Colau se presentará a la reelección para la alcaldía de Barcelona
En Barcelona en Comú asumen que la actual alcaldesa es su única carta ganadora para las elecciones de 2023
4 julio, 2021 00:00Noticias relacionadas
Ada Colau, alcaldesa de Barcelona desde 2015, se presentará por tercera vez como candidata de Barcelona en Comú a pesar de anunciar hace seis años que solo optaría a dos mandatos, de acuerdo con el código ético de su formación política.
La decisión de Colau, según ha podido saber Metrópoli, es firme. Oficialmente, la primera edil quiere liderar un nuevo gobierno municipal a partir de 2023 al considerar que no ha podido completar su obra de gobierno por factores externos como el proceso independentista, el atentado terrorista de la Rambla (17 de agosto de 2017) y el coronavirus. Extraoficialmente, los comunes admiten que no tienen un relevo de garantías. Colau es el pegamento que lo une todo en una coalición con muchas aristas.
EL CÓDIGO ÉTICO
En Barcelona en Comú, mientras, recuerdan que su código ético fija un límite de dos mandatos consecutivos “excepcionalmente prorrogables a un mandato más siempre que se dé un proceso de discusión y validación ciudadana”.
Fuentes próximas a Colau aseguran a Metrópoli que la alcaldesa tiene el respaldo total de Barcelona en Comú para liderar de nuevo el proyecto. “Es nuestra carta ganadora. De hecho, la única que tenemos. Con otro mandato, Colau podrá completar la transformación de la ciudad que prometió en 2015. Una transformación, por cierto, que ha chocado con muchos obstáculos y con los poderes fácticos”, señalan.
COLAU, EN CAMPAÑA
Colau ya está en campaña. En los últimos meses, la primera edil ha intensificado el contacto con los vecinos de Barcelona. Ha visitado varios barrios y se ha mostrado muy empática con sus reclamaciones. Cree que sus opciones para ser reelegida alcaldesa pasan por mejorar los últimos resultados de Nou Barris y Sant Martí. Otro distrito clave es Sant Andreu, actualmente en pie de guerra contra el consistorio por el nuevo sistema de recogida de basuras, puerta a puerta. Barcelona en Comú también estrecha lazos con entidades afines que en los últimos años han recibido generosas subvenciones del Ayuntamiento de Barcelona. Entre ellas, la Federació d’Associació Veïnals de Barcelona (FAVB), muy activa en las últimas semanas para desactivar las quejas de los vecinos de Sant Andreu.
EL RELEVO
Barcelona en Comú está en manos de Colau. De su carisma. Quieren que la antigua portavoz de la PAH lidere la transición interna y nombre a su sucesor o sucesora. Janet Sanz, la segunda teniente de alcalde, tiene bastantes detractores por su fuerte carácter y sus desaires a muchos sectores de la ciudad. Su relación con Colau tampoco es idílica. Joan Subirats, el ideólogo de los comunes y actual teniente de alcaldía de Cultura, Educación, Ciencia y Comunidad, tiene previsto abandonar en breve el consistorio. El relevo no será fácil. “Habrá limpieza en los comunes”, asegura una fuente de la oposición.
“La persona de confianza de Colau es Jordi Martí, ex del PSC. Él sí tiene una visión de ciudad que le ha comprado la alcaldesa. Sanz, en cambio, tiene muy poca cintura política”, asegura Gabriel Colomé, profesor de Ciencias Políticas de la Universitat Autònoma de Barcelona, quien sostiene que “este segundo mandato se le está haciendo muy largo a Colau”.
COALICIÓN ANTI-COLAU
“Los comunes no tenían un proyecto político cuando, inesperadamente, ganaron las elecciones de 2015 y, desgraciadamente, queda claro que Colau no es una buena gestora”, incide Colomé. “En Barcelona se está construyendo una coalición anti-Colau por su rechazo a la ampliación del aeropuerto y al Hermitage. Tampoco gusta su urbanismo táctico y lo tendrá muy complicado para ser reelegida. En política nunca gana la oposición; pierde el poder. Y, sinceramente, dudo que Colau tenga capacidad de reacción”, añade el profesor de Ciencias Políticas de la UAB.
