Carles Ruiz (Barcelona, 1962) es alcalde de Viladecans desde 2005 y preside el Área de Recursos Humanos, Hacienda y Servicios Internos en la Diputación de Barcelona. También es el secretario del Pacto Industrial de la Región Metropolitana de Barcelona. Ruiz es uno de los referentes del PSC en el Baix Llobregat, y se ha convertido en el mejor termómetro para calibrar el futuro de toda el área metropolitana. En su haber tiene la intuición y el convencimiento de que el mejor dirigente para el PSOE, en momentos de zozobra, podía ser Pedro Sánchez. Confió en él en las primarias del partido, cuando buena parte del PSC se dividía entre Eduardo Madina y Susana Díaz. Impulsó un manifiesto y una plataforma de apoyo a Sánchez. Y mantiene un vínculo estrecho con el presidente español. Ruiz tiene interiorizada la frase de Picasso, que la inspiración, cuando llegue, le pille trabajando. En esta entrevista con Metrópoli, en el Ayuntamiento de Viladecans, da cuenta de su gran preocupación: las conexiones de movilidad de toda el área del Llobregat, y reclama que la ampliación del aeropuerto sea una prioridad. Y lo hace con una conversación fluida, con todos los datos en la cabeza, y con la obsesión de "ir a las cosas", ponerse retos y resolverlos. Tiene claro el principal problema de su comarca: "El transporte público es el talón de Aquiles del Baix Llobregat”. Afronta la campaña electoral de las municipales con cierta confianza, tras lograr la mayoría absoluta en 2019. Esquerra, que pasó de tres a cinco concejales en Viladecans, aspira a competir en pie de igualdad con el PSC, en el área metropolitana.
¿Cree que el crecimiento en el mapa municipal de ERC, en el área metropolitana, puede hacer peligrar su mayoría absoluta?
De lo que se trata aquí es de valorar el trabajo que se hace. Y en estas elecciones lo que nos vamos a encontrar es con una situación post-pandemia y en el transcurso de una crisis. Los ciudadanos van a tener ocasión de valorar, en ese contexto tan difícil, cuál ha sido la respuesta que hemos dado desde el Ayuntamiento. Y sobre todo pensar en el futuro. Creo que la misión que tenemos desde las administraciones es ser capaces de pensar cómo mantenemos esas oportunidades de futuro que en estos últimos años hemos generado. Yo no pienso en términos de mayoría absoluta, lo que pienso es que tenemos un proyecto mayoritario en la ciudad y que ese proyecto consiste en dar oportunidades de futuro a los vecinos del municipio. Lo que sí creo es que la gente no está para inventos ni para pruebas. Es muy serio lo que nos ha pasado y muy serio lo que nos viene por delante. Necesitamos gobiernos que tengan capacidad de gestión.
¿Qué balance hace del pacto con Viladecans en Comú? ¿Estaría abierto la siguiente legislatura a cambiar de socio preferente?
Esto es como lo que dice el Cholo Simeone, partido a partido y ves cómo van las cosas. Es cierto que nosotros durante muchos años hemos gobernado conjuntamente, antes con Iniciativa y ahora con Viladecans en Comú. Eso hace que tengamos una visión muy participada del conjunto de la ciudad. Estas elecciones se presentan en una coalición diferente, porque lo hacen con Podemos, por tanto veremos sus propuestas de campaña y en función de eso yo lo tengo muy claro: cuanto más amplio sea un gobierno mucho mejor. Independientemente de que saquemos o no mayoría suficiente. Por eso hemos pactado cuando no era necesario y cuando era necesario también.
¿Cómo encajaría la entrada de Vox en el pleno municipal?
En los últimos años hemos creado más en empleo que otras ciudades, tenemos inversión de empresas, nuestra educación en escuelas públicas ha mejorado sustancialmente en relación al conjunto de Catalunya y de la comarca. Por tanto me preocupa que eso se vea alterado por un discurso bolsonarista o trumpista, un discurso de cargárselo todo y que te diga “como lo haces tu está mal”. Me preocupa más eso. Esa actitud no ayuda en nada para los próximos años. Nosotros necesitamos generar oportunidades, seguridad, hacer que la gente de Viladecans sólo por el hecho de vivir aquí tenga más oportunidades. En el fondo, la derecha va a tener sus dos o tres concejales, como los ha tenido antes con Ciudadanos, o con el PP. La cuestión es que en estos momentos yo no veo diferencias entre los discursos o la estrategia que están siguiendo desde el Partido Popular o desde Vox en España y seguramente a nivel local ocurrirá lo mismo. Es más, el candidato del PP que se presenta proviene de Vox.
