La funeraria pública que Ada Colau y Eloi Badia querían poner en marcha el mandato pasado se ha derrumbado. O, al menos, eso parece. Estuvo y ha dejado de estar. Así, de golpe, como por arte de magia. Este viernes, la regidora Francina Vila (JuntsxCat) ha recordado en el pleno que los comunes hicieron "bandera" del proyecto entre 2015-2019, pero no ha obtenido ninguna respuesta del gobierno municipal.
Metrópoli Abierta ha preguntado a la oficina de prensa de Badia en términos parecidos. La cuestión planteada ha sido si la propuesta de la funeraria pública se retomaría o si se había descartado definitivamente. La respuesta ha sido muy escueta. "Sobre esto no hay novedad". Tampoco a los partidos de la oposición se les ha mencionado nada al respecto en este año y medio largo de mandato. Así lo corroboran fuentes de dos partidos tan opuestos como ERC y Ciutadans. "Nada de nada", coinciden en responder. En el sector funerario están igual: sin noticias.
FUNERARIA, MUERTA Y ENTERRADA EN FEBRERO DE 2019
Lo cierto es que Colau y Badia encarrilaron un varapalo tras otro con la funeraria pública el pasado mandato, principalmente de la ERC de Alfred Bosch. La última vez que se tuvo noticias del proyecto fue en el pleno del 27 de febrero de 2019. En aquella ocasión, a menos de tres meses de las elecciones de mayo de 2019, una amplia mayoría de concejales se posicionó en contra de la funeraria. Votaron que no el PDeCAT de Xavier Trias (ahora JunsxCat), Ciutadans, PP y PSC, actuales socios de gobierno de los comunes. La entonces regidora socialista, Carmen Andrés, dijo que el PSC votaba en contra "sin pestañear" tras un fuerte acoso por parte de los comunes en las redes sociales. Los republicanos se abstuvieron.
Este medio ha preguntado a los socialistas cuál su posicionamiento actual sobre la funeraria y si ésta está en la agenda del gobierno. El proyecto ni se menciona en la respuesta facilitada. También aquí parece haberse volatilizado. "Desde el PSC defendemos unos servicios funerarios de calidad para Barcelona, con una oferta que incluya precios asequibles para toda la ciudadanía", apuntan desde el área de Jaume Collboni. "Esta oferta tiene que ser convenientemente publicitada para facilitar el acceso de los vecinos y vecinas a los diferentes servicios que ofrecen las empresas que actualmente operan en la ciudad", recalcan desde el PSC, que jamás vio clara la aventura de Badia.
La mención de Vila a la funeraria pública en el pleno de este viernes se ha producido en la aprobación de una rebaja de los precios de los servicios funerarios que llega, eso sí, después del fuerte encarecimiento de hace un año, que subió las tasas de cementerios "un 100 por 100, recuerdan fuentes del sector funerario. Las tasas se empezaron a cobrar a finales de marzo, con el decreto de estado de alarma vigente y la pandemia en crecimiento. La reducción ha sido aprobada por todos los grupos municipales sin excepción.
MÁS REBAJAS A LOS GRANDES PANTEONES
A grandes rasgos, las medidas prevén dejar en coste 0 (o casi) la tasa que se cobra para designar al nuevo titular de una sepultura cuando el actual muere y establecer un precio 0 a la obtención de la autorización para obras de reparación o rehabilitación que afecten a más del 50% del nicho. También está previsto bonificar en un 95% la tasa de los grandes panteones, poco demandados desde hace años, para dar salida al gran stock que tiene Cementiris. Curiosamente, en sepulturas más pequeñas, como mausoleos (Grupo III) y tumbas menores (Grupo II), las rebajas han sido menos cuantiosas, del 30% y del 25%, respectivamente.
La desaparición de la funeraria pública del panorama municipal coincide con una creciente demanda para abrir pequeños tanatorios en distintos puntos de la ciudad tras la modificación de la Ordenanza de servicios funerarios en 2017. Para la regidora de JuntsxCat, es necesario abordar "qué modelo funerario se quiere para Barcelona". Entre los proyectos previstos figuran, por ahora, cuatro y casi todos cuentan con una fuerte oposición vecinal.
CONTENCIOSO CONTRA EL AYUNTAMIENTO
La iniciativa más avanzada es la de Sants, que plantea un tanatorio en el antiguo Happy Parc de la calle Comtes de Bell-lloc y que ha acabado en un contencioso contra el Ayuntamiento que ya ha sido admitido a trámite por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC). Otro de los proyectos prevé que Mémora ponga en marcha un tanatorio, con cuatro velatorios, en las antiguas 'casernes' de Sant Andreu. Gran polvareda ha levantado también las intenciones de abrir otro equipamiento funerario en terrenos del Arzobispado en la plaza de Ferran Casablancas de La Bonanova. El último de los tanatorios es de Áltima y se construirá junto a la masía de Can Valent (en el distrito de Nou Barris) tras una permuta de terrenos con el consistorio y una compensación municipal de algo más de un millón de euros.