Trias dice sí, se presenta a la alcaldía de Barcelona como jefe de filas de JxCat. Han sido meses de valoraciones, aunque Trias tuvo claro que quería lanzarse al ruedo justo antes del verano. En una cena de la federación de Barcelona de JxCat en las Cotxeres de Sants, Trias no ha querido demorar más una cuestión que ha mantenido en vilo a su partido. Se someterá a las elecciones primarias, que solo tendrán un candidato: él mismo. Justo antes de la cena lo ha dejado claro: "Estamos por el sí" en Barcelona, y después lo ha ido desgranando con la militancia de JxCat, con una frase clara y contundente: "Vengo a ganar y solo podemos ganar si trabajamos para todos, sin sectarismos", en una referencia a la necesidad de presentar un proyecto nada sectario ni politizado que encuentre una mayoría social en Barcelona.
En su alocución a los más de 300 militantes en la cena, ha insistido en que su candidatura pretende recuperar "el orgullo de la ciudad de Barcelona", y contribuir para lograr una ciudad "donde se viva bien, y donde la gente joven se pueda ganar la vida". Una y otra vez Trias ha insistido en que gobernará "sin sectarismos" en una alusión a lo que él considera que sí hace la candidata de los comunes, Ada Colau.
DECISIÓN ARRIESGADA
La decisión es arriesgada, porque Trias ha repetido en distintas ocasiones que solo presentaría su candidatura si considera que tiene opciones reales de ganar las elecciones. Quiere ser alcalde, de nuevo, pero también es consciente de que esa posibilidad será complicada. El objetivo real, en todo momento, ha sido y es otro: contribuir a un cambio en el consistorio que deje a un lado a la candidata de los comunes, Ada Colau.
Las reservas de Trias han sido grandes, porque una de sus grandes peticiones era que el partido se mantuviera unido y que las distintas familias dejaran de pelearse. Eso no ha sucedido, aunque las aguas se han calmado, con un pacto tácito entre Laura Borràs, la presidenta de JxCat, y Jordi Turull, el secretario general. Lo pactado es que todos esperarán hasta que se sustancie el juicio penal a Borràs, --previsto para enero—sobre su etapa al frente del Institut de les Lletres Catalanes. Tampoco Trias se impuso en la discusión interna sobre la decisión de abandonar el Govern de la Generalitat. Fue la militancia, finalmente, la que, con su voto, llevó a los consejeros de JxCat a dejar el Ejecutivo que preside el republicano Pere Aragonès.
EL APOYO DE LA DIRECCIÓN DE JXCAT
Pero esos dos contratiempos, dejar el Govern y la permanencia de esa guerra latente en el seno de JxCat no han llevado a Trias a renunciar a su candidatura. “Desde el verano pensó seriamente en presentarse y fue aumentado su entusiasmo a medida que comprobaba el número de gente próxima que se lo pedía”, señala una fuente de JxCat.
El vicepresidente del partido, Josep Rius, ha sido insistente en las últimas semanas al señalar que la candidatura de Trias sería muy bienvenida. También Turull y la propia Borràs habían avalado el paso del que fue mano derecha de Jordi Pujol y alcalde de Barcelona entre 2011 y 2015.
Torras el anuncio de Trias, el partido formalizará este martes su candidatura de forma oficial y abrirá un proceso de primarias en el que el único nombre será el de Xavier Trias. A partir de ese momento, el dirigente de JxCat iniciará el camino para elaborar la lista electoral en que sí ha conseguido una capacidad de maniobra importante. Lo negoció con Carles Puigdemont en una entrevista en Bruselas. Tendrá libertad para incorporar a nombres de su confianza.
Con Josep Maria Argimon ya como director de infraestructuras científicas en la Fundación Pasqual Maragall, que investiga la enfermedad de Alzhéimer, Trias deberá prescindir del ex consejero de Salut, pero sigue contando con un núcleo duro: Neus Munté y Jordi Martí, concejales ahora del grupo de JxCat, con la incorporación de la exconsejera Victoria Alsina, el expresidente del Port de Barcelona, Damià Calvet y el ex consejero Ramon Tremosa. Se trataría de ‘marcar’ la candidatura con un claro acento ‘convergente’.