¿Los alcaldes socialistas en el área metropolitana han decidido hablar de seguridad, finalmente, sin ningún tipo de complejo?
En el área metropolitana es un elemento que siempre nos ha preocupado. Sin seguridad no puede haber bienestar. Nos preocupaba y nos preocupa que haya efectivos de los Mossos d'Esquadra en las ciudades metropolitanas. La insuficiencia de efectivos ha llevado a que la policía local haya cubierto en muchas ocasiones sus servicios. En todo caso, no consideramos que todo se resuelva con la seguridad. El problema es que hay partidos que sólo hablan de eso y que intentan generar discursos sobre ello. Viladecans, en relación con el resto de ciudades metropolitanas, es mucho más segura. Los datos de delitos y de denuncias así lo reflejan. La opinión de los mismos ciudadanos, según la encuesta de la Diputación, constata que en Viladecans la seguridad no es uno de los problemas centrales.
¿No hay una decisión política firme para cubrir las necesidades que tiene el área metropolitana?
Bueno, lo que plantean los mismos Mossos es la incapacidad de cubrir las plazas que quedan vacantes y cómo no se asignan en determinadas zonas las suficientes plantillas. Aquí hay dotación para un número de policías que no son los que realmente hay. Pese a que hay mucha colaboración con los Mossos, trabajamos de una forma muy directa con patrullas conjuntas. Por un lado está que la colaboración es absoluta y compartimos información y trabajo conjunto, pero es verdad que la insuficiencia de plantilla de los Mossos dificulta determinadas actuaciones.
¿Está a la altura el conseller de interior, Joan Ignasi Elena?
Yo creo que aquí el problema es que se está politizando demasiado el cuerpo de los Mossos desde hace tiempo, no sólo con este conseller. Primero se les ensalzó como si fuera un cuerpo al servicio de un determinado ideal político y ahora se ha pasado al otro extremo. Con los Mossos ocurre como con la educación: son elementos donde la política partidista no debe entrar. Creo que no deberían ser campos de confrontación. Son servicios muy básicos que nos afectan a todos y son muy importantes. Así como no estoy de acuerdo en que se convierta la escuela en un campo de lucha política, tampoco estoy de acuerdo en que se convierta a los Mossos en el centro de una lucha política.
Más allá de ser un mandato marcado por la pandemia y por su plan de reactivación local posterior, la política municipal ha tenido que hacer frente a muchos retos. Entre los más importantes, se encuentra la controversia del Plan de Mejora Urbana de Can Sellarés. En 2015 se aprobó la construcción de más de 200 viviendas. Sin embargo, este proyecto –del plan de mejora de Ponent– cuenta con la negativa rotunda de la plataforma ecologista local ‘Salvem Can Sellarés’. ¿En qué punto se encuentra este proyecto?
Este es un problema falso, que viene de otro municipio. Las personas de esta plataforma son personas de otro municipio y que no atienden a lo que hemos trabajado en el Ayuntamiento de Viladecans con las asociaciones del barrio. Ese plan es el único en Catalunya que firmaron las asociaciones y las administraciones. Es el único caso de un plan urbanístico en el que en la documentación oficial está la firma de las asociaciones de vecinos y la firma de las administraciones. Es, por tanto, un plan compartido. Un plan que surge de un análisis del barrio a partir de la Llei de Barris con la Generalitat, que lo que indica es que una de las cuestiones que el barrio necesitaba es que hubiera más densidad para que pudiera funcionar el comercio, para pudiera llegar gente joven, porque era un barrio muy envejecido. Lo primero que se está haciendo ya es la inversión en un complejo deportivo con dos pistas polideportivas y un campo de fútbol siete, por tanto no hay polémica. Lo que supone es una transformación y una mejora sustancial para el barrio .
