Maragall se ata a los comunes para aislar al PSC de cualquier pacto en Barcelona
El alcaldable de ERC señala que en el Ayuntamiento solo hay “una coalición de intereses” entre Colau y Collboni
31 mayo, 2022 00:00Noticias relacionadas
Esquerra Republicana bebe en los últimos años de exdirigentes del PSC. En su intento de erosionar a los socialistas en su feudo, en el área metropolitana, la dirección de ERC ha mimado a los díscolos que han dejado el partido que dirige ahora Salvador Illa. Pero eso implica que, en caso de necesitarlos, los acuerdos con el PSC serán casi imposibles. Y en Barcelona esa figura del exsocialista contrariado la representa Ernest Maragall, que se ata a los comunes para poder ser alcalde de cara a las elecciones de mayo de 2023.
Maragall asegura que “hay más acercamiento con unos partidos que con otros, y con el PSC está claro que no soy partidario, porque es el partido de la represión”. Lo ha señalado en el programa de TV3 Tot es mou, con la idea de marcar distancias con Jaume Collboni y clarificar un posible acuerdo con los comunes que se imposibilitó en 2019 por la determinación de Manuel Valls de que fuera alcaldesa Ada Colau, en coalición con los socialistas.
El alcaldable de ERC sigue molesto por el presunto espionaje con el programa informático Pegasus que se produjo “a un mes de las elecciones municipales”. Maragall no ve en el archivo del juez de esa causa un motivo de preocupación. Al revés. Considera que se trata de una medida procedimental para impedir que la instrucción se cierre definitivamente sin la opción de investigar con más intensidad la supuesta intromisión en su teléfono móvil y también del expresidente del Parlament, el también republicano Roger Torrent. Sin embargo, Maragall ha insistido en que se pueda reabrir la investigación para conocer todos los datos que vinculan los servicios secretos del Estado con el espionaje a políticos y activistas independentistas.
Esa causa la relaciona Maragall con los socialistas, y, por ello, entiende que el PSC es también cómplice de “la represión”. Con ese esquema mental, y con las malas relaciones que mantiene el dirigente de Esquerra con el que fue su partido de toda la vida, las posibilidades de un acuerdo tras las elecciones se hacen muy difíciles.
¿QUIÉN HA CAMBIADO?
A su juicio, se ha producido “una gran distancia entre la ciudadanía y la institución”, en el caso del Ayuntamiento de Barcelona por la “mala gestión realizada”. Maragall ve en el actual acuerdo de gobierno, entre los comunes y el PSC “una coalición de intereses, en el que ni duermen juntos ni proyectan juntos”. Esas coaliciones son siempre difíciles, como ocurre también en la Generalitat, entre ERC y JxCat, ha admitido Maragall, pero en Barcelona es particularmente “complicada”.
El hecho es que Maragall ha cambiado, aunque él entiende que lo ha hecho el conjunto de la política catalana. Si durante años se vio necesario, por parte de la ciudadanía, que el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat no estuviera en las mismas manos, ahora es diferente. “Antes apenas había dos grandes fuerzas políticas, CiU y PSC, y se entendía que era mejor repartir el poder, pero ahora eso ha cambiado”, asegura Maragall.
¿Conclusión? La aproximación entre los comunes y ERC se va consolidando, para intentar gobernar juntos en Barcelona y colaborar también en el Parlament de Catalunya. Esa es la opción que valora con mayor claridad la dirección de los republicanos, aunque también se espera la evolución de Junts per Catalunya.
Maragall, que ha despertado en las últimas semanas, espoleado por el caso de las escuchas del CNI a los dirigentes independentistas, y está más activo, ha pedido paciencia para valorar todo lo que pueda ocurrir en la política municipal, con el ojo puesto en el congreso de JxCat y en la elección que hará el partido de Carles Puigdemont para la alcaldía de Barcelona. Hay algunos nombres que se pronuncian, como el del abogado Jaime Alonso Cuevillas. Un sector de ERC quiere explorar si sería posible alguna colaboración en Barcelona, pero la mayoría está con los comunes, siempre, claro, que Maragall sea el más votado. “Necesitamos una victoria con claridad”, ha sentenciado.