La antigua sede de Telefónica resucitará tras los proyectos enterrados en una década de abandono
El antiguo cuartel de la compañía en la capital catalana acogerá oficinas tras un abandono desde 2011 y varios cambios de manos
29 abril, 2023 00:00Noticias relacionadas
El edificio Estel, situado entre las calles de Mallorca, Viladomat y la avenida de Roma, había sido la monumental sede de Telefónica en Barcelona. Desde su abandono por parte de la compañía de telecomunicaciones, se ha convertido en un quebradero de cabeza para todo aquél que ha tenido vínculos con él. El edificio ha sufrido constantes cambios de planes que, en muchos de los casos, se han paralizado con la esperanza de que otro inversor llegase con un nuevo propósito y contara con el visto bueno municipal.
Este mes de abril, el Ayuntamiento ha desbloqueado definitivamente esta situación. El gobierno municipal ha concedido la licencia de obras a la compañía que llevará a cabo la reconversión del bloque en un edificio de oficinas, después de que Ban Capital Credit y FREO adquirieran la propiedad a finales de 2021.
UN EDIFICIO 'MALDITO'
Todo empezó en 2007, cuando Telefónica sacó a subasta el edificio para venderlo. Se iban a mudar a una de las zonas más exclusivas de la ciudad: el rascacielos de Diagonal 00, en el Fòrum. La empresa vendió el edificio al fondo de inversión Carlyle Real Estate Europe por 220 millones de euros. Carlyle fue el primero en proyectar una idea que muchos tacharon de absurda: viviendas de lujo en un barrio de clase media. No obstante, el proyecto no prosperó porque la crisis financiera de 2008 derivada de la 'explosión' de la burbuja inmobiliaria llevó al fondo a la quiebra.
DE PISOS DE LUJO A OFICINAS
El proyecto de Carlyle solo fue el primero de tantos otros que también fracasaron. En 2013, la antigua sede de Telefónica pasó a manos de la Sareb. Al año siguiente, una family office de Hong Kong, integrada en el fondo Platinum Estate, adquirió el edificio por 56 millones de euros con el objetivo de construir un hotel de la firma Hyatt. Sin embargo, la idea chocó de frente con la moratoria hotelera impulsada por el gobierno de Ada Colau en 2015 y se suspendió oficialmente la concesión de licencias para todo tipo de alojamientos turísticos. El grupo inversor reaccionó con una proyección de pisos de lujo, aunque tampoco lo pudieron tirar adelante.
Este fracaso desembocó en la compra del edificio por parte de la familia Gidwani, que proyectó más de 400 pisos de lujo. No obstante, el gobierno de Colau impuso que el 30% de las nuevas promociones tenían que estar destinadas a vivienda social.
Tras el anuncio de compra en 2021 por parte de los fondos de inversión Bain Capital Credit y FREO, que quieren destinar el edificio a oficinas y amplios servicios para el barrio, el vecindario que ha convivido con innumerables proyectos de obra muestra su escepticismo. Y con razón. La antigua sede ha cambiado de manos hasta en cinco ocasiones y ninguno de los proyectos ha prosperado. En este sentido, la sensación de los vecinos es que se trata de “una ficha del juego de Monopoly” que pasa de inversor a inversor para “intentar venderlo a un precio máximo”.
ABANDONO Y SUCIEDAD
Durante todos estos años en los que el edificio ha estado abandonado, el Estel ha sido víctima de okupaciones y vandalismo. Tal como explicaron vecinos a este digital, hubo una época en que el edificio estaba totalmente abandonado y los saqueos eran constantes, principalmente de material de obra como el cobre. “Es un pozo de porquería y un agujero negro para el barrio”, lamentaba un vecino a Metrópoli. El comercio también se vio afectado, pues los bares y restaurantes de la zona perdieron parte de su clientela habitual cuando los empleados de las oficinas de Telefónica se marcharon.
Tras muchos proyectos fracasados, parece ser que las oficinas de los fondos Bain Capital Credit y FREO tirarán adelante después de que el Ayuntamiento haya concedido la licencia para la reforma. La pregunta es: ¿Serán definitivamente una realidad?
LICENCIA
El gobierno municipal ha concedido la licencia de obras mayores a la compañía Fiscalter Inversiones 2013 para llevar a cabo una gran rehabilitación del edificio, que dispone de una superficie de 74.129,30 metros cuadrados y 14 plantas, a las que se añade un parking subterráneo de otros cinco niveles.
Pese a que el uso principal del edificio será el de oficinas, éste también dispondrá de cuatro locales comerciales y 418 plazas de parking para coches, 303 para motos y 420 para bicicletas. La tasa que la empresa deberá afrontar en concepto de licencia, según se desprende de la aprobación municipal, alcanza los 367.681,33 euros.
CONDICIONES
Entre las condiciones reclamadas por el consistorio a raíz de la concesión del permiso para los trabajos, se encuentra el establecimiento de criterios de urbanización del espacio adyacente al edificio en la confluencia de la avenida Roma y la calle Viladomat, atender a las recomendaciones emitidas por el área de Movilidad y contar con un informe de la Autoritat del Transport Metropolità.
El Ayuntamiento solicita que se marquen los detalles sobre el parking, como el sistema de ventilación y el diseño interior del estacionamiento. También habrá que reservar el espacio suficiente en caso de requerir servicios de los bomberos, así como verificar el cumplimiento de la ordenanza de Medio Ambiente en materia de energía solar. El plazo de inicio de las obras es de 12 meses, mientras que su periodo de ejecución implica otros tres años hasta la finalización de los trabajos.