Otra de las cuestiones que despierta mucho interés entre los ciudadanos es la oportunidad de vivienda. El Pla de Llevant permitirá construir 3.000 viviendas, la mitad de ellas de protección oficial. El Edificio Sales, el pionero, por fin consiguió en diciembre la licencia de obras y sacará al mercado 67 viviendas. Sin embargo parece ser que la construcción está sufriendo demoras importantes que está llevando a muchos ciudadanos a repensarse las compras. ¿Por qué se está retrasando tanto la construcción de esas nuevas viviendas?
No se ha retrasado, lo normal en una urbanización nueva son los plazos que hay ahora. De hecho se están cumpliendo los plazos, lo que no es normal tampoco es que muchas personas compraran o adquirieran los pisos antes, o que las promotoras comenzaran a comercializar los pisos, antes de que se hiciera la urbanización. Eso es un caso que sí que no nos había pasado nunca de esa consideración. Por tanto, los retrasos que son normales en una obra de estas características normalmente las personas o los compradores no los perciben, porque se empieza la comercialización cuando ya está prácticamente urbanizándose. En este caso no fue así, pero los plazos son absolutamente los normales en una obra de estas características, que es muy delicada. Los planes cumplen, prácticamente, con lo que estaba previsto.
El problema de vivienda es común en todo el área metropolitana. ¿Cómo se puede articular mejor la cuestión de la vivienda con la colaboración público-privada en todo el territorio?
En Viladecans estamos sufriendo la incapacidad de Barcelona en estos diez años de generar vivienda. El hecho de que Barcelona no haya sido capaz o no haya querido impulsar vivienda ha generado presión a todos los municipios del entorno. El gran problema que tenemos es que los municipios del entorno hicimos nuestros deberes de planificar el crecimiento para nuestros ciudadanos y ciudadanas, pero el hecho de que Barcelona paralizara la dotación de viviendas ha perjudicado a la misma ciudad. Hay más demandantes que vivienda en el mercado y, por tanto, lógicamente hay necesidad de vivienda. Otra cosa es que se necesita más vivienda protegida, que es nuestro caso en Llevant. En Viladecans prácticamente todas las promociones desde ya hace muchos años, desde hace 20 años, todas son –o la mitad– de vivienda protegida y se cubre esa demanda. Por tanto, ahora hacen falta viviendas de alquiler y va a haber promociones tanto del Incasòl como del AMB, como de la Generalitat para poder facilitar vivienda de alquiler. Es una de las necesidades que tenemos.
Eso cómo se soluciona, ¿con un gobierno metropolitano, con mayor coordinación?
Es lo que decía antes de cara al futuro. Los experimentos, al final, se han de hacer con cuidado y Barcelona aquí tomó la decisión de paralizar la creación de viviendas con el mandato de Colau y esa decisión tiene sus consecuencias, pero no solamente para Barcelona, las tiene para el conjunto de ciudades. En estos momentos hay mecanismos para generar una parte de viviendas a través de la promoción desde el área metropolitana y, por otra parte, los ayuntamientos tenemos varios planes en marcha que van en esa dirección. Habría que intentar abordar otro tipo de fórmulas que facilitaran más el acceso de la gente a la vivienda. Habría que estudiar más allá de la vivienda de alquiler o protegida qué otro tipo de fórmulas --a través de la cooperación público privada-- pueden facilitar el acceso de más personas a la vivienda de alquiler.
¿A través... de?
Por ejemplo de la renta limitada. Podría ser una buena opción con la cual tú, al final, tienes derecho de opción de compra, pero puedes entrar de alquiler y estar de alquiler toda tu vida.
¿Qué proyectos tiene en mente a corto plazo el Ayuntamiento de Viladecans para la siguiente legislatura?
Los proyectos que tenemos van más allá de una legislatura. Básicamente estamos muy centrados en conseguir llegar a esa agenda 2030 con una neutralidad climática, con la misión de llegar a una ciudad de emisiones cero. Eso supone un cambio importante en la movilidad, supone un cambio muy importante también en la energía. Hemos puesto en marcha la empresa Vilawatt, estamos trabajando también con el ministerio de Agenda Urbana, Transportes e Infraestructuras para generar la nueva línea de metro del Delta. Sería una gran medida para sustituir a los vehículos que tienen entrada y salida en Viladecans. Por tanto, hay determinadas medidas que tienen que ver con el refuerzo del transporte público y con la autosuficiencia energética. Luego tenemos planteados proyectos estratégicos como la nueva biblioteca central que la empezaríamos a construir en la próxima legislatura, finalizar también el barrio de Llevant con vivienda protegida. Se trata de liderar la transformación económica y dotar de oportunidades a la gente de Viladecans.Tenemos un gran proyecto que es la transformación de La Roca y que esa transformación se convierta en un impulso para que Viladecans y Gavà seamos el centro de la construcción sostenible. También tenemos en mente el proyecto ‘Vileta’ de transformación de la ciudad que supondría la dotación de vivienda alrededor del centro, lo que también sería un impulso para el comercio y para la calidad de vida en el centro.
