El AMB empieza los trabajos de acondicionamiento de las playas metropolitanas / AMB

El AMB empieza los trabajos de acondicionamiento de las playas metropolitanas / AMB

Información municipal

Las Koplowitz se llevan otro contrato de seis millones por la gestión ambiental de las playas

La empresa presidida por la marquesa de Peñalver se embolsa 25 millones de euros en contratos públicos en tres semanas

17 marzo, 2022 00:00

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Dinero llama a dinero, dice el refrán. Y es posible que tenga razón. Las hermanas Koplowitz están de enhorabuena. Aparte de los más de 18 millones de euros que cobrarán del Ayuntamiento de Barcelona durante los próximos cuatro años por mantener las fuentes ornamentales de la ciudad, acaban de arañar otro contrato millonario al Área Metropolitana de Barcelona (AMB). Este nuevo contrato, en cambio, es para la gestión ambiental de las playas metropolitanas, las que van desde Castelldefels hasta Montgat. Su compañía FCC Medio ambiente se embolsará 6.142.558 euros por otros cuatro años de trabajos playeros, aunque tiene la opción de optar a llevar la gestión un año más, lo que le reportaría otros 1,5 millones de euros adicionales.

La misma compañía FCC Medio Ambiente es la que había obtenido el pasado 18 de febrero algo más de 18 millones de euros para mantener limpias y en funcionamiento las 360 fuentes ornamentales de la capital catalana. La compañía es del grupo FCC y está dominada por las hermanas Koplowitz. Su presidenta en la actualidad es Esther Alcocer Koplowitz, hija de Alberto Alcocer, uno de los archiconocidos Albertos, que junto con su primo Alberto Cortina fue uno de los financieros más activos durante las dos últimas décadas del siglo pasado. Esther Alcocer es marquesa de Peñalver y en el consejo de administración de FCC se sientan su madre, Esther Koplowitz, así como sus hermanas, Alicia y Carmen.

CARLOS SLIM, EN EL CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN

Esther Alcocer es también consejera de Cementos Portland Valderribas, Realia y Caixabank-Banca Privada. Su madre es fundadora y presidenta de la Fundación Esther Koplowitz y participa en el holding a través de la compañía Samede Inversiones 2010. En el emporio constructor y de servicios también figura como accionista y miembro del consejo de administración el multimillonario mexicano Carlos Slim, uno de los hombres más ricos del mundo. Slim fue el primer presidente del Comité Latinoamericano del consejo de administración de la Bolsa de Valores de Nueva York y actualmente ostenta el cargo de presidente del consejo de Carso Infraestructuras y Construcción (CICSA), de Minera Frisco y la presidencia de Fundación Carlos Slim de la Educación y de la Fundación Telmex, ya que es propietario de la multinacional Teléfonos de México (Telmex). Su hombre de confianza, Alejandro Aboumrad, es el vicepresidente del grupo FCC, a la vez que presidente de FCC Aqualia y de FCC Servicios Medio Ambiente Holding.

La empresaria Esther Koplowitz en una imagen de archivo

La empresaria Esther Koplowitz en una imagen de archivo

 

El contrato que ahora aflora fue otorgado el pasado 25 de enero, por lo que en solo tres semanas la empresa de las Koplowitz se hizo con casi 25 millones de euros en contratos públicos de las administraciones locales de Barcelona. La gestión medioambiental de las playas de todas las poblaciones costeras se realiza a través del AMB para economizar gastos y esfuerzos. Un informe justificativo del Área Metropolitana explica que todos los ayuntamientos afectados (Castelldefels, Gavà, Viladecans, El Prat de Llobregat, Sant Adrià del Besòs, Badalona y Montgat) firmaron un convenio con el AMB para la gestión medioambiental de sus playas “que incluye, entre otras tareas, la limpieza y el mantenimiento de la arena y todas las superficies del ámbito en buen estado sanitario, la limpieza de todos los elementos del mobiliario y otras instalaciones asociadas, la gestión y mejora de las zonas de dunas, la recogida y gestión de los residuos en las playas y la gestión de las desembocaduras de pluviales”.

LO QUE NOS CUESTA TENER A PUNTO LAS PLAYAS

De esa manera, argumenta el AMB, todos los municipios “reciben equivalentes tareas de gestión integral y, por tanto, alcanzan el mismo nivel de calidad, además de conseguir una máxima optimización de medios técnicos, materiales y personales”. En total, el contrato afecta a casi 2,2 millones de metros cuadrados de playa. Resulta curioso, no obstante, que en el cómputo de los trabajos no se incluyan las playas de Barcelona, que suman más de 253.000 metros cuadrados, y las del frente litoral norte de Sant Adrià, con 16.672 metros cuadrados. El contrato, sin embargo, deja abierta la posibilidad de que estas zonas se incluyan en las responsabilidades finales de la empresa de gestión ambiental.

El AMB acaba de otorgar otro contrato, conforme publicó Metrópoli Abierta, para el mantenimiento del mobiliario de todas las playas metropolitanas (en ese contrato sí estaban incluidas las de Barcelona), que fue otorgado a la constructora Copcisa y cuyo monto se elevaba a más de 7,5 millones de euros. La fecha de término de ese encargo era también el mes de marzo de 2026, como el de la gestión de medio ambiente. La gestión de las playas del litoral urbano asciende, pues, a casi 14 millones de euros o, lo que es lo mismo, mantener a punto las playas del litoral nos costará a los ciudadanos más de 3,4 millones de euros al año.

UN TRABAJO DIFÍCIL

El mantenimiento ambiental de las playas, por otra parte, no deja de ser un trabajo dificultoso. Para que los ciudadanos puedan disfrutar de unas playas de nivel, se destinarán cinco vehículos pick-up 4x4, un camión, un tractor, 4 cribadoras, dos hidrolimpiadoras, dos quads, dos todoterreno, un chísel (especie de arado para remover la arena), una motoniveladora, dos cribadoras autopropulsadas, un triciclo eléctrico y otros elementos. En el contrato se especifica que la noche de Sant Joan la adjudicataria ha de preparar un dispositivo adicional para recoger unas 30 toneladas de residuos y recoger los restos de más de 300 hogueras que se hacen al lado del mar. En esas tareas se han de contratar excepcionalmente a unos 170 trabajadores. También ha de tener un protocolo de intervención para caso de temporal o llegada abrasiva de residuos a la costa. Asimismo, ha de disponer de otro protocolo para el seguimiento y retirada de especies invasoras y ha de realizar un seguimiento y observación de la fauna (tanto de aves como de mamíferos o reptiles), tarea que se le ha de encargar a un ornitólogo dos veces al año.