Cartel de Ernest Maragall, en la avenida Josep Tarradellas de Barcelona / MA

Cartel de Ernest Maragall, en la avenida Josep Tarradellas de Barcelona / MA

Información municipal

Comunes, Esquerra y JxCat sacrifican sus siglas en la batalla de Barcelona

Los candidatos con opciones de victoria personalizan sus campañas, salvo Collboni, que muestra el proyecto socialista en todas las instituciones

27 marzo, 2023 00:00

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Una campaña muy reñida, con cuatro candidatos con opciones reales de lograr la victoria, aunque alguno de ellos se haya descolgado, como apuntan las últimas encuestas. Pero el uso que hacen de sus siglas políticas es muy distinto. Ada Colau, Ernest Maragall y, principalmente, Xavier Trias, dejan a un lado sus partidos políticos. Lo que cuenta es la fuerza de sus propios nombres, con la idea de que los electores están desencantados de los partidos.

Esos partidos, sin embargo, serán los que deberán establecer, posteriormente, los pactos para formar el equipo de gobierno, y los que valorarán, en función de los intereses en otras instituciones, qué es preferible para esos alcaldables. El último en reflejar esa dinámica ha sido Ernest Maragall, que en los carteles que ya se han ido instalando a lo largo de la ciudad, las siglas de ERC aparecen por debajo, de forma diminuta, con el rostro de Maragall en primer término, y solo con el apellido, instando a evocar la fuerza del maragallismo en Barcelona desde los Juegos Olímpicos de 1992.

Colau ha buscado, desde el primer momento, también, la fuerza de su propia figura. Y los comunes lo saben y aceptan, porque la actual alcaldesa es la gran baza de una fuerza política producto de una simbiosis circunstancial entre activistas de entidades sociales y la herencia –en una pequeña parte—de lo que fue ICV.

Xavier Trias, en su comparecencia en el Círculo de Economía / CE

Xavier Trias, en su comparecencia en el Círculo de Economía / CE

Y el más claro y directo es Xavier Trias, que ha renunciado por completo a presentar las siglas de Junts per Catalunya, consciente de que ese es su gran talón de Aquiles. Sin embargo, JxCat estará presente en la papeleta que se introduzca en las urnas, a la espera del final de la negociación con el PDECat, para saber quién mantendrá los derechos televisivos para participar en los debates electorales.

Trias, en todo caso, está a la espera, como todo su partido, de conocer la suerte final de Laura Borràs en su caso judicial. Es la actual presidenta del partido, y si queda inhabilitada –al margen de la pena que pueda recibir— el proyecto político entrará en un proceso de reflexión, que puede beneficiar la vía pragmática de Trias.

Pero la decisión ya está tomada. Trias no quiere saber nada de JxCat, de forma aparente, pese a que las preguntas que recibe en los foros económicos son muy directas y claras. Se respeta y se valora su gestión, cuando fue alcalde, entre 2011 y 2015, pero se le pide sobre su relación con Carles Puigdemont y Laura Borràs, con la duda acerca del papel que tendría si consigue, de nuevo, la alcaldía. ¿Tendría la personalidad suficiente para que JxCat no aprovechara la plataforma de Barcelona en un posible reinicio del proceso independentista?

MARAGALL ESPERA REMONTAR

En esos foros, como mostró en su comparecencia en el Círculo Ecuestre, Trias se declara independentista y asegura que tiene una relación excelente y de aprecio mutuo con Puigdemont. No es una buena credencial para una determinada parte de la sociedad barcelonesa, a la que él aspira a atraer ahora. Eso lo percibió Trias en el foro que preside Antonio Delgado, con la vicepresidencia de Enrique Lacalle, un viejo conocido.

En el caso de Ernest Maragall, el alcaldable busca la añoranza del Maragallismo, de su hermano Pasqual Maragall, con un modelo de ciudad que se reivindica por la casi totalidad de los candidatos, incluida Ada Colau. Aunque la marca de Esquerra Republicana mantiene su fuerza, --en todas las encuestas hasta la irrupción de Xavier Trias como candidato, aparecía el partido como ganador—Maragall ha personalizado la campaña, con un sello de gestión con el que cree que puede remontar en los dos próximos meses para ganar la alcaldía.

El candidato que no deja de lado sus siglas es Jaume Collboni, que basa gran parte de sus opciones, precisamente, en el proyecto colectivo de los socialistas, sea en Catalunya, con Salvador Illa a la cabeza, o Pedro Sánchez, como presidente del Gobierno. En la campaña de Collboni, Sánchez estará presente en varias ocasiones. Los socialistas quieren ganar en Barcelona, porque entienden que forma parte del mismo proyecto para poder seguir en la Moncloa, y aspirar a la presidencia de la Generalitat.

Jaume Collboni, con los artistas que participan en la exposición para apoyar su candidatura / BPB

Jaume Collboni, con los artistas que participan en la exposición para apoyar su candidatura / BPB

En esa carrera por la Barcelona, las estrategias son ya muy distintas. Los socialistas, sin embargo, jugarán con todas las bazas, como señalan fuentes del partido, para poder lograr la alcaldía, queden en primera o en segunda posición. Y, pese a la personalización de la campaña por parte de Colau, Maragall y Trias, serán sus formaciones políticas las que acabarán apostando por una determinada opción en base, también, a lo que necesiten de cara a las elecciones generales y a los comicios autonómicos al Parlament de Catalunya.