¿Qué peso tiene Unilever en el municipio?
Viladecans, desde hace unos años atrás, tiene una grancapacidad de atracción de empresas, de multinacionales y de capacidad de nuevas empresas con perfiles económicos muy diferentes. Acabamos de presentar hace pocos días Ideaded, que es una empresa que trabaja en la fabricación de microchips a nivel mundial. Es innovadora. Tenemos desde este año una nueva empresa de robótica –Yaskawa Ibérica–, Vueling acaba de instalar también su sede corporativa con más de 900 trabajadores en la ciudad y Unilever fue la primera de alguna manera después de Roca. No es tanto la presencia de Unilever en Viladecans, sino el conjunto de empresas que están creando un ecosistema muy diferente en nuestro entorno. Por ello, Viladecans ha creado mucho más empleo que el resto de ciudades aledañas. En los últimos años, mientras ha habido un 150% de incremento de empleo en el Baix Llobregat, en Viladecans ha sido de un 250%, quiero decir, casi el doble. No es solo el hecho de que estén en Viladecans sino que desde el Ayuntamiento intentamos también acompañarlas en su instalación, en su crecimiento y que ellas, a su vez, colaboren con nosotros. Ahora estamos trabajando también en el hub agroalimentario y Unilever puede ayudarnos a despegar este proyecto. El modelo que queremos seguir es el de Food Valley de Holanda --una región de los Países Bajos donde se concentran empresas internacionales de alimentos-- y Unilever es un elemento muy importante. La buena noticia es que no solo se instalan en nuestro municipio por las facilidades que da el ayuntamiento, si no que trabajamos con ellos y ellos con nosotros como si fueran un vecino más.
Como en cualquier legislatura siempre quedan asignaturas pendientes. ¿En qué ha suspendido el Ayuntamiento?
Más que suspender yo creo que hay cuestiones que están un poco más retrasadas de lo que nosotros querríamos. Lógicamente en el conjunto, --no solo en Viladecans--, todas las ciudades en España y Europa a consecuencia del covid hemos tenido un retraso importante en las obras y en la capacidad de inversiones. También es verdad que en los últimos años se ha complicado mucho la tramitación administrativa y eso ha hecho que cosas que antes se podían realizar prácticamente en una legislatura ahora vayan mucho más allá. Con la actual tramitación burocrática y administrativa eso es prácticamente imposible. Obras como la reforma de la rambla nos habría gustado tenerla acabada para ya, u otras obras importantes. Estamos retrasando mucho los ciclos de inversión…Yo creo que el Baix Llobregat ha reforzado mucho su estructura económica y su tejido industrial, lo hemos diversificado muchísimo. Nosotros creamos espacios nuevos que no existían en la ciudad. Si no creamos oficinas no pueden venir determinados grupos de empresa. Nuestra cercanía al aeropuerto y al puerto hace que la capacidad industrial y de gestión económica sea bastante importante. Sin embargo, tenemos un talón de Aquiles que es muy preocupante: el transporte público. Se trata de un sistema radial planificado hace 40 años que funciona desde la base de que el centro es Barcelona y la comunicación que se establece es una comunicación entre municipios con Barcelona. Esto hoy choca con la realidad económica que tenemos en la comarca, donde hay polos como Viladecans, la zona franca o el aeropuerto que con transporte público tiene una mala comunicación con el entorno inmediato. Hoy es más fácil que desde un barrio de Barcelona se vaya en transporte público al aeropuerto que no desde Viladecans.
¿Sin esa movilidad, por tanto, tampoco habrá proyectos de vivienda adecuados?
