La ciudad de Barcelona solo podrá avanzar a través de “grandes consensos”, sin decisiones unilaterales. Con ese principio, el primer teniente de alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha lanzado su campaña electoral en un desayuno con miembros de la sociedad civil organizado por el Nueva Economía Fórum, admitiendo las diferencias que existen entre el PSC y los comunes en el gobierno de coalición. Y una de esas diferencias hace referencia al urbanismo y a la enorme transformación que ha experimentado la ciudad con las superillas. Collboni ha sido claro: “En el próximo mandato habrá que parar y digerir los cambios”.
El candidato del PSC, que tenía a Xavier Trias en la mesa central del auditorio, ha insistido en la necesidad de ir “paso a paso en las grandes transformaciones, para ir juntos y más lejos”. Con un repaso sobre las grandes cuestiones de la ciudad, Collboni ha admitido que hay problemas en determinados barrios de la ciudad respesto al servicio de limpieza y con la seguridad. Y que la ciudad deberá abordar “los grandes proyectos, sin descuidar la atención individualizada en cada barrio”.
Pero una parte importante de su intervención se ha centrado, precisamente, en esa transformación urbana, promovida por los comunes con las superillas. Su compromiso es “parar y digerir” esos cambios y recuperar el proyecto socialista de etapas interiores sobre los interiores de las manzanas del Eixample. El cálculo es abordar 30 interiores de manzanas, “que ofrecerían 63.000 metros cuadrados verdes en plena ciudad”. Con alcaldes socialistas, se lograron recuperar, según Collboni, hasta 42 interiores de manzana. Ese plan enlaza mejor que las superillas, a juicio de Collboni, con el plan de Ildefons Cerdà.
Con la asistencia de exalcaldes de Barcelona, como el propio Trias, que ultima su candidatura al frente de JxCat; Narcís Serra y Joan Clos, Collboni ha reivindicado el peso de Barcelona en la recuperación de la economía tras la pandemia del Covid. Y ha reiterado que el presupuesto de Barcelona para 2023 debería contar con ERC y JxCat, después de que estos dos partidos hayan facilitado la tramitación de las cuentas municipales. “No se entendería que en esta situación económica no se contara con el apoyo de ERC y de JxCat, y no vale decir que es año electoral, porque yo ofrecí el apoyo del PSC en año electoral”, ha asegurado Collboni.
El otro gran elemento que distorsiona el debate político en Barcelona es la movilidad. Y uno de los vehículos que debería contar con una nueva regulación “son los patinetes, que no son un juguete, y que en París, por ejemplo, se han prohibido”.
CONCEJALES DE JXCAT
Pero Barcelona sufre un problema manifiesto respecto a la seguridad. Collboni ha insistido en que el Ayuntamiento ha hecho un esfuerzo, con “1.000 agentes más de la Guardia Urbana en este mandato”. Para el primer teniente de alcalde de Barcelona, ha sido el departamento de Interior el que no ha ofrecido el apoyo necesario. “La gestión del departamento es manifiestamente ineficaz”, ha asegurado Collboni, en referencia al consejero Joan Ignasi Elena, reprobado en el Parlament, aunque no lo ha mencionado.
¿Pactos? Collboni, consciente de la presencia de Xavier Trias y de los concejales de JxCat, Neus Munté y Jordi Martí, ha señalado que gobernará con todos de cara a un gobierno "progresista". Y ha insistido en que ERC y JxCat se sume a la votación de los presupuestos de 2023.