Sin Colau como alcaldesa a partir de 2023, los comunes creen que el gran cambio que iniciaron hace seis años será incompleto y que muchos proyectos de ciudad que abanderan serán retirados. Es el caso, por ejemplo, de la superilla del Eixample, que suscita mucho rechazo en la oposición y en el mismo PSC, su socio de gobierno. La unión del tranvía por la Diagonal también podría sufrir algún cambio con un nuevo orden político. Los comunes, asimismo, consideran que su política de vivienda empieza a dar buenos resultados.
PROBLEMAS POR RESOLVER
A 22 meses de la celebración de las elecciones municipales, Colau tiene muchos problemas por resolver. La recuperación económica de la ciudad será la gran prioridad de su gobierno. El turismo, la restauración y el sector hotelero están muy tocados por la caída en picado de visitantes. Estos sectores, además, no tienen una buena sintonía con la alcaldesa ni con Sanz.
El gobierno de Colau y Collboni deberá definir su apuesta por el turismo de los próximos años. También deberá corregir las crecientes desigualdades entre barrios ricos y pobres. Y, sobre todo, deberá gestionar la crisis de seguridad que sufre Barcelona. Según los últimos barómetros del Ayuntamiento de Barcelona, la inseguridad es el gran problema de Barcelona.
TENSIONES CON EL PSC
Colau deberá resolver algunas tensiones con el PSC en temas clave como el urbanismo táctico, la ampliación del aeropuerto de El Prat y la construcción del Hermitage. En estos puntos, las discrepancias son evidentes y pueden tensionar el actual pacto de gobierno. En las filas de BeC no descartan una ruptura dentro de un año, convencidos de que los socialistas “intentarán marcar perfil propio y desmarcarse de Colau con una finalidad claramente electoral”, señalan fuentes del Ejecutivo local.
El PSC, según las mismas fuentes de BeC, puede ser el gran rival de Colau en 2023. En las últimas elecciones municipales, los socialistas mejoraron ampliamente sus resultados (pasaron de 3 a 8 concejales) y confían en el desgaste de Colau para recuperar un consistorio que gobernaron hasta 2011. Los comunes están a la expectativa de si el PSC mantiene su apuesta por Collboni o se decanta por otro candidato más mediático en 2023.
LA RECUPERACIÓN DE BARCELONA
“El PSC es un partido más pragmático y menos dogmático que Barcelona en Comú”, sostienen los socialistas, convencidos de que Collboni es la mejor garantía para liderar la recuperación económica y social de Barcelona. “Colau tiene carisma, pero también muchas carencias como líder y gestora. Otro defecto es que apenas dialoga con la oposición y los vecinos”, añade la misma fuente del PSC.
“En los comunes nadie le hace sombra a Colau”, argumenta Óscar Ramírez, concejal del PP. “Barcelona en Comú es un conglomerado de muchas fracciones que se puede resquebrajar”, añade Ramírez, muy crítico con la gestión de Colau, quien esgrime que “Barcelona es una ciudad en decadencia”. “Con Colau se han enquistado y agravado los problemas de seguridad, limpieza, el acceso a la vivienda, la okupación ilegal y la turismofobia”, añade.
Luz Guilarte, la líder de Ciutadans en Barcelona, denuncia que los comunes “no tienen ningún proyecto para la ciudad”. “Barcelona necesita una alternativa de centro y una visión más metropolitana que no tiene Colau”, remarca Guilarte.
Jordi Martí, portavoz del grupo municipal de Junts per Catalunya, considera que "Colau es una política muy amortizada". "Tiene más pasado que futuro", recalca Martí, quien argumenta que la "Barcelona en Comú de hoy tiene muy poco que ver con la Barcelona en Comú de hace seis años". "Los comunes, para conservar el poder, necesitan a Colau porque no tienen un relevo. Barcelona en Comú es un desierto de liderazgos", sentencia Martí, uno de los concejales más críticos con la gestión de una alcaldesa que hace seis años puso unos límites a su etapa en el consistorio barcelonés y que ahora quiere prolongar su obra.