Claro, porque al final queremos eliminar la movilidad por vehículo privado. Pero si tú no estableces mecanismos de acceso a la Zona Franca fácilmente desde Viladecans, las personas que trabajen en zonas de gran densidad económica han de ir obligadamente en vehículo privado. Lo mismo ocurre con el acceso a la zona del Vallès o el norte de la comarca. Tenemos Sant Vicenç dels Horts a tres municipios de aquí y es dificilísimo llegar por transporte público a una ciudad que tenemos al mismo lado del río. Yo creo que el tema del transporte es la asignatura pendiente a nivel metropolitano y concretamente en la zona del delta. Sin embargo hay dos iniciativas muy importantes que se están concretando ya y que van a corregir eso. Por un lado la transformación que ya se ha hecho de la C-245 que va a permitir tanto a nivel de carril bici como de autobús más velocidad y, por tanto, más conexión entre los municipios. En segundo lugar, el metro del delta, la conectividad que supone tiene dos valores muy importantes: uno es la nueva línea de entrada a Barcelona, lo que implica eliminar el embudo que supone Sants en estos momentos. Por otro lado, esta línea nos permite una interconectividad con prácticamente todo el sistema de transporte público. La pieza clave para resolver gran parte de estos problemas es el metro del Delta que soluciona la conectividad con Barcelona y la interconectividad en la zona del delta.También proponemos que haya una variante de entrada al Aeropuerto desde la línea actual de Rodalies, lo que supondría prácticamente tener conexión directa con las terminales desde municipios como Casteldefels, Gavà o Viladecans, pero también más allá. Desde Sitges podrías llegar a la terminal 2 a través del tren en cuatro paradas. Eso puede ser un cambio también muy importante. El transporte público es nuestro elemento de competitividad más importante que hemos de solucionar en los próximos años, dado que tenemos una infraestructura con unas condiciones óptimas.
¿Cuando se prevé que llegue el metro a Viladecans?
Es una obra compleja. Ahora se ha tenido que recuperar estudios informativos que se han adjudicado. Supongo que antes de siete años será difícil que se ponga en marcha este transporte.
Otro de los grandes interrogantes de cara a este nuevo año político es qué va a pasar con el transporte público. Los autobuses de Avanza continúan organizando paros para revertir las condiciones laborales en las que trabajan y para exigir nuevos vehículos que puedan prestar el servicio de una forma digna. En vista de que las negociaciones están encalladas, ¿el ayuntamiento tiene intención de mediar con el AMB y AVANZA?
La negociación se está produciendo entre los trabajadores y Avanza. El AMB está mediando a instancia de los ayuntamientos, hace de mediadora entre Avanza y los trabajadores en lo que respecta a los temas laborales. Lógicamente hubo nuestra presión y la del AMB al operador, en cuanto al cumplimiento de los servicios y en consecuencia Avanza recibió una multa. Actualmente ya se han corregido algunos problemas y el principal elemento, que es el cambio de la flota. Está previsto que se incorporen ya los nuevos autobuses este mes o a principios del que viene. En lo que hace referencia a la calidad de la flota ahora se pondrán en marcha autobuses híbridos y eléctricos en condiciones mucho mejores que las actuales.
El mundo agrícola influye en gran parte de las decisiones que debe tomar el consistorio puesto que Viladecans concentra una tercera parte de la superficie hortícola de Catalunya. Hay dos proyectos encallados: el hub agroalimentario del delta y la ZEPA con su posible ampliación ¿Cuál es la apuesta del ayuntamiento para que ambos puedan convivir en armonía?
