ERC recula. El partido de Ernest Maragall ha maniobrado este miércoles para no salir trasquilado por las subidas en el precio del agua. En un comunicado, los republicanos han repartido la culpa entre el Gobierno municipal y Aigües de Barcelona. Pasan por alto, sin embargo, su implicación en la creación del nuevo impuesto, el mismo que ha disparado el precio del agua. Así se lo recordaron ayer políticos de JxCAT, que señalaron a ERC como cómplice de la tasa. Tras levantar el dedo acusador, cientos de ciudadanos afearon la débil oposición de los republicanos en el Ayuntamiento de Barcelona.
A los exconvergentes no les faltaba razón. La nueva tasa de residuos, aprobada en el pleno municipal del Ayuntamiento de Barcelona de enero de este año, recibió el voto favorable de los dos partidos de gobierno --Barcelona en Comú y PSC-- y de ERC. Gracias a su apoyo, la Tasa Recogida de Residuos (TRR) entró en vigor el pasado julio, sin aplazos por los efectos de la crisis económica de la pandemia.
CONTRADICCIONES DE ERC
Tras el revuelo generado por el encarecimiento del servicio del agua, ERC ha tratado de desmarcarse este miércoles de la polémica, que ha causado un gran enfado ciudadano. A través de un escueto comunicado, los republicanos han pedido al Gobierno municipal que renuncie a cobrar las tasas de residuos anteriores al mes de julio. Es decir, que rechaze el impuesto que votaron juntos hace tan sólo unos meses. En concreto, exige que el Ayuntamiento "devuelva el importe ya cobrado de la tasa municipal de residuos (incluida en la factura del agua) a través de una bonificación en la próxima factura".
Por otro lado, también ha solicitado a Agbar "rectificar" el cobro de "importes indebidos" en la factura del agua.
No obstante, el papel de ERC en la creación del nuevo impuesto ha evidenciado su débil oposición y sus complicidades con comunes y PSC. Su rol en el Ayuntamiento como aliado del Gobierno puede desgastar a los republicanos, que puede aprovechar JxCAT para ganar protagonismo en Barcelona.