Bou: "El próximo alcalde de Barcelona se encontrará con una bomba de relojería"
El concejal del PP opina que socialistas y comunes romperán el pacto de gobierno antes de las elecciones y ve a la alcaldesa muy tocada
9 abril, 2022 00:00Noticias relacionadas
Josep Bou Vila (Vic, 1955) fue la sorprendente apuesta de Pablo Casado para relevar al histórico Alberto Fernández Díaz como candidato del PP a la alcaldía de Barcelona en las elecciones de 2019. Bou salvó los muebles a los populares y obtuvo dos concejales -él y Óscar Ramírez-. Tres años después, Bou afronta el último año de mandato sin saber si repetirá como alcaldable. La pasada semana, el congreso nacional del PP nombró presidente a Alberto Núñez Feijóo. Bou todavía no ha hablado con él y, de momento, no tiene intención de dar ningún paso. En una primera entrevista con Metrópoli publicada esta semana, Bou ha asegurado que está dispuesto a irse si no le quieren y no descarta presentarse con otros si alguien llama a su puerta. Antes de entrar en política, Bou ejercía de empresario. Entre otros negocios, tiene la cadena de panaderías Bou.
Lleva tres años en el Ayuntamiento, ¿qué valoración hace del gobierno de Colau?
La valoración que hago es que el alcalde o alcaldesa que tenga que entrar se encontrará con una bomba de relojería. Estoy convencido porque está perjudicando enormemente el crecimiento económico. Todos los partidos creemos en el ecologismo pero también en la economía. Y no todos creen en la economía. Ecologismo y economía son dos líneas paralelas. Un día le decía a la alcaldesa que quizá acabemos todos yendo en bicicleta. Yo he sido ciclista, he estado federado. Igual también los coches irán por el aire y con hidrógeno. Pero no nos podemos anticipar porque vamos a desequilibrar totalmente el crecimiento económico. Estoy convencido de que la alcaldesa no continuará o no saldrá. Pero nos va a dejar un legado espectacular [en el sentido negativo]. Si pudiera, la suspendería. No en todo. Todas las ideas tienen un principio de buena fe, pero ella ha fallado estrepitosamente en una cosa: en buscar los consensos.
Y, ¿qué ha hecho bien Colau?
Déjeme que piense [risas]. Tener que ir a rebuscar es muy malo. No puedo decir que todo lo ha hecho mal. Mi idea sería también totalitaria. Si la han votado, la han votado.
El PP ha dado apoyo al gobierno de Colau y PSC en algunos temas.
Nosotros, todas las medidas que les hemos votado a favor han sido económicas y sociales, nunca políticas. Muchas de ésas ni las presenta, las hace por la puerta de atrás. Nos enteramos por los medios de comunicación de que ha hecho ciertas cosas. Pero en cuestiones sociales es verdad que hemos conseguido logros. En política todo es porcentual y Colau, porcentualmente, ha hecho cosas peor que mejor.
¿Cuál es el papel del PSC en el gobierno?
El PSC es cómplice y tiene que saberlo. En el último plenario le dije a Jaume Collboni. El PSC hace que muchas propuestas u ordenanzas salgan. Son incapaces de plantarle cara a Colau. No sé por qué. No sé si aquí manda la Moncloa y no manda Collboni, pero se está complicando muchísimo. Es cómplice de todo lo que va a pasar en estos meses. Puedo pasar [al PSC] una pequeña parte: las obras que afectan a la movilidad. Vía Laietana, por ejemplo, no la van a desgraciar. No hay tiempo. Si la desgracian, podría ser caótico. No tiene ni cabeza ni pies: desconectar el Eixample con la línea de mar. Es una barbaridad.
¿Ve reeditando el pacto entre Colau y Collboni si suman?
Esto es hacer cábalas. No lo sé. Pero el afán de poder es muy grande. Antes, no lo sabía. Ahora sí lo sé. El poder es uno de los placeres máximos que el ser humano pueda percibir en la vida. Hay el comer, el beber, otras cosas. Pero el poder es espectacular. El PSC ha gobernado Barcelona durante muchos años, con Pasqual Maragall lo hizo muy bien. Conozco a algunos de sus dirigentes, algunos están en Madrid. En cuanto a principios y valores, los socialistas tendrían que ponerse más firmes. No se puede transigir en todo con tal de poder gobernar. No está bien. El precio debe ser buscar el bien común, pero siempre a partir de unos principios. No vale moverse continuamente para obtener el poder. Y el PSC lo ha hecho, aunque no sé si lo volverá a hacer. ERC es la que puede dar el campanazo. Es un partido que ya ganó las anteriores elecciones.
