A finales de junio el gobierno capitaneado por Ada Colau anunció que la red de lo que denomina "refugios climáticos" contaría con 202 unidades entre bibliotecas, complejos deportivos, museos y colegios, entre otros. ¿El objetivo? Que la ciudadanía de Barcelona pueda refrescarse entre el 15 de junio y el 15 de septiembre, meses con las temperaturas más elevadas.

REFUGIOS CLIMÁTICOS CERRADOS

El problema ha llegado este agosto cuando Esquerra Republicana ha denunciado que la mitad de estos refugios bajan la persiana este mes.

El grupo de Ernest Maragall ha señalado que, de estos 202 puntos, solo 67 permanecerán totalmente abiertos durante el octavo mes del año y que el resto echarán el candado por vacaciones. Por tanto, más de la mitad de refugios quedarán inactivos durante 30 días.

Patio exterior del Museo Frederic Marès de Barcelona

¿QUÉ SON LOS REFUGIOS CLIMÁTICOS?

Los comunes se sacaron de la chistera la existencia de unos supuestos “refugios climáticos” en Barcelona donde contrarrestar la ola de calor. Podría ser una boutade, pero es real: los “refugios climáticos”, que llevan decenas de años por la ciudad son, a juicio de los ideólogos de la nueva izquierda, un instrumento del Ayuntamiento -y, por extensión, de su lideresa- para paliar los efectos del calor.

OLA DE CALOR

Cabe recordar que una nueva ola de calor volverá a saturar los termómetros de Barcelona. Coincidiendo con la llegada de agosto, una burbuja de aire caliente presente en el Sáhara hará que las temperaturas suban a principios de semana. 

El aumento de temperaturas, que afectará en diversas zonas de Europa, no será tan extremo como el anterior. Aún y así, a partir de este martes los termómetros se situarán por encima de la media, aumentando entre cuatro y cinco grados

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