El Ayuntamiento de Barcelona se ha equivocado y se ha quedado sin su Rasca de Navidad. El pasado 29 de octubre, la comisión de gobierno municipal aprobó las bases para poner en marcha el juego [ver aquí, punto 19]. Un mes después, la misma comisión municipal ha dejado sin efecto la citada aprobación [ver aquí, punto 44). La razón es clara: un ayuntamiento no puede organizar un rasca, rasca, una combinación aleatoria (en nombre técnico), afirman fuentes del departamento de Economía de la Generalitat, la administración de la que dependen los juegos y apuestas en Cataluña.

En conversación con Metrópoli Abierta, la regidora de gobierno Montserrat Ballarín (Comercio, Mercados, Régimen Interior y Hacienda) reconoce: "Nos hemos equivocado". La idea del Rasca de Navidad, ya explicada por este medio, nació del ámbito público-privado. Según la edil socialista, en un primer momento se planteó impulsarlo desde el sector público para facilitar la gestión a los comercios, pero la Ley no lo permite.

Ballarín explica que el Govern autonómico hizo un requerimiento -algo que también ha confirmado la Generalitat- y aclaró la situación: un rasca se tiene gestionar desde el ámbito privado -entidades, ejes comerciales, clubes deportivos...-, pero no desde una administración pública. En territorio catalán, la única excepción es Loteries de Catalunya, "entidad autónoma de juegos y apuestas de la Generalitat". "Tiene fines comerciales, pero los beneficios van a proyectos sociales", aclaran desde el departamento de Economía. 

600.000 BOLETOS Y 20.500 PREMIOS

A pesar de que el Ayuntamiento no puede organizar el Rasca de Navidad, la intención es que se haga. La gestión la centralizará Barcelona Oberta, que es la unión de ejes comerciales turísticos de Barcelona que comparten una visión del papel económico y social del comercio en la capital catalana. Según Ballarín, se distribuirán 600.000 boletos en comercios de la ciudad con 20.500 premios. Los rascas se empezarán a entregar entre los días 11 y 14 de diciembre en "todos los comercios que lo pidan" y en más de 2.000 paradas de mercados municipales.

Tarjeta del Rasca de Navidad de Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

Tarjeta del Rasca de Navidad de Barcelona / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

El rasca no tiene fines lucrativos -ni reparte dinero en efectivo- sino que busca "incentivar el consumo durante la campaña de Navidad" en un año muy marcado por los efectos de la pandemia. Los 20.500 regalos tienen un valor de 260.000 euros. El juego tendrá cuatro tipologías de premios: ocio, cultura y espectáculos; restauración y hostelería; productos y servicios, y deportes. La iniciativa se enmarca dentro de la campaña de Navidad, pero durará hasta que se acaben los boletos. Los premios se podrán canjear hasta finales de julio.

MÁS DE 14.500 PREMIOS DEL ÁMBITO CULTURAL

La mayoría de premios son del ámbito de la cultura. Más de 14.500 del total, e incluyen entradas para algunos de los principales museos y equipamientos públicos de la ciudad -recinto modernista de Sant Pau, Museu Picasso, Fundació Miró, Zoo, parque de atracciones del Tibidabo-, y para cines, teatros u otros espacios privados de Barcelona, como los cines Verdi, las Golondrinas y el grupo teatral Focus (Romea).

Otros 4.700 premios son del mundo del deporte, con días de acceso libre para la mayoría de centros deportivos y localidades para el Museu Olímpic i de l’Esport. El rasca incluye, además, premios para hacer gratis el vermut, comer en restaurantes, dormir en hoteles de la capital catalana, gafas donadas por la marca Etnia y un patinete eléctrico aportado por Casa Seat.

DEGUSTACIONES DE VINO, PELUQUERÍA Y ESTÉTICA

Finalmente, el juego incorpora productos y servicios de los propios establecimientos que participan en el rasca, ya sea de forma individual o a través de los respectivos ejes comerciales, con degustaciones de vinos o servicios de peluquería y estética.

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