Collboni aprovecha el “ruido” de Moncloa sobre su candidatura para relanzar su discurso
Collboni censura a la Generalitat por el retraso de la Línea 9 y se desmarca de Colau con una comisión “sin apriorismos” para ampliar el aeropuerto de El Prat
16 junio, 2022 00:00Noticias relacionadas
Un inconveniente, serio, aunque puede servir como acicate. Todos los partidos políticos se miran de reojo de cara a las elecciones municipales de mayo de 2023. Y el PSC tiene previsto elegir a su candidato a la alcaldía de Barcelona en septiembre, o, como muy tarde, en octubre. Jaume Collboni aspira a encabezar la lista, desde su condición ahora de primer teniente de alcalde, pero quiere aprovechar ya el “ruido” generado esta semana por la filtración desde Moncloa de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, querría situar a ministros como alcaldables, con la posibilidad de que lo sea en Barcelona Miquel Iceta, que ha rechazado por completo su candidatura.
Collboni lleva semanas con un cambio de ritmo notorio, que se acelera ahora con una crítica frontal a la Generalitat, por el retraso en las obras de la Línea 9, y con un desmarque respecto a la alcaldesa Ada Colau que se reflejará en las próximas semanas con una comisión sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat.
El GOVERN Y SU RELACIÓN CON BARCELONA
“Hay ruido, pero eso puede ser positivo para acelerar los planes previstos”, indican fuenes del entorno de Collboni, que sí ha dejado una cosa clara: en caso de más de un candidato, el PSC deberá organizar primarias y en esa elecciones internas se presenta el propio Collboni. Fuentes del partido insisten en otra cuestión, íntimamente conectada: “los candidatos del PSC los elige el PSC”. Sin embargo, la palabra de Sánchez será escuchada y tiene un fuerte predicamento.
La cuestión es que Collboni, con un carácter poco proclive a salidas de tono o a una retórica puramente electoralista, busca ahora un doble contraste: con el gobierno independentista de la Generalitat y con los comunes de Ada Colau. Si Collboni ahora está en el centro, se considera desde su entorno, hay que aprovechar el momento: “Se retoman las obras de la L9 del Metro, una clara muestra del menosprecio de la Generalitat hacia la ciudad de Barcelona, porque esa dejadez del Govern en los últimos diez años han supuesto grandes gastos, como los 7,5 millones de euros de costes de mantenimiento”, señaló Collboni este miércoles.
Esa va a ser una constante ahora del PSC de Barcelona, con reproches constantes a ERC, que dirige el Govern, al considerar que la Generalitat ha dejado de lado Barcelona, en temas, además del transporte, como la seguridad. Colboni insiste en que los Mossos d’Esquadra se deberían implicar en la ciudad, porque la Guardia Urbana no tiene las competencias aunque pueda colaborar con los agentes de los Mossos.
LAS PREOCUPACIONES DE SÁNCHEZ
El otro foco está puesto en los comunes y en Ada Colau. Collboni se comprometió con el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus, en la sede del lobi empresarial, a encauzar el debate sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat. Ahora, el primer teniente de alcalde ha asegurado que en dos o tres semanas se presentará la comisión de expertos que deberá abordar esa ampliación. “Será un debate sereno, sosegado, riguroso y sin apriorismos”, afirmó Collboni este miércoles en una conferencia en el Colegio de Economistas. Aunque el Ayuntamiento de Barcelona no tiene una posición decisiva en esa cuestión –es la Generalitat y Aena, junto con el Gobierno central– a Collboni le sirve para mostrar la “Barcelona del sí”, frente a la “Barcelona del no”, de los comunes.
El “ruido” lo ha provocado la Moncloa. El PSOE se puede quedar sin ninguna gran ciudad grande en las próximas elecciones municipales, con Sevilla en peligro, en función de lo que suceda este domingo en las elecciones andaluzas. Y eso supone una presión añadida sobre el PSC. Pedro Sánchez necesitaría algunas victorias claras en ciudades como Barcelona, antes de encarar las elecciones generales a finales de 2023. ¿Quién le garantizará esos buenos resultados? Eso es lo que se discute cada día en las filas socialistas, en Barcelona y en Madrid.
NADA QUE HACER CON ERC
Pero ese “ruido” puede favorecer ahora a Collboni, si aprovecha la ocasión. El inicio de la larga campaña tendrá lugar en las fiestas de Gràcia, a mediados de agosto, cuando todos los partidos se acerquen para medir sus fuerzas.
Collboni, para sacar cabeza y marcar distancias, busca ese doble cuerpo a cuerpo, con los comunes y ERC, consciente de que con los primeros podría llegar a un acuerdo de gobierno, con la voluntad de alcanzar él la alcaldía. En el segundo caso, sabe que los republicanos no quieren saber nada de los socialistas, y que tienen un acuerdo casi estructural con los comunes para apoyarse mutuamente en el Ayuntamiento de Barcelona y en el Parlament de Cataluña.