El polémico concejal de Emergencia Climática y Transición Ecológica del Ayuntamiento de Barcelona, Eloi Badia, vuelve a dar marcha atrás ante una iniciativa que él mismo había tenido hace unas pocas semanas. En este caso, el consistorio retomará el mantenimiento de las zonas verdes de la capital catalana. Algo que el propio Badia no veía con buenos ojos en junio cuando dijo que era partidario de pasar "de un verde de gestión ecológica a un verde naturalizado".
Ahora, tras el verano y la lluvia de críticas, Parcs i Jardins volverá a realizar la siega de césped en los parques, el desbroce de alcorques y la poda del arbolado en la Ciudad Condal, tal y como se había hecho hasta la decisión del político de la Verneda.
CAMBIO DE DISCURSO
Eso sí, desde el gobierno municipal avisan que las actuaciones en las zonas verdes seguirán con el criterio de "naturalizar la ciudad", pero pendientes de que no crezcan sin control ni ocupen los espacios de peatones.
Este sábado, Badia ha destacado que la ciudadanía les “ha hecho notar” la necesidad de mejora de este mantenimiento. A modo de ejemplo, uno de los varios lugares donde el crecimiento de las hierbas había aumentado considerablemente está en la calle Balmes, algo de lo que los residentes y las asociaciones de vecinos llevaban reclamando desde antes de las vacaciones de verano.
MUCHO TRABAJO POR HACER
Por culpa de las brutales consecuencias del temporal Gloria y de la crisis sanitaria del coronavirus, todavía hay 10.000 de los 243.208 árboles que siguen pendientes de ser podados en Barcelona.
Con estas intervenciones, el equipo de gobierno, liderado por la alcaldesa Ada Colau, estudia plantar unos 1.000 árboles en los 10 distritos y unas 100.000 unidades de plantas con flor.