El Palau de la Virreina se ha visto obligado a echar mano de un recurso de urgencia para solventar el problema de la quiebra de la empresa que durante los dos últimos años gestionaba la atención al público. Esta empresa también se encargaba del apoyo de salas y visitas guiadas de exposiciones de los espacios Virreina Exp y Virreina LAB, ambos en el histórico recinto del Palau de la Virreina, en la Rambla. El contrato había sido adjudicado en 2018 a Iliadas Team por dos años, pero una vez vencido el plazo había opción de prórroga por otros dos años, una cláusula que se quería aprovechar para garantizar el servicio durante el próximo bienio. El monto previsto para esa ampliación de contrato era de 371.214 euros.

Para poder seguir prestando los servicios, el Ayuntamiento contrató a la compañía GS Llem por 109.249 euros para los próximos 6 meses. “La necesidad de este contrato deriva de la situación sobrevenida en el contrato 17003830 adjudicado el 17 de marzo de 2018 a la empresa Iliadas Team. La empresa adjudicataria manifiesta que en fecha de 8 de enero de 2021 presentó una solicitud de concurso de acreedores debido a su situación de inviabilidad económica motivada por la pandemia del covid 19”, refleja un informa interno del Ayuntamiento.

Ada Colau, en un pleno / EFE



CONCURSO DE ACREEDORES

Iliadas Team presentó un escrito en el consistorio el pasado 11 de enero pidiendo al Institut de Cultura de Barcelona (Icub) “la resolución del contrato por la incapacidad de la empresa de seguir gestionándolo”. Un decreto de los servicios jurídicos del consistorio deja también constancia de que a partir del 1 de febrero, la empresa no podría seguir prestando sus servicios “en las condiciones establecidas en el contrato a causa de la pandemia ocasionada por el covid 19 y la situación económico-financiera de la empresa”. El procedimiento concursal lo lleva el juzgado de lo mercantil número 5 de Barcelona.

Ante la situación sobrevenida “y para evitar el despido de las personas adscritas al servicio, así como la necesidad de mantener las salas de exposiciones abiertas y dar curso y seguimiento a la programación establecida para el año 2021, considerados de interés público, ya que están directamente relacionados con el funcionamiento diario de la institución y de las actividades que se desarrollan, en un procedimiento aparte se resolverá el contrato anteriormente citado de mutuo acuerdo”.

El Palau de la Virreina, donde se encuentra la sede del Icub / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA



LA IMPORTANCIA DE ESTE ESPACIO

Este documento señala que “la necesidad del contrato deriva de que La Virreina Centre de la Imatge es un centro de exposiciones de arte contemporáneo que pertenece al Icub, la misión del cual es la exploración de la imagen en el sentido más amplio. Es un espacio dirigido a todos que, atraído por el arte contemporáneo, aceptan el debate y la generación de nuevas ideas resultantes de nuevas formas de ver la realidad. Además, La Virreina Centre de la Imatge funciona como intermediario porque los creadores de la imagen puedan actuar como transmisores de nuevos conocimientos que emanan de los cambios culturales de la ciudad contemporánea”.

Pero para materializar todo eso, es imprescindible una estructura que atienda a los visitantes que controle el interior, informe de las exposiciones y actividades programadas, haga un seguimiento cuantitativo y cualitativo de la prestación del servicio, que acoja a los grupos y realice las visitas guiadas y que se responsabilice de la venta puntual de publicaciones y otros artículos.

Ada Colau, en el pleno del Ayuntamiento de Barcelona / EUROPA PRESS



INVITACIÓN A TRES EMPRESAS

Para ello, los responsables municipales acordaron realizar un procedimiento “negociado con consulta por imperiosa urgencia”. Invitaron a tres empresas “de contrastada solvencia técnica en el ámbito de los servicios culturales del Icub” para que presentasen sus propuestas en el plazo de cinco días”.

Finalmente, sólo aceptó el reto GS Llem, que presentó una oferta incluso más económica que el presupuesto de licitación que habían previsto los responsables municipales. No tuvo ningún problema para llevarse la adjudicación. Pero la nueva empresa deberá hacerse cargo de la subrogación de los contratos de 13 trabajadores de la plantilla que tenía Iliadas Team (dos coordinadores de actividades y 11 controladores de salas, todos ellos con jornadas reducidas por las condiciones sanitarias).

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