Quedan cinco meses para que se celebren las elecciones municipales de Barcelona. A lo largo de este próximo año, gran parte de las ciudades catalanas celebrarán sus comicios, por lo que los partidos han puesto en marcha la maquinaria electoral. Más desacuerdos, pactos dardos y grandes peticiones se convierten en la tónica general de los partidos a pocos meses de que los ciudadanos pasen por las urnas.
La capital catalana, además, es la joya de la corona para el PSC, que tradicionalmente ha sido el dueño de todo el cinturón metropolitano. No es de extrañar por tanto que los socios de Ada Colau se hayan volcado precisamente con las cuestiones que más preocupan a los barceloneses: la inseguridad y la movilidad. ¿La receta de los socialistas? Más policías. Hasta 600 nuevos agentes de los Mossos d'Esquadra han pedido incorporar a la seguridad de Barcelona. También han pedido aumentar las inversiones en el metro en 1.705 millones de euros.
Se trata de peticiones formuladas que el PSC ha incluido en la negociación de los presupuestos de la Generalitat con el Govern de ERC. "Barcelona no ha sido una prioridad para ERC; ha sido decepcionante ver cómo la participación de ERC en los gobiernos de la Generaltiat en la última década no ha supuesto un cambio sustancial respecto al enfoque que el nacionalismo catalán conservador -en alusión a CiU- tenía sobre la capital, que es de un cierto desdén y menosprecio", ha afirmado el diputado del Parlament y primer secretario de la Federación de Barcelona del PSC, Ferran Pedret.
MÁS PROPUESTAS
Además, en la propuesta de acuerdo presentada por el PSC a ERC, los socialistas han exigido que la Generalitat dedique 200 millones de euros en Cataluña para la Ley de Barrios y han reclamado específicamente la rehabilitación de edificios para conseguir una mejora de su eficiencia energética. "Con esta inversión se consigue un doble objetivo, la creación de puestos de empleo y el fomento de la sostenibilidad ambiental", ha detallado Pedret.
Sobre otras cuestiones, los socialistas se han mostrado convencidos de que llegará un acuerdo de ampliación del aeropuerto de Barcelona beneficioso para todas las partes y han pedido que se construyan 1.000 pisos sociales nuevos en la capital. También han pedido impulsar la capital económica de Barcelona con un fondo de 20 millones de euros, que sirva para promocionar internacionalmente la urbe, dar apoyo a los empendedores y reforzar el empleo.