Más de 387.000 euros. Eso es lo que costará durante 2021 realizar tests psicotécnicos y de conocimientos en los procesos de selección de personal y promoción interna en el Ayuntamiento de Barcelona. En esos procesos se utilizan exámenes tipo test de aptitud, de personalidad, clínicos o de competencias profesionales. El contrato para la realización de estos test fue otorgado el pasado 4 de febrero a la compañía Hogrefe Tea Ediciones, una empresa presidida por Jürgen Hogrefe, antiguo corresponsal de Der Spiegel en Oriente Medio.

Hogrefe es una editorial científica alemana líder en Europa en el área de psicología, psicoterapia y psiquiatría, que tiene publicaciones especializadas en las ramas de medicina, atención sanitaria y enfermería. Fundada en 1949, es propiedad de la familia Hogrefe y está presente en 15 países. Tiene en su catálogo 2.500 libros y edita más de 40 revistas científicas. El 1 de enero de 2017, la sociedad alemana absorbió a la española TEA Ediciones, empresa líder en evaluación psicológica en lengua española y presente también en 16 países, entre ellos algunos de América Latina.

UNA “OBLIGACIÓN ESENCIAL”

El grupo tiene su sede en Madrid, pero en sus cláusulas administrativas, el contrato especifica que la adjudicataria “tendrá que comprometerse a disponer de una sede o delegación en Barcelona, ya que es importante que el material a corregir esté cerca de las dependencias municipales por si es preciso revisar las correcciones o por la logística de los procesos”. En este sentido, se adjuntó al contrato un anexo de adscripción que tuvo que firmar la compañía y que se considera “obligación esencial”.

El contrato del Ayuntamiento de Barcelona podrá tener dos prórrogas de un año cada una, por lo que el desembolso inicial podría triplicarse al término de la última prórroga y llegar a casi 1,2 millones de euros. La tarea de la empresa adjudicataria es maquetar los cuadernillos de las pruebas, diseñar las hojas de respuesta, la corrección de los exámenes y el control y las estadísticas de los mismos así como la elaboración de pruebas de conocimientos o de ofimática “inéditas, no comercializadas y actualizadas”. Estos exámenes se utilizarán tanto para la criba de personal en la estructura de la Administración local (para el ingreso en diferentes escalas y categorías profesionales) como en las pruebas para entrar en la Guardia Urbana, por ejemplo, que han de disponer de pruebas psicotécnicas especializadas.

Sala donde se examinan los aspirantes para formar parte de la Guardia Urbana / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



CUATRO TIPOS DE TESTS

Los exámenes que realizará Hogrefe Tea Ediciones son de cuatro tipos. Los tests aptitudinales son pruebas que, a través de un test psicotécnico, permiten evaluar aptitudes, como la comprensión verbal, la aptitud numérica, la comprensión abstracta, el razonamiento espacial, el razonamiento lógico, etcétera. El equipo encargado de realizar el trabajo deberá estar compuesto por dos titulados universitarios superiores, un diagramador editorial y un técnico editorial.

Los tests de personalidad son pruebas destinadas a evaluar el grado de adaptación personal y social de los aspirantes a una determinada plaza. Los tests clínicos están dirigidos a “detectar rasgos clínicos o de personalidad psicopatológicos”. Estas pruebas están orientadas a “valorar dificultades de adaptación al entorno personal, social y laboral y comportamientos problemáticos que sean contraproducentes para el puesto de trabajo”. Por último, los tests de competencias profesionales son la tipología de pruebas que permiten evaluar actitudes y comportamientos que se consideren deseables para el correcto ejercicio de las funciones a desarrollar, obteniendo indicadores predictivos de éxito en el ámbito laboral.

Con las pruebas realizadas al personal aspirante a cualquier plaza, el Ayuntamiento trata de valorar aspectos como la autoconfianza, la confidencialidad, la empatía, el compromiso profesional, el liderazgo, el pensamiento analítico, la comunicación e influencia, la flexibilidad, el trabajo en equipo, la dirección de personas, el rigor, la organización o la visión global, entre otros aspectos. A este contrato optaban dos empresas, pero la rival de la ganadora presentó una documentación insuficiente, por lo que la mesa de contratación recomendó la exclusión de la otra oferta debido “al incumplimiento de la solvencia técnica requerida”.

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