La sociedad ideada por George Orwell ya está en Barcelona, exactamente en el barrio del Raval: Gran Hermano ya es una realidad. El Ayuntamiento acaba de contratar, el pasado 9 de febrero, a la empresa Alumbrados Viarios para la instalación de una red de cámaras de regulación de tráfico que provocarán el control total de entrada y salida del barrio inserido en el distrito de Ciutat Vella. El blindaje visual del Raval costará a las arcas públicas 262.224 euros y la red de cámaras estará lista en 10 meses.

En total, se podrán ocho cámaras de última generación que suponen una fortificación telemática del distrito y controlarán todos los vehículos que se entren y salgan. Sabrán qué vehículos ingresan en el perímetro, si están autorizados a penetrar en las áreas de viandantes, realizan control fotográfico de matrículas y sacan fotografías que luego darán origen a sanciones. Se trata de un diseño de inteligencia artificial. La tecnología de estos aparatos es IP de alta definición con sistema de iluminación de largo alcance basado en tecnología LED Infrarrojo de bajo consumo. Sus comunicaciones se harán a la red municipal con fibra óptica o 4G, con protocolos de comunicaciones seguros.

“SON PUNTOS DE CONTROL”

Un extenso informe de más de 500 páginas confeccionado el año pasado ya explicaba el proyecto de los munícipes de blindar uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad. El plan para cercar Ciutat Vella data de hace casi un año, después de que la gerente del distrito aprobase inicialmente el proyecto el 9 de mayo de 2022. El Ayuntamiento ya había encargado a la empresa Eacom un estudio que justificaba el establecimiento de un Gran Hermano en el Raval. El estudio inicial, de 30 páginas, preveía que “el nuevo sistema de control de accesos al Raval se ha de integrar en la Plataforma de visión artificial existente en Movilidad”. Esta empresa fue la que dirigió en 2018 la implantación del sistema de monitorización de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE).

Red de cámaras instaladas en el Raval / AJ BCN

A partir de un primer informe del Raval, se confeccionó otro mucho más completo que incluye planos y fotografías cenitales y a pie de calle de los puntos en los que se instalarán las nuevas cámaras. En lenguaje interno municipal, lo que se va a hacer son instalar “puntos de control” repartidos por el barrio, pero “dotados de cámaras de lectura de matrículas mediante algoritmos de visión artificial y la adaptación de la plataforma de Visión Artificial existente de movilidad y gestión de la ZBE para hacer la gestión y el control de los nuevos controles de accesos, utilizando la red de comunicaciones municipal”.

“ES UNA INVERSIÓN”

Niegan desde la Administración que la red de cámaras que vigilan todo el barrio sea un control de la Administración pública, sino que se considera “una inversión, ya que se trata de obras que mejoran la funcionalidad actual y representarán un aumento del valor patrimonial de la vía pública”. A nadie se le escapa, no obstante, que la instalación de este sistema de ‘espionaje’ está destinado a poner multas y tiene, por tanto, un importantísimo valor recaudatorio.

Un informe justificativo interno del consistorio lo dice claramente: se trata de “un modelo de gestión inteligente del tráfico, que controlará la movilidad y discriminará el tipo de usuario (vehículos autorizados, residentes, servicios, comerciantes, aparcamientos, etc) y la tipología del vehículo. El sistema que se quiere implementar para alcanzar este modelo de gestión ha de ser capaz de gestionar la monitorización y el control de posibles infracciones. Infracciones cometidas por acceso a la zona restringida por parte de los vehículos no autorizados, por acceder fuera del horario de circulación permitido o por incumplir los aspectos medioambientales determinados por el Ayuntamiento de Barcelona”.

CONECTADO CON HACIENDA PARA SANCIONAR

También el informe de Eacom lo deja bien claro en uno de sus puntos. Habla de que se han de dar de alta los nuevos puntos de control de acceso en la plataforma de visión artificial, tanto en la modalidad de control de acceso como de Zona de Bajas Emisiones (ZBE), “así como incluir los datos de todas las captaciones en el módulo de informes de la Plataforma para poder hacer la caracterización del tráfico”. En otras palabras: todos los vehículos que traspasen los límites de la Rambla, la ronda Sant Pau, la Ronda Sant Antoni, la calle Pelai y el Paral·lel serán monitorizados por el Gran Hermano barcelonés. Si no reúnen las características, conforme con la base de datos del coche que existe en las bases de Tráfico, serán sancionados directamente.

Localización de una de las cámaras que se colocarán en El Raval / AJ BCN

El informe añade otra apreciación nada baladí: “También se habrá de dar de alta el nuevo tipo de infracción, tanto a nivel de control de accesos como de ZBE, haciendo las modificaciones de formato de exportación a IMI/IMH [Instituto Municipal de Informático e Instituto Municipal de Hacienda]. Por eso, dentro de las tareas a realizar en la integración, se incluye expresamente la confección de la ficha del nuevo Medio Técnico Operativo (MTO) para que las infracciones detectadas por la Plataforma puedan sancionarse y tramitarse en los sistemas del IMH”. Según este párrafo, la principal preocupación municipal es poder cobrar las multas que estas cámaras detecten.

Los ocho puntos que tendrán estas cámaras son La Rambla con Pelai, Gravina-Pelai, Riera Alta-Ronda Sant Antoni, Cera-Ronda Sant Pau, Nou de la Rambla-Paral·lel, Avenida Drassanes-Portal de Santa Madrona, Montserrat-Portal de Santa Madrona y Tigre-Ronda Sant Antoni. En otras palabras, se trata del control perimetral del barrio. Una muesca más en el proyecto de control total de la ciudadanía y su actividad.

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