Amunt persianes es una iniciativa impulsada por el gobierno municipal para adquirir locales vacíos en plantas bajas con el objetivo de crear una bolsa de alquiler y poder reabrir con una nueva actividad.

En el distrito de Les Corts de Barcelona, el Ayuntamiento tenía que comprar 14 establecimientos para garantizar su supervivencia, pero finalmente el consistorio anunció que no los adquiriría, por lo que sus comerciantes debían bajar la persiana definitivamente este mismo martes, 31 de mayo.

ACUERDO CON LA PROPIEDAD

Sin embargo, el portavoz de los negocios afectados, Alfons Celma, ha asegurado que han alcanzado un “principio de acuerdo con la propiedad para atrasar su salida”.

Según ha explicado el damnificado en betevé, “existe un tipo de acuerdo con la propiedad, a falta de firmarlo y concretar algunos detalles”.

Con este acuerdo tácito, los establecimientos que se encuentran en régimen de alquiler podrán permanecer en sus locales hasta finales de noviembre de este año. Los inquilinos creen que no agotarán el tiempo y que deberán dejar los locales vacíos en cuanto acaba el verano.

Los comerciantes afectados consideran que el Ayuntamiento les debe una indemnización y quieren que el consistorio se haga cargo de los gastos que supondrá la mudanza de sus negocios.

LOCALES EN PLANTA BAJA

El programa Amunt persianes, que el gobierno de Colau y Collboni pactó con ERC, prevé la compra de más de 50 locales en planta baja en la ciudad que ahora se encuentren en desuso para ponerlos de nuevo en alquiler y que se implanten en ellos proyectos económicos o de dinamización social o cultural en las zonas en los que están.

La inversión total asciende a 16 millones, de los que seis se gastan en Ciutat Vella. Uno de los locales que compra el Ayuntamiento es el Ingenio, la histórica tienda de cabezudos y gigantes del Gòtic que está cerrada desde hace más de dos años.

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