"Sí" a la pacificación, "no" al proyecto de la 'superilla' del Eixample. Este es el mensaje que la regidora de Movilidad, Laia Bonet, ha transmitido la comisión de este martes, 11 de febrero. La tercera teniente de alcalde ha expresado sus dudas en torno al proyecto y ha advertido que tienen que estar "atentos" por si se generasen "dinámicas de gentrificación". 

Bonet, del partido socialista, ha remarcado que también podrían darse diferencias en el precio de la vivienda. La regidora es reacia a alejarse del plan Cerdà, que se diseñó para crear una trama urbana "igualitaria". "Este ha de continuar siendo el objetivo de esta transformación".

La calle de Girona convertida en un eje verde de la 'superilla' / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

MÁS DUDAS DE LA OPOSICIÓN

Por si fuera poco, los partidos de la oposición también han mostrado su descontento ante el proyecto de la superilla. Desde el PP, Óscar Ramírez, ha reclamado que se garantice el "derecho a la movilidad". La misma línea ha seguido Celestino Corbacho de Ciutadans: "Pensemos en las políticas de movilidad en clave metropolitana".

El portavoz de Esquerra, Jordi Coronas, se ha mostrado más crítico y ha dicho que el urbanismo táctico podía ser "práctico o cutre" para después afirmar que han visto "mucho cutre". Desde Junts han criticado que el modelo de las superilles se haya realizado sin "estudios de impacto".

APROBACIÓN ESTE FEBRERO

Según el consistorio, las propuestas pasarán primero por la comisión de gobierno (para que sean aprobadas) y se licitarán en los próximos días (este febrero) para empezar las obras antes del verano. 

En las calles afectadas por la superilla, solo se permitirá circular a 10 km por hora y, fundamentalmente, será para vecinos y vehículos de emergencias. Los peatones tendrán preferencia, y los vehículos privados -coches y motos, especifica el Ayuntamiento- tendrán que girar obligatoriamente en cada esquina sin poder entrar en el siguiente tramo del eje de la ciudad. 

Imagen futura de la calle de Consell de Cent que será transformada como superilla / AYUNTAMIENTO DE BARCELONA

MÁS ATASCOS

Según un informe del RACC, las colas de vehículos aumentarán de forma importante en el Eixample, la zona sobre la que bascula la movilidad del centro de la ciudad. Cuando la superilla estará acabada totalmente, dentro de ocho años, los atascos pueden subir hasta un 55%. En hora punta, el club del automóvil calcula que puede llegar a haber hasta 22,7 kilómetros de colas (ahora son 14,6). El próximo año, cuando esté acabada la primera fase de la superilla, el RACC prevé un aumento de los atascos de un 26%.

En opinión del RACC, el Eixample tendrá puntos negros en los que la afectación al tráfico será mayor. Una de las zonas con más problemas será la calle del Comte d'Urgell, especialmente a la altura de la avenida de Sarrià, con un 60% más de circulación. La Gran Via tampoco se librará de los efectos negativos de la superilla de Colau, con una subida del 53%. Y en Consell de Cent, una de las vías que se pacificará el próximo año, el incremento de colas será del 56%.

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