¿Usted cree que las elecciones del próximo año será Colau sí o Colau no, es decir que irán de echar a la alcaldesa?
Sí, creo que sí. Se lo está ganando. Su modelo de Barcelona es de retroceder, hacer una Barcelona pequeña, bucólica...
¿Provinciana?
Se pueden poner muchos calificativos. Barcelona debe ser cosmopolita, capital de Cataluña y una gran ciudad de España, Europa y el mundo. Ella la quiere convertir en un Ripoll, un Olot, muy bonita, muy bucólica. No puede ser. La gente se tiene que pensar qué vota. Barcelona tiene que seguir creciendo. La ciudad no puede perder más oportunidades de las que ha perdido.
¿El PSC tiene que romper con Colau?
Pienso que se verá casi obligado a romper. Las cosas van a ir tan mal. Colau se va a encontrar con una oposición muy fuerte en defensa de los intereses de la mayoría de los barceloneses. Todavía no he encontrado a nadie que vote a Colau. La habrán votado, pero no encuentro a nadie que lo diga. Deben estar avergonzados. Es verdad que ella tiene una parroquia, de unas 250 asociaciones, a las que reparte. Ya veremos que dice su señoría al respecto. Ella está repartiendo. Hay gente agradecida que la vota.
Comentaba antes las obras de vía Laietana. Llevamos una semana de caos circulatorio en Glòries. Acaban de empezar las obras del tranvía. Y en junio llegará la construcción de la superilla del Eixample. ¿Veremos un colapso diario?
Veo Barcelona colapsada, mañanas de colapso circulatorio. Por eso digo que Colau lo tiene francamente mal. Tienen tanto ella como Janet Sanz una recta final de mandato que verán lo que han hecho, cómo han desgraciado Barcelona. Todos queremos una ciudad limpia y sin CO2. ¿Quién no va a querer una ciudad así? Pero tenemos que ser conscientes de que Barcelona no puede perder el tren. Ha perdido muchos trenes que no va a recuperar. Ahora hemos conseguido la Copa América. Es una alegría enorme. Hay que apostar por la Barcelona del sí porque hasta ahora ha sido la Barcelona del no. Creo que la alcaldesa lo tiene francamente mal, lo digo por los barceloneses. Se va a encontrar con quejas y protestas. Barcelona era una ciudad espectacular para circular, sobre todo por el Eixample, un gran distribuidor. Y con la superilla va a hacer una desgracia. El RACC advertía hace poco de que habrá más contaminación. Habrá que dar más vueltas, la circulación será más lenta, será necesario más tiempo para llegar a un sitio.
¿Diría que todas estas obras son ideológicas?
Sí
Acaban de salir los índices de criminalidad de 2021 del Ministerio del Interior. Los delitos han subido en un año un 6,6% y las agresiones sexuales están disparadas. ¿Cómo se revierte esta situación?
Colau es la responsable. Es verdad que Albert Batlle es el concejal de Seguridad, pero ella es la jefa de la Guardia Urbana. Barcelona tiene que dar un cambio importante, que trascienda las fronteras. Se tiene que saber que Barcelona es una ciudad de orden, de ley y segura, porque lo que que está instalado en el imaginario de mucha gente es que en Barcelona vale todo. Hay muchos hurtos. Son pequeños, pero fastidian un rato: te quitan la cartera, la documentación y el móvil. Hay delincuentes que acumulan 40 o 50 detenciones por hurtos. Hay que cambiarlo. Esto depende del Congreso de los Diputados. El PP, creo que más pronto que tarde, llegará a la Moncloa y va a tener que arreglarlo. Los jueces tendrán unas armas que ahora no tienen [en referencia a un posible endurecimiento del Código Penal]. En el imaginario de mucha gente está instalado de que en Barcelona das a una patada a una puerta, entras en un casa, cambias la cerradura y de ahí no te echa nadie. Es horroroso. Hay muchos delincuentes que no tienen ningún temor porque aquí no les pasa nada. Pues les tiene que pasar, con la ley en la mano, pero les tiene que pasar. Hemos de poner palos a las ruedas a la delincuencia. Y eso se hace con voluntad política. Conmigo de alcalde vaya si se arreglaría esto. Hay que dar órdenes concretas a la Guardia Urbana para defender los intereses de los barceloneses. La seguridad lo es todo. Sin seguridad no hay comercio, no hay turismo, no hay economía. No es un tema ni de derechas ni de izquierdas. Algún día me gustaría descubrir qué ideología tiene la alcaldesa de Barcelona. Yo no lo sé. Es extrañísima.
