ERC se consolida como el salvavidas de Colau a cuatro meses de las elecciones
Los comunes se aferran a los republicanos como socio necesario para impulsar sus políticas hasta el final del mandato
3 febrero, 2023 00:00Noticias relacionadas
Esquerra Republicana recibe los elogios, de forma constante, de Ada Colau, la candidata de los comunes a la alcaldía de Barcelona. El apoyo a los presupuestos, y a distintas medidas que ha impulsado el equipo de gobierno, ha convertido a Ernest Maragall, el líder de los republicanos, en el centro del tablero. Y, ahora, en el salvavidas de los comunes para acabar el mandato, a cuatro meses de las elecciones. Se trata de una relación casi estructural, aunque Maragall ha querido distanciarse en los últimos meses con sus críticas al urbanismo táctico de Colau.
Esa buena relación cobra mayor importancia después de la decisión de Jaume Collboni de dejar su cargo como primer teniente de alcalde. Porque eso ha comportado que los socialistas se hayan desmarcado de proyectos como el Plan de Usos del Eixample, aunque el grupo municipal sigue en el equipo de gobierno de Colau. Este viernes se podrá comprobar esa cuestión en el pleno municipal, porque los comunes han aceptado una propuesta de ERC, que significará su aprobación con la abstención previsible del PSC, aunque los socialistas se han visto obligados a reaccionar tras una jugada de JxCat.
Ada Colau lo reiteró en su comparecencia ante los medios de comunicación en el Colegio de Periodistas, dando las “gracias” a ERC por secundar muchas medidas del consistorio. Y apostó por gobernar con partidos de izquierda, colocando en primer lugar a ERC y, después, al PSC, si gana las elecciones el 28 de mayo. La preferencia por Esquerra es manifiesta, por parte de los comunes, justo cuando los socialistas no han querido cerrar la puerta a la posibilidad de un acuerdo con Xavier Trias, el candidato de JxCat.
A LA IZQUIERDA DE LOS COMUNES
Y esa relación es recíproca, porque Esquerra negoció los presupuestos de la Generalitat para 2023 primero con los comunes. Una vez atado ese apoyo, negoció con los socialistas, hasta conseguir un acuerdo con el partido que lidera Salvador Illa. Esa relación ya se estableció el pasado año, aunque en este caso fue traumático para Ernest Maragall. Una vez acordado el presupuesto con los comunes en el Parlament, ERC reclamó a Maragall que hiciera lo propio en el Ayuntamiento de Barcelona, a pesar de que el concejal republicano había anunciado su voto en contra. Maragall se vio obligado a cambiar de opinión en cuestión de horas, alegando que se trataba de lograr avances para el conjunto del país, y, por tanto, para la capital catalana.
Fuentes municipales señalan que en determinadas áreas, ERC se ha posicionado “a la izquierda de los comunes”, buscando un perfil que, a veces, “parece más próximo a la CUP”. La voluntad de ERC es la de jugar un rol netamente de izquierdas, con la idea de que el PSC se ha alineado con las fuerzas económicas de la ciudad. Maragall ha reiterado en distintas ocasiones que el grupo municipal socialista representa “una forma vieja de hacer política, con propuestas de crecimiento del pasado”.
Hay, sin embargo, un factor decisivo. Comunes y ERC se necesitan para poder gobernar la ciudad de Barcelona, en un bloque de izquierdas que se apoya en el Parlament y en la capital catalana. Los republicanos, por su parte, están más determinados a acercarse a los comunes de Ada Colau, porque consideran a los socialistas como su gran adversario político en toda el área metropolitana, y porque las relaciones son malas entre Maragall –ex dirigente del PSC, ex conseller del Govern de la Generalitat con los gobiernos del tripartito—y la actual cúpula socialista. Los comunes, en cambio, tienen más margen de maniobra, como evidenció la propia Colau en su intervención en el Colegio de Periodistas: "Soy muy pragmática y mi decepción personal y política con Collboni no equivale a rechazar un acuerdo con las fuerzas de izquierda, con ERC y con el PSC”, insistió la líder de los comunes.
En distintos casos ERC ha apoyado a los comunes en este mandato en la ciudad de Barcelona:
EIXAMPLE
El Plan de Usos del Eixample ha significado la última pugna entre comunes y socialistas. Mientras que la formación liderada por Ada Colau ha apostado por unas estrictas restricciones en una cuarentena de vías del distrito, con la inclusión de Sant Antoni y la calle de Girona, el PSC ha exigido que la medida no afecte a más de 11 calles. La confrontación entre socios de gobierno provocó que la medida no saliera adelante en el pleno municipal y que Barcelona en Comú haya requerido la implicación de la formación republicana para aprobar la planificación este viernes. Finalmente, Junts se abstendrá tras exigir unos ligeros requisitos que cuentan con la aprobación de los comunes, lo que forzará al PSC a votar a favor de la regulación de Colau.
El partido encabezado por Ernest Maragall en la capital catalana ha defendido una tercera vía para alcanzar un acuerdo de regulación en el Eixample que se aplicará en la aprobación de este viernes. El portavoz de ERC en el Ayuntamiento, Jordi Coronas, anunció el pasado lunes que los republicanos votarían a favor del plan en caso de que se incorpore una disposición que permita revisar en un año la aplicación en Sant Antoni. Para ello se deberán tener en cuenta diversos parámetros, como las solicitudes de licencia, los locales cerrados o los certificados urbanísticos. Con este movimiento, los republicanos buscan también lograr el beneplácito de los comerciantes.
