Ernest Maragall, el candidato de ERC a la alcaldía de Barcelona, busca una reacción, un cambio de rasante que le sitúe, de nuevo, en el centro de la carrera electoral. Tras la irrupción de Xavier Trias, como alcaldable de Junts per Catalunya, y la decisión del socialista Jaume Collboni de salir del gobierno municipal, Maragall ha quedado en un segundo plano. En las últimas semanas ha establecido complicidades con distintos profesionales para presentar ahora un consejo asesor de expertos, de carácter transversal y que tiene un claro mensaje: la ‘inteligencia’ de la ciudad estaría con el ex socialista Ernest Maragall, hoy republicano.
Esa ha sido una constante de ERC en la última década, la de contar con lo que fue el maragallismo, lo que representó Pasqual Maragall como alcalde de Barcelona, donde estaba, precisamente, su hermano Ernest. Diferentes dirigentes de aquel particular espacio político –con personalidad propia, dentro del PSC, y con periódicos desencuentros con el ‘aparato’ del partido— abandonaron el barco para recalar en movimientos y asociaciones que se movieron en la órbita de Esquerra Republicana. Fue el caso de Joaquim Nadal, --hoy conseller de ERC en el Govern de la Generalitat--, del propio Ernest Maragall –al calor del proceso independentista--, de Joan Ignasi Elena, --hoy también conseller del Govern—o de Gemma Sendra, alto cargo en el gobierno de Pasqual Maragall, con Ferran Mascarell como conseller de cultura.
LA PRESENCIA DE CAMINAL
Y esos cargos, con algunas incorporaciones, forman el consejo asesor de Ernest Maragall, que quiere arroparse de ‘expertos en Barcelona’ para competir con Xavier Trias y Jaume Collboni, justo cuando las encuestas le han dejado de sonreír y ya no aparece como el claro ganador de las elecciones, algo que sí ha ocurrido a lo largo del último año, aprovechando el buen momento en el que se encontraba el partido republicano.
En el consejo asesor, sin embargo, destaca con luz propia Josep Caminal, uno de los dirigentes clave en su momento en Convergència Democràtica, al lado de Miquel Roca, como secretario de organización del partido que fundó Jordi Pujol. Caminal, un veterano ‘roquista’, ha tenido también importantes responsabilidades de gestión, en la dirección general del Gran Teatre del Liceu entre 1993 y 2005, y como director general de Presidencia del Grup Godó desde 2005 y febrero de 2019. Caminal, además, fue concejal de CiU en el Ayuntamiento de Barcelona. Ahora, ofrecerá sus consejos al republicano Maragall.
Otro de los pesos pesados de ese consejo asesor es Oriol Clos, un vivo representante de la ‘inteligencia’ socialista. Fue el arquitecto jefe del Ayuntamiento de Barcelona en la etapa del alcalde Jordi Hereu. Desde el campo jurídico se ha acercado a Maragall la abogada Olga Arderiu, especializada en el ámbito penal y que defendió a la ex presidenta del Parlament, Carme Forcadell y a la diputada Anna Simó en sus diferentes casos judiciales por el proceso independentista.
EL 'INDEPENDENTISTA' QUERALT
Con esa obsesión de Maragall por recuperar ‘los viejos tiempos’, y con el beneplácito de ERC –la dirección destaca siempre que la militancia estuvo y está encantada de tener el apellido Maragall en sus filas, debido a un sentimiento de inferioridad durante años respecto a los socialistas en Barcelona— otro de los que se han subido al carro en ese consejo asesor es Francesc Subirada, director asociado del Barcelona Supercomputing Center desde su creación en 2005. Es ahora uno de los impulsores del proyecto Ciutadella del Coneixement.
Hay otros elementos más clásicos, dentro del mundo independentista, como el catedrático de Derecho Penal en la Universitat de Barcelona, Joan Queralt, que participa en distintas tertulias en medios de comunicación. Su tesis siempre ha sido la misma durante el proceso independentista, al entender que no se produjeron actos que justificaran castigos penales.
El consejo se completa con figuras ya netamente en las filas republicanas, como la citada Gemma Sendra, el exconseller de Acció Exterior, Raül Romeva; el ya citado conseller Joan Ignasi Elena; la delegada del Govern de la Generalitat en Madrid, Ester Capella, o la concejal en el Ayuntamiento de Barcelona Elisenda Alamany.
¿El objetivo? Volver a la carrera electoral, tras unas semanas de ciertas dudas y de perplejidad ante la candidatura de Xavier Trias, y ahora tras la decisión de Jaume Collboni de dedicarse en cuerpo y alma a la campaña electoral sin las responsabilidades de gobierno como primer teniente de alcalde.