¿Se refiere respecto a la seguridad?
No, en el sentido del concepto ideológico, de la seguridad, de la economía, de la propiedad privada, de la educación. Ella es una persona que se va moviendo y nunca fija criterios. A veces creo que actúa por desdén o revanchismo, cambiando nombres de calles o sacando estatuas. Esto no va a ningún sitio. Creo que hay una gran inmadurez política en todo esto.
¿Usted cree que Colau hubiera tenido que haber dimitido por la imputación?
Yo habría dimitido. No hubiera tenido ningún problema en hacerlo. Es inmoral e ilegítimo lo que ha hecho. No sé si va a recibir una condena penal, pero está condenada por mucha gente en estos momentos. Se ha visto que es una mujer sectaria. Reparte para los suyos y como alcaldesa lo tiene que ser para todos los barceloneses. Y desde el primer día nunca lo ha sido. Siempre ha ido en contra de una parte de barceloneses que no comulgan con lo que tiene ella en la cabeza.
¿Ustedes son de los partidos que más han criticado las ayudas que han recibido las entidades afines a Colau. ¿De cuántos millones estamos hablando en este mandato?
Han salido bastantes datos pero yo me acuerdo de uno: 84,5 millones. Han sido los Abogados por la Transparencia quienes lo han dicho. No les conozco. No sé de dónde han salido ni han hablado conmigo, pero si son juristas y creen que hay materia... Un juez lo ha admitido a trámite. Éste es un procedimiento en el que, según el código ético de su partido, ya tendría que haber dimitido.
¿Ha tenido noticias a lo largo del mandato de que se haya hecho alguna propuesta o se haya hablado de hacer una moción de censura a Colau con el PSC y sin ERC?
Hablar se habla de todo. Pero la llave la tiene ERC. El resto no sumamos.
Pero el resto de partidos de la oposición más PSC suman.
ERC es el gran partido de la oposición.
Ya, pero le digo que PSC más el resto de partidos de la oposición (sin ERC) suman 21 [una cifra suficiente para echar a Colau].
¿Con Junts? Sí, pero en fin..., tanto monta monta tanto. ¿No sé si me explico? Ella está en la alcaldía por el procés. Si no se hubiera dado el procés, Colau nunca hubiera llegado a la alcaldía. Yo me entiendo perfectamente con Elsa Artadi cuando hablo de economía, de sociedad y libertades. Pero entonces sale cualquier reivindicación [en clave independentista] que hace difícil cualquier entendimiento. No tengo ningún interés en todo esto. Tienen esa idea y eso les puede. Colau solo tiene 10 ediles y gobierna. Es horroroso. Colau es un daño más colateral del procés.
En alguna ocasión ha dicho que Ernest Maragall hubiera sido mejor alcalde que Colau. ¿Es así?
Sí. He escuchado las propuestas de ERC. Viendo lo que han dicho, con Maragall Barcelona estaría más ordenada. Otra cosa es que nosotros apoyáramos que un partido rupturista llegara a la alcaldía de Barcelona. Esto nunca lo haría.
¿Usted va a apretar el acelerador el último año de mandato?
Sí. En contra de los que están perjudicando a los barceloneses. Y que son Colau y el PSC. Voy a intentar hablar más claro y pedir con más contundencia lo que creo que es lo mejor para Barcelona. Suele coincidir con lo que dice el PP. Voy a chocar con el actual gobierno de todas todas. Las cosas se están poniendo francamente mal. La movilidad va ser un desastre absoluto. Ha tenido que ser Barcelona Oberta quien ha hecho un estudio sobre las consecuencias económicas que las restricciones de movilidad pueden comportar. El Ayuntamiento de Barcelona no ha hecho este estudio. Sabía perfectamente que ese estudio saldría fatal para ellos. Nos jugamos unos ingresos en comercio y turismo similar al presupuesto de Barcelona, más de 3.000 millones de euros. El 55% de las personas que vienen a comprar a Barcelona vienen en coche. Como les cortemos el Eixample esto va a ser un caos. Va ser un caos para toda Barcelona y los grandes ejes comerciales que dan vida a la ciudad. Vamos a ir a decir las verdades sin cortina.