Con cierta comodidad. Largas intervenciones, con una lista de datos y de proyectos que se han quedado a medidas, o que han quedado minimizados como la construcción de vivienda pública por no generar complicidades con el sector privado. La candidata de los comunes, Ada Colau, se mostró satisfecha de su gestión en el Circulo de Economía, con menos asistentes que los que quisieron escuchar la pasada semana al socialista Jaume Collboni. Y en esa tesitura apostó, sin subterfugios, por “reforzar la colaboración público-privada”, por abrazar el sector privado en todo aquello que pueda beneficiar a Barcelona.

Colau, en el auditorio del Circulo de Economía, señaló que su relación con los sectores económicos ha cambiado. Y admitió “los recelos iniciales”, porque no tenía experiencia ni como gestora en las instituciones, ni como dirigente de un partido. Pero ahora, “ocho años después”, su posición ha cambiado. Reiteró, en diversas ocasiones, que la solución a cuestiones como la vivienda pasan por reforzar “la colaboración público-privada”, pese al fracaso de la medida de reservar el 30% para vivienda social en las promociones de la ciudad. Entendió, precisamente, que ahora esos recelos, "han quedado superados".

GUIÑOS A JORDI MARTÍ Y AURORA CATÀ

Armada de datos económicos, que muestran que Barcelona goza de una gran actividad, con el porcentaje menor de paro de los últimos quince años, Colau no se encontró con una gran oposición en el Círculo de Economía. Sólo algunos reproches a la movilidad, y, precisamente, a su política de vivienda, por sus escasos resultados.

El economista José García Montalvo, presente en el auditorio, sí le reclamó que explicara por qué en la Ley de Vivienda aprobada por el Gobierno de Pedro Sánchez, con el apoyo de Unidas Podemos –el referente de Colau—no se incluyó una enmienda que promovía la cesión, por parte de los grandes tenedores de pisos, de inmuebles que pudieran ofrecer al mercado. Colau señaló que lo desconocía, pero que hubiera estado “a favor, porque los acuerdos con el sector privado que sean beneficiosos para el conjunto son positivos”.

La candidata de los comunes, Ada Colau, en el Círculo de Economia / CdE

Lo que tuvo claro Colau, a partir de la propia reflexión de García Montalvo, es que la oferta del Gobierno para colocar en el mercado pisos de la Sareb no tendrá mucho efecto en ciudades como Barcelona. “Los que hemos seguido esta cuestión desde hace años sabemos que la Sareb tiene poca cosa en Barcelona y, además, de poca calidad para vivir”.

Con reiterados guiños a Jordi Martí, el teniente de alcalde del Ayuntamiento –ahora número dos en la lista con Colau, hace unos años dirigente socialista—Colau incidió en que ha evolucionado, que ya no es la activista de hace ocho años y que sabe colaborar con el sector privado. En este caso miró a Aurora Catà, en primera fila, por haber haber impulsado, desde el mundo privado, la organización de la Copa América de Vela en Barcelona para 2024.

Una y otra vez Colau buscó esa complicidad con los sectores económicos. Y en el Círculo de Economía se encontró un campo poco combativo. Ella misma alabó la actitud del lobby empresarial, al señalar que nunca, en todos sus años de mandato, ha afirmado que su gestión fuera una “catástrofe”. Lo contrapuso a otras “tribunas económicas”, al considerar que ha tenido que lidiar con esa fuerte oposición, y que ahora ya no la percibe con la misma intensidad. No hubo referencias claras a la superilla del Eixample, a pesar de que en el Círculo de Economía se han dedicado jornadas a la reflexión y el debate sobre el urbanismo en la ciudad.

Colau se mostró firme, sin embargo, a una de las peticiones que surgió en el debate posterior, acerca de la ampliación del aeropuerto de El Prat. La candidata de los comunes consideró que se debe tener en cuenta todo el entramado aeroportuario catalán, con Girona y Reus, y que los vuelos de corto y medio alcance se pueden substituir por el ferrocarril. “Eso daría más margen para El Prat y celebro que equipos de fútbol, como el Barça, haya decidido viajar en tren”.

De esa posición no se movió, al insistir en que Barcelona "no puede pasar de recibir 55 millones de visitantes a 75 millones, porque eso es saturar la ciudad". La candidata de los comunes aseguró que ella es "favorable al turismo", pero que defiende su regulación. 

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