Batlle niega una "falta de liderazgo" en la Urbana a raíz del caso de "mobbing" de Ciutat Vella
El teniente de alcalde en materia de Seguridad ha instado a silenciar y "reconducir en privado" este tipo de casos de agentes del cuerpo policial
16 marzo, 2022 14:38Noticias relacionadas
Albert Batlle, teniente de alcalde alcalde en materia de Seguridad del Ayuntamiento de Barcelona, ha negado en rotundo la supuesta "crisis de liderazgo" del cuerpo de la Guardia Urbana que han denunciado CSIF y el concejal de Ciutadans en Barcelona Paco Sierra. Lo ha hecho a raíz de la petición de información del partido naranja y del grupo de la oposición Valents sobre el supuesto caso de "mobbing" en la comisaría de Ciutat Vella que denunció Metrópoli el pasado 1 de marzo.
El portavoz municipal ha contestado a los grupos de la oposición Ciutadans y Valents en las preguntas que han llevado a la Comisión de Presidencia, Derechos Sociales, Participación, Seguridad y Prevención que se ha celebrado este miércoles, 16 de marzo. El partido naranja ha cuestionado cuál era la situación actual del agente tras la investigación de la UDAI y el expediente disciplinario que se le había interpuesto por incumplir funciones para ayudar a personas en riesgo de exclusión; por otro lado, Valents ha querido saber cuáles habían sido los motivos que la Gerencia de Seguridad y Prevención había detectado para abrir el expediente al agente.
SILENCIACIÓN DE ESTAS SITUACIONES
Batlle ha informado que la instrucción del expediente disciplinario ha concluído sin sanciones graves y ha explicado que el agente de la Guardia Urbana "está patrullando sin problema". Como conclusión, el teniente de alcalde ha asegurado que en la Guardia Urbana tiene un cuerpo "bien dimensionado y dirigido" y ha cargado contra el sindicato policial por haber difundido "una situación que se tenía que reconducir en privado".
El caso en cuestión fue denunciado por Metrópoli el pasado 1 de marzo. Tal y como explicó este medio, los hechos se produjeron a finales de 2021 en la Unidad Territorial 1 de la policía local en Barcelona. El policía, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, recibió la orden por parte de su superior, el intendente Sagués, de dejar de hacer lo que más le llenaba en sus horas libres: la ayuda social.
APERTURA DE UN EXPEDIENTE DISCIPLINARIO
El agente no solo recibió esa orden en referencia a su tiempo libre, sino también se vio relegado de sus funciones laborales más altruistas –era el agente que tenía mejor mano con las personas en riesgo de exclusión social de Ciutat Vella–. Sagués alegó que “por su seguridad y la de sus compañeros” debía de dejar de hacer servicio en la vía pública –una función que llevaba a cabo desde hacía seis años en el equipamiento policial–. Semanas después, al agente le llegó una notificación por parte de la Unidad Deontológica de Asuntos Internos (UDAI) de la Guardia Urbana en la que se le informaba que se estaba investigando su caso. La unidad atribuyó el proceso a la “incapacidad por parte del mando de entenderse con el agente”.
Finalmente, el 23 de febrero, el policía recibió otra en la que se le informaba que la Gerencia de Seguridad y Prevención del Ayuntamiento de Barcelona había "adoptado la resolución de incoación de un expediente disciplinario". En la notificación, a la que ha tenido acceso Metrópoli, se especifica el siguiente motivo: “Haber cometido una presunta negligencia en el cumplimiento de funciones o de las órdenes recibidas el pasado 8 de febrero”. Según explicó el policía a este medio, el incumplimiento de la orden habrían tenido lugar fuera de su horario laboral cuando ayudó a una persona en riesgo de exclusión a conseguir un vuelo para volver a su país.
VUELTA AL PATRULLAJE
Esta complicada situación provocó un estado de depresión y ansiedad en el agente de la Guardia Urbana. La desobediencia de una orden como la que se acusaba está tipificada como “falta grave” y podía haber supuesto la suspensión de funciones de quince días a un año, la pérdida de retribuciones, el traslado a otro puesto de trabajo, entre otras sanciones.
Dos semanas después de la publicación de este medio y de la denuncia pública llevada a cabo por CSIF, el agente ha vuelto a sus funciones de patrullaje. Según ha informado el sindicato a Metrópoli, el mando de la comisaría ha permitido al policía volver a hacer servicio en la vía pública y, de este modo, abandonar el punto fijo en la centralita de la comisaría que se le había asignado.
CSIF PIDE RENOVAR EL PROTOCOLO DE ACOSO LABORAL
La Central Sindical Independente y de Funcionarios (CSIF) ha realizado una protesta contra el acoso laboral en la Guardia Urbana durante la Comisión de Presidencia. Tal y como ha informado este medio, en el marco de un supuesto nuevo caso de acoso laboral en la comisaría de Nou Barris, el sindicato ha hecho una petición de información al Ayuntamiento para saber cuál es el número de expedientes por acoso laboral que hay abiertos hoy en día. El sindicato quiere saber “cuántos siguen abiertos y a cuántos se les ha dado carpetazo desde el consistorio”.
El sindicato dice a este digital que el protocolo para la prevención, detección y actuación en relación a los casos que afecten a la dignidad y la discriminación en el cuerpo de la Guardia Urbana "está obsoleto". Por eso, pide que se revise y actualice.