Sin paños calientes. Xavier Trias no quiere que Sandro Rosell sea candidato a la alcaldía de Barcelona. El mensaje no admite matizaciones. Y llega, justo, cuando el expresidente del Barça ha conocido que queda absuelto del caso Neymar 2, como ha hecho público la sentencia de la Audiencia de Barcelona. Trias reclama a Rosell que renuncie a su posible candidatura, porque “sería negativo para los dos”.
Trias, que acaba de despejar la incógnita y será el candidato de JxCaT a la alcaldía de Barcelona, tiene en la cabeza un proyecto que aglutine a la familia exconvergente, con electores que tengan en común su rechazo a la alcaldesa Ada Colau. Y en ese intento, la posible dispersión de voto hacia opciones que buscan el mismo fin, como la de Rosell, son un estorno. Los miles de votos que podría lograr Rosell restarán, entiende Trias, una fuerza indispensable a JxCat para conseguir la alcaldía.
Los proyectos, en todo caso, son distintos. Rosell ha señalado a los suyos, en distintas cenas y encuentros, que quiere jugar una baza populista, fuera de la política clásica. Ha pedido a quien quiera acompañarle que no cobren los sueldos de concejales y él mismo ha afirmado que se irá a casa si no es alcalde, que no seguirá como concejal durante cuatro años. Trias también lo ha asegurado, pero en su caso lo justifica por su edad, 76 años. Si no es alcalde, Trias buscará ser útil facilitando la alcaldía a Jaume Collboni y se irá a casa, dejando el liderazgo del partido en Barcelona a Neus Munté o a Jordi Martí, actuales concejales, que irán como números dos y tres en su lista, respectivamente.
PROYECTOS DESTRUCTIVOS
Pero Trias quiere atar esa posible candidatura de Rosell. En una entrevista en Rac1, el ya candidato de JxCat, ha señalado que se entrevistará con el expresidente del Barça para convencerle de que renuncie a su candidatura. No ha esclarecido si le ofrecerá formar parte de su lista, pero fuentes cercanas a Trias lo descartan por completo. Sencillamente, lo que quiere Trias es que Rosell se quede en casa.
Para el que fuera mano derecha de Jordi Pujol, la opción de Rosell busca en el mismo caladero de votos: exconvergentes, liberales catalanistas, clases medias, que no desean que Colau siga como alcaldesa. Aunque Rosell no obtuviera representación –un mínimo del 5% de los votos para entrar en el consistorio—podría ‘robarle’ miles de votos a la opción de Trias, que se traduciría en uno, dos o incluso tres concejales, vitales para que el candidato de JxCat pudiera lograr la alcaldía.
Trias ha señalado que le tiene “mucho aprecio a Rosell”, cuyo padre fue uno de los fundadores de Convergència, junto a Jordi Pujol. Pero otra cosa es que le complique la vida en las elecciones. “A veces los proyectos no son constructivos, son destructivos, y es mejor para los dos que él no se presente”, ha zanjado Trias.