Más de 718 euros es lo que costarán las obras de la tercera planta del Ayuntamiento que la alcaldesa, Ada Colau, ha contratado con la compañía Eurocatalana Obres i Serveis. La reforma de esta planta ha sido proyectada por el arquitecto Carles Campanyà y se trata de la tercera fase de la remodelación de esta zona del edificio. La fase 1 reformó la parte que da a la plaza Sant Jaume. Y la fase 2, la que da a la plaza Sant Miquel. La superficie afectada, por la última reforma, serán de 331,85 metros cuadrados, que afectarán a la zona que da a la calle Ciutat  y a la Baixada Font de Sant Miquel.

Esta planta está dedicada, en la actualidad, a oficinas de diferentes departamentos. Una de las actuaciones de esta remodelación es conectar la planta tercera (la última del edificio histórico del Ayuntamiento, que tiene fecha de construcción en 1928) con la cubierta mediante una escalera de nueva construcción. La llamada escalera de romans tendrá, así, un nuevo tramo que saldrá a la cubierta del edificio mediante un nuevo tragaluz que se construirá con esta remodelación.

DETERIORO DEL MATERIAL BASE

Según un informe interno del Ayuntamiento, elaborado a principios del pasado mes de marzo, “actualmente, el ámbito y la situación de los espacios de la planta tercera es muy diferente entre los espacios que ya han sido reformados y los espacios que todavía no. No sólo es un tema estético, sino que hay muchos factores que justifican la necesidad de ejecutar estas obras”.

Entre los motivos, el informe indica que “a nivel de cierres y maderas, son tan antiguos que incluso algunas ventanas tienen problemas de filtraciones y aislamientos por el deterioro del material base (la madera, por el paso del tiempo, se está deshaciendo)”. A nivel de instalaciones, añade el texto, “la mayoría son antiguas (instalaciones eléctricas, de telecomunicaciones, evacuación de aguas…) y precisan de una actualización que permitan un funcionamiento más eficiente (iluminación, clima y ventilación)”.

REVESTIMIENTOS AGOTADOS

A este respecto, el proyecto prevé instalar una iluminación en las zonas de circulación de un mínimo de 100 lux con led, encastado en el techo estableciendo alumbrado de emergencia y señales de seguridad, instalando servicio de ventilación y climatización en todos los espacios de la planta, instalando, asimismo, equipos de voz y datos en todas las salas, extintores cada 15 metros y detectores de presencia en los servicios, así como en los despachos. Cada sala dispondrá también de detector iónico de humos.

La reforma trata también de reforzar el forjado (a nivel estructural, es la única planta en la que no está reforzado) y, a nivel de revestimientos, se considera que los actuales forjados “ya han cumplido su uso y ahora, siguiendo las directrices del anteproyecto para esta planta, se plantea una continuidad en la reforma que permita dar respuesta por la redistribución de espacios, instalaciones y resto de equipamiento, como oficinas y despachos. Se hace una nueva distribución de oficinas, mejorando la accesibilidad en el vestíbulo de la escalera de romans con una nueva rampa sobre las existentes y se construye en la caja de la escalera de romans un nuevo tramo de uso restringido de acceso a la cubierta”.

INFORME DE BAJA TEMERARIA

El concurso se puso en marcha el pasado mes de julio y al mismo se presentaron seis empresas. El presupuesto inicial era de algo más de 903.000 euros con IVA incluido. La oferta de Eurocatalana Obres i Serveis fue la más económica: 718.000 euros, IVA incluido. Eso significa un precio a la baja de más del 20% sobre el presupuesto inicial, lo que provocó que el Ayuntamiento calificase su oferta, en un principio, como baja temeraria.

Eurocatalana alegó su experiencia en la rehabilitación de edificios singulares afectados y catalogados. “Dejan constancia de su experiencia en el edificio, cosa que facilita conocer el proyecto y ajustar la oferta”, dice el informe sobre la baja temeraria que abrieron los técnicos municipales.

ALEGACIONES DE LA EMPRESA

Otro punto de las alegaciones fue que la empresa dispone de equipo humano, maquinaria y medios auxiliares propios tanto en sus oficinas de la calle Pere IV como en un almacén propio de Pallejà. Asimismo, apelaba a un ajuste de los rendimientos de las partidas (aún manteniendo los salarios por categoría profesional y los gastos indirectos repercutidos) y ajustaba el beneficio industrial a sólo un 2,5% del presupuesto. “La justificación aportada por la empresa analiza la estructura y los recursos propios que la empresa puede utilizar para la ejecución de la obra. Aportan presupuestos detallados y compromisos con proveedores para la ejecución de los trabajos objetos de este contrato, con un importe total de subcontratación que representa aproximadamente el 60% del volumen económico de la obra”, dicen los técnicos.

La compañía incorporó incluso el listado de cinco empresas subcontratadas y lo que cobraría cada una de ellas por sus trabajos. “La mayor parte de los materiales necesarios para ejecutar las obras provienen de las ofertas de las empresas colaboradoras”, advierte el informe. En base a esas alegaciones, su oferta fue aceptada y al final ganó el concurso.

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