Barcelona importa el 95% de las hortalizas que se venden en Mercabarna. Solo un 5% de lo que se vende en Mercabarna se produce en el entorno metropolitano y en Catalunya. Una tercera parte del suelo de Catalunya para producir eso está aquí, en el Parc Agrario. Si tenemos la oportunidad de reducir un 30 o 40 por ciento esa dependencia de traer alimentos de fuera y los podemos producir aquí, estamos haciendo una apuesta clarísima por la sostenibilidad, la biodiversidad y el kilómetro cero. El Parc Agrari siempre se ha visto como una reserva: “dejadla ahí y que nadie toque nada”. Es una visión muy de Barcelona, muy de centro de ciudad. Realmente el Parc Agrario es un potencial que tiene el AMB para producir alimentos, y para ello necesita una modernización de las infraestructuras. No puede ser que cada vez llueva mucho se inunde todo. Luego necesitamos una nueva normativa del Parc Agrari. Necesitamos que se puedan hacer inversiones en instalaciones de energía. En el caso de la Zona de Especial Protección de las Aves (ZEPA), todo proviene de un requerimiento europeo. Europa no dijo que se tenía que ampliar –tal como quiere hacer la Generalitat– sino que dijo que se había gestionado mal y que fruto de esa mala gestión, se ha perdido biodiversidad. Europa no entra en la ampliación. Europa dice que se tienen que cumplir elementos que no se han cumplido. Entonces la solución no es multiplicar por tres el problema. La solución es gestionar bien. ¿Cuál es la manera? En política intención es dinero, pero lo que ha ocurrido en los últimos años es que la Generalitat ha ido disminuyendo la aportación al Consorci dels Espais Naturals. Algo que no se ha notado porque lo hemos cubierto los ayuntamientos, pero no es nuestra competencia. Por tanto, hay que incrementar los recursos para gestionar la biodiversidad, y hay que incrementar el compromiso de la Generalitat con aquello que es competencia suya. Y no hemos obtenido respuesta de la Generalitat a las alegaciones. Llegamos a unos acuerdos con la Generalitat, sin embargo su decisión fue unilateral. Sentimos que no diálogo con el territorio.
¿Depende todo en gran medida de lo que pase en Barcelona? Es decir, de que Jaume Collboni sea alcalde... ¿en qué medida es decisivo para el PSOE ganar Barcelona de cara a las elecciones generales?
Yo creo que el PSC ha demostrado un ejercicio de generosidad y en ese sentido del valor institucional que le damos nosotros a las cosas. Por encima del partido están los intereses públicos. Evidentemente con la mayoría que tenemos en el Área Metropolitana el presidente podría ser perfectamente un socialista. De hecho tenemos la mayoría para que sea así. Pero entendemos, ya lo entendimos desde el principio, que es muy importante que el alcalde de Barcelona sea el presidente del área –aunque la normativa no lo exija así–. Creo que eso hay que destacarlo, ahí hemos hecho un ejercicio de generosidad y pensamos que en esto es muy importante esa visión metropolitana, esa visión de liderazgo en el mundo. Nosotros lo que queremos es que Barcelona despierte, queremos que Barcelona vuelva otra vez a liderar esa visión más metropolitana y de proyectarnos hacia el exterior para captar inversiones, para poder solucinar estos temas que comentamos, necesitamos el concurso de todos. Por tanto, nosotros ahi lo que queremos es que esa Barcelona vuelva a ser como fue y que nos dé fortaleza. Es verdad que los municipios metropolitanos también nos hemos beneficiado de esa falta, en algunos momentos, de pulso. Hay muchas inversiones que han ido a los municipios del entorno que, en otra situación, hubieran ido a la ciudad.
¿Los resultados serán determinantes para la suerte del PSOE?
Para todo partido los resultados de las elecciones anteriores son importantes, porque marcan su tendencia. Es verdad que en las municipales el PSOE parte de una cierta ventaja, porque gobernamos muchos ayuntamientos en toda España y por tanto el poder local del partido socialista es muy importante. Especialmente en Catalunya, concretamente el PSC en el Área Metropolitana. Es el partido hegemónico y con más influencia y lógicamente en las próximas elecciones esperamos que eso se refuerce aun más con la alcaldía de Barcelona.
¿No lleva demasiados años como alcalde?
Una alcaldía no es una gestoría. Lo bueno y lo malo que tiene una alcaldía o un puesto político de responsabilidad es que te tienes que enfrentar constantemente a retos. Cada municipio es un mundo y cada situación es diferente. Hay municipios donde es más difícil que pasen muchas cosas, donde es más fácil que haya relevos. Yo creo en la política y pienso que cuando alguien está al frente de una institución política o al frente de un partido político, está para transformar las cosas, para ponerse retos por delante. Y entiendo que en Viladecans hoy tenemos muchos retos y yo tengo la capacidad y la ilusión. Son retos que me ilusionan, son la gasolina que me pone en marcha. Desde ese punto de vista, creo que tenemos muchas cuestiones por resolver en un futuro, y yo tengo muchas ganas de seguir hacia adelante.