El pleno municipal de Barcelona ha frenado la aprobación del Plan de Usos del Eixample después de que la iniciativa se haya retirado del punto del día al chocar con el rechazo de todos los grupos municipales y ante la anunciada abstención de ERC.

La medida ha perpetuado la guerra entre el PSC y los comunes en este aspecto. Janet Sanz, concejal de Urbanismo, ha defendido que el Plan de Usos del Eixample busca garantizar la “diversidad comercial” del distrito. Respecto a la regulación en Sant Antoni, que ha frenado el acuerdo entre los socios de gobierno, ha asegurado que el barrio “ha sufrido mucho con la especulación” y ha sido el “mejor barrio en recuperación económica después del covid”.

Laia Bonet, regidora de Movilidad, ha señalado que "para gobernar Barcelona se tiene que escuchar a todo el mundo", y ha afirmado que su grupo no puede "permitir una regulación homogénea". "Ustedes han jugado a enfrentar a vecinos y comerciantes, ya basta de inventar enemigos y lobbiesNo secuestren el futuro por ideología", ha destacado la concejal socialista.

RUIDO O CONVIVENCIA

Jordi Coronas, regidor de ERC, ha asegurado respecto a esta cuestión que "se confronta la ciudad del ruido o de la convivencia", así como la política "útil y responsable de la de gestos".

El republicano ha aprovechado su intervención para cargar contra Jaume Collboni por su salida del gobierno municipal. "Señor Collboni, para evitar una alcaldía de ERC vale todo. Abandona la nave después de constatar el fracaso del gobierno táctico", ha señalado.

RETIRADA DEL ORDEN DEL DÍA

El resto de grupos de la oposición han coincidido en la necesidad de retirar el punto del orden del día. Jordi Martí Galbis, portavoz y edil de Junts, ha insistido en dicha retirada tras asegurar que "Junts estará en el debate para encontrar una solución beneficiosa para el Eixample" con el objetivo de que en febrero haya un "plan de usos aplicable".

Paco Sierra, concejal de Ciutadans, ha señalado el "espectáculo lamentable" que ha conllevado el debate de esta medida, y ha remarcado que los barceloneses están pagando las consecuencias de que el gobierno no haya tenido "un plan consensuado".

Óscar Ramírez, regidor del PP, ha destacado el "mal hacer del gobierno municipal" y la división del mismo entre sí y con los "vecinos y comerciantes del Eixample", lo que pone en evidencia el "fracaso del modelo de ciudad" impulsado por el ejecutivo local. Desde Valents, los concejales Óscar Benítez y Marilén Barceló han lamentado el "caos y el desacierto" que suponen las intervenciones municipales en el distrito.

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