaciones necesarias en determinados puntos”, señalan desde el Ayuntamiento.
LAS PRIVADAS, MÁS LENTAS
En las privadas, Ada Colau mantiene la suspensión del plazo de las licencias mientras dure el estado de alarma, según consta en la web del consistorio. Pero desde el pasado 3 de mayo está permitido hacer operaciones en edificios habitados siempre y cuando se hagan en zonas delimitadas o en pisos no habitados o a los que no tengan acceso los residentes.
En el Ayuntamiento explican que el reinicio de los trabajos privados es más lento. Las condiciones para reanudarlas son similares a las de las públicas, aunque es posible que en ocasiones sea más difícil por condicionantes diversos. “En principio, no existe problema alguno para que se reanuden las que si se garantizan las condiciones de seguridad. Si existen esas medidas, el consistorio no pondrá reparo alguno a que se hagan. Los problemas más numerosos, sin embargo, no son los de los elementos de seguridad: las quejas de los vecinos suelen ser por ruidos, humos u olores. Pero ya desde antes del estado de alarma hicimos un seguimiento de las obras con quejas para proceder a su paralización hasta que se subsanasen los problemas”, señalan desde el consistorio.
LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD
Con motivo del Covid-19, sin embargo, la Administración municipal ha establecido unos estrictos controles para evitar los contagios. En primer lugar, limita la circulación del personal profesional por zonas comunes no segregadas para evitar que los vecinos se contagien. La entrada y salida a los locales, pisos o zonas de obras ha de ser al comienzo y al final de la jornada laboral. Los obreros han de quedarse dentro y tienen prohibida la salida de la zona. También, por supuesto, han de adoptar todas las medidas de higiene y prevención dictadas por las autoridades sanitarias.
El consistorio mantiene, no obstante, la posibilidad, “siempre que se respeten las condiciones sanitarias” de prevención establecidas, para hacer operaciones en edificios e incluso en pisos habitados con motivo de reparaciones urgentes de instalaciones, averías o tareas de vigilancia necesarias.