TURISMO
Los comunes se aferran también a ERC en materia de turismo. Ambos grupos comparten un modelo de decrecimiento que no han dudado en defender públicamente en diversas ocasiones, incluidas sesiones plenarias en las que han contado con el rechazo del PSC y del resto del Consejo Municipal. Jaume Collboni, quien ha ejercido hasta esta semana como primer teniente de alcalde, insistió tras las restricciones por la pandemia en la voluntad de que "vuelvan los turistas", mientras que el grupo de Maragall reiteró que el Ayuntamiento debía evitar "la vuelta a los niveles de masificación turística" previos al coronavirus.
Entre los diferentes visitantes que llegan a la capital catalana, Colau ha buscado la complicidad republicana en la reducción de los cruceristas. El año pasado, ERC reclamó sin éxito al gobierno municipal que limitara a 200.000 la cifra de turistas que alcanzan la ciudad cada mes, en concordia con el posicionamiento de los comunes pero en discordia con la postura de los socialistas. Barcelona en Comú deberá trabajar para convertir en aliado a Lluís Salvadó, el nuevo presidente del Port de Barcelona tras la destitución de Damià Calvet (Junts) después de la ruptura en el Govern, quien tachó a los cruceros de "proyecto estratégico" tras tomar posesión en el cargo.
URBANISMO Y MOVILIDAD
La proximidad en el modelo urbanístico y de movilidad de la ciudad entre ambas formaciones conllevará que Colau requiera de los republicanos para impulsar sus planes. Pese al portazo recibido con las superillas, el modelo basado en las pacificaciones y la denominada movilidad sostenible resulta un punto en común para estos grupos municipales.
La última incorporación republicana despeja cualquier tipo de duda. ERC presentó el pasado mes de noviembre a Rosa Suriñach como concejal para sustituir a Miquel Puig, quien dejó el Ayuntamiento para entrar en el Govern de la Generalitat. La nueva edil ha sido impulsora del Bicibús en la ciudad y miembro de Revolta Escolar y Eixample Respira, colectivos afines a los comunes muy críticos con el vehículo privado y partidarios de las pacificaciones realizadas por el gobierno municipal en el presente mandato.
PROSTITUCIÓN
El postulado regulacionista de la prostitución defendido por los comunes ha chocado con su socio de gobierno municipal, firme partidario del modelo abolicionista. La discrepancia se plasmó por última vez en el pleno del mes de enero, en el que los socialistas impulsaron una proposición para declarar a Barcelona como ciudad abolicionista de la prostitución y adherirla a la "Red de ciudades libres de tráfico de mujeres, niñas y niños destinados a la prostitución".
Tanto comunes como republicanos se posicionaron en contra, lo que obliga al entendimiento entre las dos formaciones en esta materia. Montserrat Benedí, regidora de ERC, explicó que su partido opta por una "regulación que persiga la prostitución forzada, las mafias y los proxenetas", así como "garantizar los derechos de las mujeres en situación de prostitución".
BARCELONA - TEL AVIV
La campaña impulsada por los comunes para la que se han apoyado en grupos afines con la finalidad de romper el hermanamiento entre Barcelona y Tel Aviv se traducirá en una votación que se llevará a cabo en el pleno de febrero. Con el rechazo de la iniciativa por parte de Junts, Ciutadans, PP y Valents, y la incógnita del PSC, el grupo de Colau deberá apoyarse en ERC si quiere suspender el acuerdo entre ciudades.
La formación republicana ya expresó su predisposición en la sesión plenaria del pasado mes de enero, en el que votó al unísono con los comunes pero eludió entrar a debatir esta cuestión. El historial republicano apunta a una postura contraria a Israel. Las juventudes del partido se han manifestado en este sentido en diversas ocasiones, y el último precedente en el Parlament apunta hacia la misma dirección. La Comisión de Acción Exterior, Transparencia y Cooperación de la cámara catalana aprobó el pasado mes de junio una propuesta de resolución que hablaba de "apartheid" contra Palestina, una iniciativa que fue registrada por ERC, CUP y los comunes y que contó con enmiendas del PSC.
AEROPUERTO
La ampliación del Aeropuerto de Barcelona-El Prat deja, una vez más, a los comunes con ERC como único apoyo. Aunque esta cuestión trasciende el ámbito municipal, ambas formaciones coinciden en su negativa al incremento de extensión de la infraestructura, una postura de la que de nuevo se desmarcan los socialistas.
Con el acuerdo entre ERC y el PSC para que el líder de la formación, Salvador Illa, apoye los presupuestos catalanes, la postura de los comunes ha quedado debilitada. Las formaciones han acordado la creación de una comisión técnica con la participación del Gobierno "que permita acordar el nuevo modelo aeroportuario que necesita Catalunya con el objetivo de transformar el aeropuerto Josep Tarradellas Barcelona-El Prat para que gane capacidad y se convierta en un verdadero hub intercontinental".