Varias personas toman café en una terraza cerrada de Barcelona, en mayo / EFE - ALEJANDRO GARCIA

Varias personas toman café en una terraza cerrada de Barcelona, en mayo / EFE - ALEJANDRO GARCIA

Información municipal

Sólo cinco contratistas montan las terrazas en las calzadas de Barcelona

Desde el pasado 17 de julio se realizan las obras de condicionamiento, que costarán más de 116.000 euros

6 agosto, 2020 00:00

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El ayuntamiento de Barcelona ha contratado a tres autónomos y dos empresas para asegurar la adecuación de las aceras y calzadas a la nueva normativa de ampliación de terrazas. En esta labor, el consistorio barcelonés destinará casi 116.000 euros, tramitados por la vía de urgencia para permitir que los bares y restaurantes puedan tener espacio donde atender al público tras el cierre decretados por el estado de alarma. La adjudicación fue a partes iguales: cada uno de los contratistas percibirá 23.185,48 euros. La adjudicación de realizó el pasado 17 de julio bajo los criterios de la urgencia requerida para estas obras.

Un informe del Servicio de Comercio, Restauración y Consumo del Ayuntamiento (elaborado ya en el mes de mayo) da la voz de alerta sobre la grave situación del sector de la restauración con motivo de la crisis del Covid-19. “Es evidente que esta situación excepcional ha derivado en un grave debilitamiento de este sector. Uno de los sectores estratégicos para la ciudad, en tanto que es pieza clave de la actividad económica, de la configuración del espacio urbano y de la integración social”, dice el citado informe.

MÁS DE 9.000 RESTAURANTES EN BARCELONA

Barcelona tiene 9.359 restaurantes que se distribuyen por todos los barrios, pero la gran mayoría se acumulan en los distritos de Eixample, Ciutat Vella y Sant Martí. De ellos, el 90,3% son restaurantes independientes y el 9,75% son de cadenas organizadas. El 68% de la oferta se focaliza en la cocina mediterránea o local, mientras que la cocina especializada llega al 30%. Además, el 62,4% de los establecimientos cuentan con terraza con una superficie de 7 metros cuadrados de media, según la encuesta de actividad del sector de la restauración elaborada por el Ayuntamiento.

Con la crisis sanitaria, muchos establecimientos están en riesgo de cierre. “La decisión de permitir el incremento del espacio dedicado a las terrazas es una opción clara que posibilita ampliar el número de clientes y, en consecuencia, el aumento de ingresos y el mantenimiento de puestos de trabajo”, explica el informe de los técnicos municipales. Para hacer posible esto, “es necesario, en muchos casos, tomar medidas para adecuar las aceras, la calle y el mobiliario urbano y así garantizar la seguridad, la higiene y evitar posibles problemas de convivencia. Es necesario hacer compatible el uso del espacio público con requerimientos diversos que se producen en la aplicación de esta medida de ampliación del espacio dedicado a las terrazas”.

INTERVENCIÓN INMEDIATA

Concluye el informe que la intervención municipal ha de ser inmediata “para garantizar las condiciones óptimas en el momento en que sea posible la apertura y la ampliación de terrazas en Barcelona”.

Paralelamente, la Agencia de Salud Pública de Barcelona, un ente municipal consorciado con la Generalitat, emitía un informe destacando que en la capital catalana se habían detectado 15.000 casos positivos de coronavirus con “un exceso de defunciones de 3.400”. Basándose en el decreto de alcaldía del pasado 23 de mayo sobre la necesidad de generar espacio público para instalar terrazas y que no vaya en detrimento del espacio público destinado a los peatones, abogaba por implementar medidas “que garanticen progresivamente el retorno a la normalidad pero manteniendo las distancias físicas mínimas de seguridad”, así como medidas de higiene y desinfección. La Agencia defendía las nuevas medidas de ampliación de las terrazas y las consideraba poco menos que imprescindibles.

BIMSA NO PODÍA HACERLO

La empresa municipal Bimsa fue la encargada de establecer las condiciones técnicas y sanitarias para realizar las obras de acondicionamiento y dictó las instrucciones para que los contratistas y subcontratistas municipales tuviesen un protocolo de referencia. En realidad, los trabajos de acondicionamiento tenía que realizarlos la propia Bimsa, pero un “informe de insuficiencia de medios” firmado por su consejero delegado, Jordi Campillo, el pasado 12 de junio, explicaba que “la entidad cuenta con una plantilla con una carga de trabajo que hace materialmente imposible que se puedan asumir otras tareas. Por eso resulta del todo necesario la contratación de los servicios de coordinación de seguridad y salud en fase de ejecución de las obras de ampliación del espacio público para destinarlo a la reapertura de terrazas, con ocasión de la flexibilización de las restricciones establecidas con la declaración del estado de alarma”.

Finalmente, los técnicos del Ayuntamiento, siguiendo las órdenes de la gerencia de Ecología Urbana, establecieron las condiciones de la instalación “de los elementos necesarios para señalizar los espacios autorizados, instalando separadores con los carriles de circulación, así como la señalización que se considere necesaria, siempre siguiendo lo indicado en los planos autorizados a la resolución correspondiente a cada una de las actuaciones, informada y revisada por el Equipo Técnico de Terrazas”.